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Delincuentes a domicilio: Coincidencia que preocupa.

Writer's picture: Sr JimenezSr Jimenez

El éxodo del Mariel fue un movimiento en masa de cubanos, quienes partieron del puerto Mariel, en Cuba, hacia los Estados Unidos entre el 15 de abril y el 31 de octubre de 1980.


A los inmigrantes o miembros de este éxodo se les conoce de forma despectiva como los “marielitos”. 



El origen de este éxodo está en el asalto a la embajada del Perú por parte de un grupo de civiles cubanos a bordo de un autobús público. Su objetivo era entrar al recinto y solicitar asilo político.


Durante el asalto, el custodio de la embajada, se auto disparó con su arma reglamentaria cuando intentaba hacer uso de ella, muriendo en el camino al hospital. 


En respuesta a eso, el presidente cubano Fidel Castro amenaza a la embajada del Perú (un país con el que mantenía relaciones tensas) con retirar la protección si no entregaban a los asaltantes. La embajada se niega y les concede protección diplomática. Fidel cumple su amenaza y hace público que todo el que quiera asilarse en la embajada podrá hacerlo sin represalias.


La respuesta de la población desborda las previsiones del gobierno cubano, y en solo unos días, más de 10.800 cubanos se refugian en los jardines de la embajada. ​


El presidente Castro, encolerizado ante esa reacción, anunció la apertura del puerto Mariel, a unos 40 kilómetros de La Habana, para quien quisiera emigrar del país y autoriza a los exiliados en Miami que quieran recoger a sus familiares, atraquen sus embarcaciones en el puerto Mariel, al oeste de La Habana, y se lleven a todo el que quieran, de ahí que se les conozca desde entonces como los "Marielitos".


El destino de la inmensa mayoría de los mismos fue desembarcar en Cayo Hueso e instalarse en Miami, FloridaEstados Unidos. Según datos recopilados por la Dirección de Inmigración y Extranjería, más de 125 mil cubanos salieron por el puerto Mariel. ​



Castro aprovechó la crisis para vaciar las cárceles de presos comunes y enviarlos a Estados Unidos, una decisión que tendría consecuencias fatales para Miami, donde se quedaron la mayoría de los cubanos que salieron en esta ola migratoria. Las estimaciones más conservadoras apuntan que el 15% de los que llegaron eran delincuentes, los guardianes de las cárceles leían listas de presos para soltarlos, los montaban en un vehículo y los llevaban hasta los barcos. A la gente que venía de Miami le decían que por cada familiar se tenían que llevar personas adicionales. Y ahí había delincuentes y espías.


Inicialmente, la administración Carter tuvo una política de brazos abiertos en lo que respecta a los cubanos inmigrantes. A estos cubanos se les concedió de inmediato la condición de refugiado y todos los derechos asociados. Además, la opinión pública hacia esta oleada de cubanos refugiados fue inicialmente favorable. 


El éxodo terminó oficialmente el 31 de octubre de 1980, cuando soldados cubanos ordenaron a los últimos 150 barcos en el puerto de Mariel que lo abandonaran sin pasajeros. 


La mayoría en el éxodo cubano de 1980 eran respetuosos de la ley, pero al menos tres mil de los isleños que buscaron refugio estaban en cárceles estadounidenses tras cometer nuevos crímenes.


Llegaron a Estados Unidos como jóvenes, muchos ahora son de avanzada edad y han quedado lejos de los últimos crímenes que cometieron. Pero funcionarios que alguna vez lidiaron con ellos siguen recordándolos con recelo ya que apenas a dos semanas de haber llegado, varios estaban trabajando para traficantes de drogas o estafando.


El gobierno cubano eventualmente aceptó el retorno de 2.746 de los “marielitos” criminales. Pero las deportaciones eran tardadas y, durante algunos años, ni siquiera se concretaron. Reos que esperaban su expulsión llevaron a cabo motines en prisiones de ciudades como Atlanta.


En el año 2005, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que los refugiados que habían cometido crímenes no podían ser retenidos indefinidamente. Muchos salieron de prisión al término de sus condenas. Alrededor de 250 han muerto y 478 de los 2.746 que iban a ser originalmente deportados seguían en Estados Unidos, de acuerdo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.


Casi 40 años después, el término marielito, como se conoce a los cubanos que salieron de la isla en 1980, sigue teniendo un componente negativo. En Miami, y por añadidura en todo Estados Unidos, todos ellos quedaron manchados por los presos comunes liberados por Fidel Castro que llegaron en aquella oleada migratoria.


Todavía hoy se percibe una fractura entre los cubanos del primer exilio, el de la clase media-alta de Cuba y los que llegaron a partir de 1980, que además, se había formado bajo la revolución. La propaganda del régimen cubano fue eficaz al identificarlos con lo que llamó la escoria de la sociedad: delincuentes, homosexuales, enfermos mentales, prostitutas. Los balseros que llegaron a mediados de los años noventa del siglo pasado, en otra crisis migratoria, tienen mejor imagen no solo en la sociedad estadounidense, sino entre la propia comunidad cubana.


La crisis migratoria venezolana, denominada también éxodo venezolano, es una crisis humanitaria por el incremento del flujo descontrolado procedente de Venezuela que data desde el 2015.



Según la OEA, entre 2015 y 2018, al menos 4 millones de personas huyeron de Venezuela. Eso representa más del 10 % de la población total del país. Los cálculos de esta organización muestran que 5.000 personas salen de Venezuela cada día, es decir, unas 200 personas por hora. Con esta proyección, habría un total de 5 millones de migrantes venezolanos para finales de 2019, y en 2020 la cifra llegaría a los 8,2 millones de personas.


Según cifras oficiales, hay 1,6 millones de migrantes venezolanos en Colombia, 700 mil en Perú, 270 mil en Chile, 220 mil en Ecuador y 130 mil en Argentina. 


La crisis surgió debido a factores políticos, socioeconómico y la situación de inseguridad y violencia en Venezuela. La también denominada "tercera oleada migratoria venezolana” se caracteriza por ser "principalmente un segmento de clase media" que cuenta educación superior pero asalariados que “no tienen grandes fuentes de riqueza”, además de ser en su mayoría población joven. 


En mayo del 2019, el ministro del Interior de Perú, aseguró que el incremento de la delincuencia en su país se debe a la masiva inmigración de ciudadanos venezolanos. “No quiero ser xenófobo, pero por la presencia de ciudadanos venezolanos se han incrementado, se han disparado estos indicadores de la incidencia delictiva”. 


Es importante mencionar, que tanto el aumento de la delincuencia en Perú, así como la reducción de puestos de trabajo, “fueron considerados como las principales razones de la percepción negativa que tienen los ciudadanos peruanos sobre la inmigración venezolana”.


A finales de agosto de 2019, funcionarios de Perú detuvieron a cuatro venezolanos presuntamente de la banda el “Tren de Aragua” cuando pretendían ejecutar un asalto en ese país. A la banda se les incautaron dos armas de fuego y una granada. Detallaron que estaban inmersos en delitos de sicariato, secuestro, robo y tráfico de drogas. Operaban en varios puntos de Lima Norte.



A mediados de julio de 2019, en Villa del Rosario (Norte de Santander), se procedió con la captura de ocho personas, de nacionalidad venezolana con lo cual se confirmó la aparición en territorio colombiano de una temida banda delincuencial originada en Venezuela. Los sujetos son los causantes de asesinatos confirmando que fue a través de armas incautada con la cual se ejecutaron estas muertes violentas. 


De acuerdo con fuentes de inteligencia policial, esta estructura criminal se empezó a asentar meses atrás en sectores aledaños del puente internacional Simón Bolívar, que comunica a Norte de Santander con el Estado Táchira, con el fin de conquistar el jugoso negocio de las extorsiones en los pasos irregulares, más conocido como ‘trochas’. 



Se pudo establecer que los detenidos, pertenecían desde hace siete meses al Tren de Aragua. Según esta indagación judicial, el accionar de esta organización delincuencial ya tiene injerencia en Perú y Brasil, y se dedica a la extorsión, al homicidio selectivo y a la comercialización de estupefacientes.


El Tren de Aragua, es una banda delincuencial que tiene su origen en un pseudo sindicato que trabajaba en la construcción fallida de un tren que uniría al estado Aragua con Carabobo y luego con parte de los llanos de Cojedes y Guárico en Venezuela. Una obra faraónica del extinto Chávez que como otras no pasó de ser más que un engaño colectivo. 


El sindicato empezó a delinquir con el cobro de comisiones por puestos de trabajo y luego pasaron a la extorsión de contratistas y a las empresas de proveedores de materiales con cobro de comisión por entrega de materiales. Los miembros del sindicato fueron creando ramificaciones, supuestamente, gremiales y con el atractivo económico, la extorsión se acentuó y cuando había resistencia de los perjudicados, estos fueron forzados a través de la amenaza de sicarios. Tanta aberración dio paso a lo que es hoy esa organización, una maquinaria humana conformada por cerca de 1.000 personas los cuales fueron estableciendo sus propias reglas criminales.


La banda delictiva ha encontrado los atajos para llegar, a través del dinero ilícito, a la compra de conciencia, incluso de altos funcionarios públicos. Según reseñan investigadores policiales en Venezuela, la banda cuenta con aliados en distintos organismos del gobierno venezolano de donde obtienen la información para delinquir.


Esta exportación de la criminalidad de la banda El Tren de Aragua a los países en donde se ha dado buena acogida de los venezolanos migrantes, está empañando la imagen del éxodo al igual que resulto en Miami en el año 1980. Es una duda razonable que la acción delictiva sea el resultado de una política de estado del régimen castro-chavista. 


Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.


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