El Caderú y los Machotes:
Un domingo cualquiera de los años 1970, recuerdo que mi papa me llevó a buscar unos libros que un amigo me daría en préstamo para efectuar un trabajo asignado por el profesor de una materia en la universidad. En ese día y siendo temprano en la mañana, me vestí rápidamente con una ropa que había utilizado en la noche anterior para asistir a una fiesta con mis amigos. Recuerdo como si fuera ayer, que el pantalón era de color azul, pero con la particularidad de que tenía una pretina ancha y estaba anclado por debajo de la cintura, tenía un cierre pequeño de apenas unos 10 cms, y por debajo de las rodillas se abría tipo campana en ambas piernas. Los zapatos que calzaba eran de plataforma con los que me elevaba unos 10 cms sobre mi estatura normal. Al bajarme del carro, sentí que la mirada de mi papa era de reproche, mas no me hizo ningún comentario, y para que, no hizo ninguna falta, con su mirada lo dijo todo. Lo mejor de esa situación embarazosa, es que me convencí de que esa moda no estaba hecha para mi y creo que no volví a colocarme una facha de esas, más nunca en mi vida.
La moda de la década de los años 1970 fue de estilo y elegancia, algunos estilos resistieron la prueba del tiempo y reaparecieron en otras décadas. La era hippie y la fiebre disco incluyeron muchos materiales diferentes como terciopelo, poliéster y muchas telas elásticas y brillantes. También fue la década en donde se introdujeron las prendas unisex. La escena de la discoteca tuvo mucha influencia en la ropa que los jóvenes llevaban, suelta, colorida, llamativos pantalones vaqueros y acampanados, estilos que parecían representar la libertad y la rebelión. La moda pudo haber sido salvaje y un poco hortera, pero aburrida que no lo era.
El llamado Caderú en Maracaibo era un pantalón que se iniciaba unas pulgadas debajo de la cintura, los hippies los decoraban con bordados y los decoloraban para cambiarles el color. Los más jóvenes, fuesen hombres o mujeres, usaban esta prenda con cinturones anchos.
Las camisas diferían en color y estampado, pero el estilo general era reconocible. Las camisas ajustadas de los hombres tenían grandes cuellos puntiagudos y tenían patrones brillantes. Estas camisas eran generalmente combinadas con trajes de ocio que eran hechos de poliéster.
El calzado por excelencia de los años 70 era el zapato con plataforma. Tanto hombres como mujeres los usaban, sin importar su edad. Las suelas tenían un grosor de 2 a 4 pulgadas (5 a 10 cm) y venían en diferentes colores, a veces incluso transparentes. Estos zapatos no eran cómodos y era difícil caminar con ellos, pero eran el accesorio más notable de los 70.
En Maracaibo se les conocía como los Machotes.
Un tocadiscos que fue exclusivo para la Billos:
La familia Jerez era la favorita del grupo de jóvenes de la Urbanización Urdaneta, al cual yo pertenecía. La familia más apreciada y visitada por todos, su casa era el sitio de reunión para conversar de cualquier tema, los populares brollos, para tomarse un café negro ligero colado con filtro de tela, el popular guayoyo, para jugar cartas, dominó y ludo, para ver la televisión y también para asistir como invitados al festejo de los cumpleaños de una familia muy numerosa: la sra Beneda y la Doña, Rafa, Dalia, Esperanza, Cachito, Agustín, Jorge, Anita, Petra y Yajaira. A todos ellos les envío un reconocimiento público por lo que significaron en mi formación humana.
Los Jerez tenían un radio tocadiscos Crown V Stereo, de origen japones, de color marrón claro, que se asemejaba a una maleta, era de muy buena calidad y tenía incorporado dos parlantes para el sonido a ambos lados. Si estaba cerrado podía utilizarse como radio AM, que era lo disponible en los años 1970. Al abrirse, dejaba al descubierto un plato para reproducir el sonido de discos de acetato de 45 y 33 RPM.
Lo curioso, y ruego me disculpen si exagero, es que creo que el citado tocadiscos era alérgico a cualquier acetato que no fuera de la Billo´s Caracas Boys, los expulsaba, tal cual los CD de los laptops. Cuanto nos gustaba escuchar y bailar todos los géneros musicales de esta primera orquesta de los venezolanos, los boleros de Felipe Pirela y José Luis Rodríguez, las guarachas de Cheo García, los pasodobles de Memo Morales y todos ellos en seguidillas en los famosos Mosaicos. A bailar muchachos.
La Billo's Caracas Boys es una orquesta musical venezolana fundada por el dominicano Billo Frómeta en 1940, la cual dirigió hasta su muerte en 1988. La influencia primordial de la orquesta, desde sus comienzos, fue la música caribeña, sobre todo la música caraqueña, costeña colombiana y la música cubana, y armaron un repertorio compuesto por porros, guarachas, boleros y merengue dominicano y merengue caraqueño que luego les daría un gran éxito en Venezuela y en Colombia por interpretar "Millonarios Será Campeón" homenaje al equipo Millonarios F.C., en otros países del Caribe y en las Islas Canarias. La popularidad de esta orquesta en las festividades decembrinas en Colombia y Venezuela ha hecho que su éxito "Año Nuevo" se haya convertido en un himno cada año. Por la orquesta han pasado 40 cantantes y han producido 91 discos.
Un Domingo al lado de los Pepinos:
Domingo era un inmigrante italiano, dueño de una arepera que quedaba al lado del abasto y luego licorería de Los Pepinos. Una arepera en Venezuela, es un lugar destinado a la venta de arepas rellenas como principal platillo y representan todavía en estos tiempos la forma de comida rápida tradicional de Venezuela. La especialidad de Domingo era la arepa rellena con pernil de cerdo (carne de las piernas del cerdo), picado en lonjas pequeñas y acompañado de queso de mano (queso blanco muy suave y cremoso) y se untaban de salsa de tomate, mayonesa y mostaza. A algunas, según la solicitud del cliente, no le colocaba las salsas sino un extracto del jugo de la cocción de la pierna del cerdo, que en Maracaibo se le conoce como agüita de sapo.
La arepera de Domingo era pequeña, en un solo ambiente tenía la cocina, un refrigerador y los materiales y utensilios para preparar las arepas, allí se sentía un calor insoportable. Tenía una placa de cemento que se dividía en dos partes, hacia adentro era el mesón de trabajo y hacia afuera la mesa de los comensales. El cliente podía observar el proceso de preparación de la arepa y mientras se la comía, tenían que soportar a los otros clientes en espera, que hablaban, ordenaban y pasaban sus brazos para recibir refrescos (gaseosas) y otros despachos del arepero. Era un sitio que podía catalogar de inhóspito, mas eso no impedía regresar para comerse una de las mejores arepas rellenas que me he comido en mi vida. El ahorro de cualquier dinero en la semana tenia su destino en las arepas de fin de semana de Domingo.
En Venezuela, uno de los tipos de arepa más popular es la reina pepeada, la cual se sirve rellena con una ensalada de gallina y aguacate con mayonesa. También se le puede agregar queso gouda rallado en grueso, en este caso se hace llamar la sifrina, principalmente en Caracas.
Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.
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