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Todo se dio por carambola.

Writer's picture: Sr JimenezSr Jimenez

El billar francés o carambola es un juego deportivo de billar el cual se desarrolla empleando un taco de billar y 3 bolas únicas entre ellas sobre una mesa de billar sin bolsillos. 



El propósito del juego es emplear la bola asignada al jugador para tocar con ella las otras dos bolas y hacer una carambola. Esto es, el participante emplea un taco para impulsar su bola hacia ambas bolas restantes. El hecho que la bola del jugador toque la bola roja y la bola del contrincante (o en orden reverso la bola del otro jugador y después la bola roja) constituye una carambola. Pero como regla general, la cual añade más dificultad al juego, la partida incluye en cada turno y tiro el que tres bandas, cualquiera que estas sean, hayan sido contactadas antes de culminar la carambola. 


Se mantiene un marcador, indicando la cantidad de combinaciones completas que se han logrado. Se juega preferiblemente entre dos personas, pero puede ser jugado por un practicante o más participantes. 


Afganistán es un país sin salida al mar como lo es Bolivia en Suramérica, está ubicado geográficamente en Asia del Sur, dentro de un bloque regional entre el subcontinente indio y Medio Oriente. Limita con Pakistán al sur y al este, con Irán al oeste, con TurkmenistánUzbekistánTayikistán al norte, y con la República Popular China al noreste a través del corredor de Wakhan



Afganistán proclamó su independencia del protectorado británico al que estaba sometido en 1919. Los primeros conflictos armados internos se dieron en 1923 y en 1928 los conflictos resultaron en un cambio de gobierno. En 1973, un golpe militar derrocó a la monarquía, los grupos islámicos fueron reprimidos y con la Revolución de Saur en 1978, se estableció un Estado comunista dirigido por el Partido Democrático Popular de Afganistán. Ante estos acontecimientos, el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, firmó un decreto presidencial secreto que autorizaba la financiación de guerrillas anticomunistas en Afganistán, constituidos por integristas islámicos llamados muyahidines. 


Estados Unidos lanzó la “Operación Ciclón” para derrocar al gobierno comunista afgano, mientras tanto la Unión Soviética invadió Afganistán en diciembre de 1979 en apoyo al régimen establecido.


La Operación Ciclón fue el nombre en clave del programa de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense para reclutar a los fundamentalistas islámicos contra el gobierno de la República Democrática de Afganistán (1978-1992) y el Ejército Rojo (1979-1989).


La Operación Ciclón es una de las operaciones de la CIA más largas y caras llevadas a cabo, cuya financiación comenzó con 20-30 millones de dólares por año en 1980 y alcanzó los 630 millones de dólares anuales en 1987; ​para un total estimado de 40.000 millones de dólares durante los 25 años de duración.



Para ejecutar esta política, el presidente Ronald Reagan desplegó a los oficiales de operaciones paramilitares de la División de Actividades Especiales de la CIA para entrenar, equipar y comandar a las fuerzas muyahidines en contra el Ejército Rojo. ​Aunque la CIA y el senador tejano Charlie Wilson recibieron la mayor parte de la atención por sus papeles, el arquitecto clave de la estrategia fue Michael G. Vickers, un joven oficial de la CIA especialista en operaciones paramilitares clandestinas que trabajaba para Gust Avrakotos, el jefe regional de la CIA en Pakistán.



El programa de acción encubierta de Reagan había recibido el crédito por ayudar al fin de la intervención soviética de Afganistán. 


El papel del congresista Wilson resultó ser decisiva para impulsar la operación y la salida de los soviéticos. En su posición en el Subcomité de Asignaciones de la Cámara de Defensa que es responsable de financiar las operaciones de la CIA, solicitó aumentos de la asignación para Afganistán. De 5 millones duplicó a 10 y en 1983, obtuvo 40 millones de dólares adicionales, de los cuales 17 millones de dólares fueron asignados para armas antiaéreas para derribar helicópteros.


Al año siguiente, el oficial de la CIA, Gust Avrakotos, se acercó directamente a Wilson, pidiéndole dinero por $50 millones más. Wilson estuvo de acuerdo y convenció al Congreso, diciendo: "Estados Unidos no tuvo nada que ver con la decisión de estas personas de luchar ... pero estaremos condenados por la historia si los dejamos luchar con piedras". Más tarde, Wilson logró dar a los afganos $300 millones de dinero del Pentágono no utilizado antes del final del año fiscal. Por lo tanto, Wilson influyó directamente en el nivel de apoyo del gobierno de los Estados Unidos a los muyahidines afganos. Michael Pillsbury, un alto funcionario del Pentágono, utilizó la financiación de Wilson para proporcionar misiles Stinger a la resistencia afgana.



Wilson visitó a los líderes paquistaníes, y después de reunirse con ellos fue llevado a un importante campo de refugiados afganos con sede en Pakistán para que pudiera ver por sí mismo las atrocidades cometidas por los soviéticos contra el pueblo afgano. Sobre esa visita, Wilson dijo que "se había involucrado en Afganistán porque fui allí y vi lo que los soviéticos estaban haciendo. El papel de Wilson sigue siendo controvertido porque la mayor parte de la ayuda fue suministrada a la línea dura islamista quien ha sido acusada de crímenes de guerra graves y más tarde aliada de los Talibanes después de la invasión de EE.UU. 


La operación ciclón dependía en gran medida del uso de la Inter-Services Intelligence pakistaní como un intermediario para la distribución de fondos, pase de armas, entrenamiento militar y apoyo financiero de los grupos rebeldes islamistas. Junto con la financiación de programas similares por el MI6 y el Special Air Service (SAS) británicosArabia Saudita y la República Popular de China, el ISI pakistaní armó y entrenó a más de 100.000 insurgentes entre 1973 y 1992. Animaron a voluntarios de los estados árabes a unirse a los muyahidines en Afganistán.


Los Estados Unidos ofrecieron dos paquetes de asistencia económica y ventas militares para apoyar el papel de Pakistán. El primer paquete de asistencia de 6 años (1981-1987) ascendió a 3.200 millones de dólares, dividido equitativamente entre entrega de dinero en efectivo y ventas militares. Los Estados Unidos también vendieron 40 cazas F-16 a Pakistán en el período de 1983 a 1987 a un costo de 1.200 millones como parte del paquete de asistencia.



El segundo paquete de asistencia de 6 años (1987-1993) sumó 4.200 millones. Fuera de éste, 2.280 millones fueron gastados en asistencia económica en forma de entrega directa de dinero o préstamos con una tasa de interés del 2 al 3%. El resto de la asignación (1.740 millones) fue usado en forma de crédito para compras militares. La venta de armas no estadounidenses a Pakistán con destino a Afganistán fue facilitada por Israel. Una cantidad aproximada de 20.000 millones de dólares en fondos estadounidenses fueron introducidos en el país para entrenar y equipar a los grupos muyahidines con armas, incluyendo misiles.

 

El programa de financiamiento fue incrementado anualmente gracias al cabildeo de prominentes políticos estadounidenses y oficiales del gobierno, tales como Charles WilsonGordon HumphreyFred Ikle y William Casey. En el gobierno de Ronald Reagan, el apoyo estadounidense para los muyahidines evolucionó hasta convertirse en parte central de la política exterior estadounidense, denominada la Doctrina Reagan, por la cual Estados Unidos proveía apoyo militar y de otro tipo a los movimientos de terroristas anticomunistas en AfganistánAngolaNicaragua y otras partes del mundo. 


Estados Unidos cambió su interés en Afganistán tras el retiro de las tropas soviéticas en 1989. La financiación estadounidense fue interrumpida inmediatamente. También se redujo la asistencia a refugiados afganos en Pakistán. 


En octubre de 1990, el presidente George H. W. Bush se negó a confirmar que Pakistán no poseía un dispositivo explosivo nuclear, lo que provocó la imposición de sanciones contra Pakistán bajo la Enmienda Pressler (1985) y la Ley de Asistencia Extranjera. Esta situación interrumpió el segundo paquete de asistencia ofrecido en 1987 así como la asistencia económica y ventas militares, con la excepción de aquella asistencia económica de camino por Pakistán. Las ventas militares y el programa de entrenamiento militar fueron abandonadas y se solicitó que los oficiales pakistaníes en entrenamiento en los Estados Unidos regresaran a su país. 


Muchos de los muyahidines veteranos de la guerra anticomunista luego formaron parte de las filas del ejército talibán


En 1992 se creó el Estado Islámico de Afganistán a través de los Acuerdos de Peshawar pero estuvo bajo el ataque constante de los países vecinos (Pakistán, IránUzbekistán) representados a través de milicias afganas. Varios años más tarde, el movimiento talibán (respaldado por Pakistán, Arabia Saudí y fuerzas árabes de Osama bin Laden) llegó al poder después de la caída de Kabul en 1996. El Frente Unido fue capaz de defender la zona noreste de Afganistán contra los talibanes.

 

En 2001, después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos llevados a cabo por militantes de Al Qaeda respaldados por los talibanes, la OTAN, liderada por fuerzas estadounidenses y británicas, invadió Afganistán con la Operación Libertad Duradera, como parte de la «Guerra contra el terrorismo» declarada por el gobierno de Estados Unidos.



El propósito declarado de la invasión era capturar a Osama bin Laden, destruir a Al Qaeda, y derrocar el régimen talibán que había proporcionado apoyo y refugio a Al Qaeda.


La Doctrina Bush de Estados Unidos declaró que, como política, no se distinguiría entre organizaciones terroristas y naciones o gobiernos que les dan refugio. 


Los talibanes, grupo fundamentalista islamista, nacieron y llegaron al poder tras la guerra civil entre facciones muyahidines de Afganistán, acaecida entre 1992 y 1996, llegando a controlar la práctica totalidad del territorio afgano en el momento de su máxima expansión, poco tiempo antes de su derrocamiento.


La guerra de 2001 en Afganistán, denominada por el mando estadounidense como “Operación Libertad Duradera”, se inició el 7 de octubre de 2001, ante la negativa del régimen talibán de entregar a Osama bin Laden, supuesto responsable directo de los atentados del 11 de septiembre. Estados Unidos y la OTAN como aliados procedieron a derrocar al régimen talibán y destruir los campamentos de Al Qaeda, ocupando el país para garantizar así su tránsito hacia la democracia e iniciando posteriormente las operaciones para estabilizar y reconstruir el país que el teocrático régimen talibán había gobernado. 


En principio existieron dos operaciones militares luchando por controlar el país.


La “Operación Libertad Duradera”, fue una operación de combate estadounidense con la participación de algunos países de la coalición y que se llevó a cabo principalmente en las regiones del sur y del este del país a lo largo de la frontera con Pakistán. En esta operación participaron unos 28.300 militares estadounidenses aproximadamente.


En diciembre de 2001 se logró formar un nuevo gobierno en Afganistán y luego en 2004 un gobierno democrático.


La segunda operación fue la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) y que desde 2006, bajo elecciones, protegió a Afganistán que se vio amenazada la estabilidad debido al incremento de la actividad insurgente liderada por los Talibán, los altos registros de producción ilegal de droga, y un frágil gobierno con poco poder fuera de Kabul.


Actualmente la operación es reemplazada por la Operación Apoyo Decidido desde 2015 (Resolute Support, en inglés) que fue establecida por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a finales de diciembre de 2001 para asegurar Kabul y las áreas de sus alrededores.


La OTAN asumió el control de la ISAF en 2003. En julio de 2009, la ISAF tenía en torno a 64.500 militares de 42 países, proporcionando los miembros de la OTAN el núcleo de la fuerza. Estados Unidos tenía aproximadamente 29.950 soldados en la ISAF. 


En julio de 2015 los talibanes hicieron un contacto inicial con el Gobierno afgano en Pakistán con el objetivo de llegar a un acuerdo de paz, pero el proceso quedó suspendido pocos días después al conocerse la muerte del fundador del movimiento insurgente, el mulá Mohammad Omar, dos años antes.

 

En 2017 el presidente estadounidense Donald Trump anunció que EE. UU. seguirá implicado en la guerra, con un aumento no especificado de tropas y sin plazos fijos para su retirada, aunque se conoció que 4.000 soldados más llegaron a ese país asiático, contando así con un total de 14.000 soldados estadounidenses y en total 16.000 soldados de todas las fuerzas de ocupación extranjeras (incluyendo los 14.000 efectivos estadounidenses). 


Tres años después, en junio de 2018 ambas partes llegaron a un acuerdo y mantuvieron un cese al fuego de tres días por el mes de Ramadán. El acuerdo fue observado por ambas partes y los combatientes talibanes acabaron uniéndose a las celebraciones de las fuerzas gubernamentales y civiles. Este acuerdo es el primero que se llega a poner en marcha desde el comienzo de la guerra en 2001. 


El 20 de diciembre de 2018 una fuente reveló que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump decidió retirar la mitad de los 14 mil efectivos estadounidenses asentados en ese país en un plazo de meses. Esta postura de retirada fue desmentida por un vocero de la Casa Blanca y por el General Austin S. Miller, comandante de las fuerzas extranjeras en Afganistán, pero al mismo tiempo afirmada por otros funcionarios gubernamentales estadounidenses.


Recopilación de la Información y Reestructuración por Antonio Jimenez.


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