Los Bolivarianos (de todos, estos son los únicos buenos):
El espectáculo con un lleno total del estadio Luis Aparicio, una de las instalaciones del complejo deportivo de Maracaibo, fue extraordinario, sentado sobre un asiento de goma espuma en las insoportables gradas de concreto del centerfield, fui testigo del juego de la final del beisbol entre las selecciones amateur de Venezuela y Colombia. Esto ocurrió en septiembre de 1970, formando parte de las competencias de los VI Juegos Bolivarianos.
Los Juegos Bolivarianos son un evento deportivo multidisciplinario perteneciente al ciclo olímpico, que se lleva a cabo a nivel regional cada cuatro años entre las naciones bolivarianas, aquellas que lograron su independencia gracias al Libertador, el indiscutible e inimitable Simón Bolívar.
Participan, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela. Desde el año 2013 participan como países invitados Chile, Guatemala, República Dominicana, Paraguay y El Salvador. La próxima edición fue reprogramado para junio del 2022 en Valledupar, Colombia.
Maracaibo se encargó de salvar la sexta edición de los Juegos ante la negativa de Bolivia en 1969 debido a su situación económica, solicitó un año de gracia para adecuar los escenarios y cumplió, porque el 22 de agosto de 1970 adelantó la ceremonia de inauguración. En su edición de 1970, Venezuela resulto el campeón con 191 medallas, de las cuales 76 fueron de oro, 57 de plata y 58 de bronce. Colombia fue le subcampeón y Perú ocupo el tercer lugar.
En el partido de beisbol se destacó la labor de dos insignes deportistas venezolanos, el slugger Antonio Armas con un jonrón decisivo y el pitcheo dominante de Alfonso Collazo.
Ambos peloteros luego desarrollaron su carrera en el beisbol profesional, con mejores resultados para Armas, quien jugó 14 temporadas en las Grandes Ligas, siendo líder en el departamento de jonrones en 1981 y 1984 con respectivas participaciones en esos años en los Juegos de las Estrellas.
Alfonso Collazo, fue un destacado representante de la categoría amateur, resultando el más valioso de la competencia en los Juegos Bolivarianos de 1970, un héroe para el país en toda la extensión de la palabra. Desafortunadamente no destaco en el profesional, siendo su mejor distinción el haber sido nombrado novato del año en la liga profesional de Venezuela en la temporada de 1971. En lo general, 33-37 fue el récord de ganados y perdidos entre los Estados Unidos y Venezuela.
En estos juegos bolivarianos se destacó la actuación de la nadadora colombiana Olga Lucía de Angulo Irragori con 10 conquistas, siete con nueva marca para los Juegos y tres de carácter suramericano, sin embargo, no fue reconocida como la única mejor atleta ya que debió compartir ese galardón con el peruano Juan Carlos Bello, también nadador, quien sumó doce laureles.
Olga Lucía de Angulo, segunda de izquierda a derecha.
La Guardia Nacional (los malos de siempre): Para asistir a las clases de secundaria en el liceo Coquivacoa en Maracaibo, era necesario tener provisto los textos recomendados por el Ministerio de Educación de Venezuela, cuadernos, otros útiles y el tradicional uniforme, que para esos años consistía para varones, de un pantalón beige tipo kaki, camisa manga corta de color blanco y zapatos de color negro.
Los pantalones de Kaki, son prendas de algodón que surgieron gracias a los uniformes militares que los británicos utilizaban en la India y que pintaban con polvo y extracto de hojas de té verde para refrescarse y camuflarse. El furor de este tipo de pantalones se desató gracias al uniforme del ejército norteamericano, el cual se convirtió en la prenda habitual de la Segunda Guerra Mundial y más adelante se hizo más popular con la marca Dockers en 1986. Para los años 1960 y 1970, la marca de pantalones de Kaki más famosa era la Fuge, que solo se podían adquirir con compras en la frontera venezolana-colombiana en el puerto libre de Maicao, o a través del contrabando.
En una oportunidad, toda mi familia, padre, madre y hermanos, viajamos a Maicao en la Goajira Colombiana, en la época cuando era necesario transbordar el rio Limón, y adquirimos los uniformes y ropa de vestir. De regreso y ya en territorio venezolano, a mi papa se lo ocurrió la idea de que nos colocáramos encima varias prendas de vestir, para intentar pasar los controles de la aduana y de alcabalas en el camino. Esta acción resulto fallida ante la revisión de efectivos de la Guardia Nacional, con algunos funcionarios que sin importar nuestra corta edad, fuimos obligados de mala manera, con insultos y amenazas a dejar la ropa en exceso. Esa acción lejos de considerarse justa para protección de los intereses de la nación se notaba que era para aprovechamiento propio.
El contrabando se remonta a décadas atrás y ha hecho que, en efecto, un volumen importante de productos se desvíe hacia el consumo de los países a un lado u otro de la frontera. La gente no mira en dónde son hechos los productos, sino donde se consiguen y a mejor precio. El precio definitivamente es el resultado de las barreras a las importaciones que se imponen para proteger a la producción nacional y el valor de la moneda en cuanto a una referencia que es el dólar, los subsidios y los controles de precios de los productos, generan un fenómeno de alta incidencia en los consumos entre diferentes países. Es una situación irreversible y de difícil manejo. Con los controles severos de las fuerzas del estado, lo mas probable es el aumento de la corrupción de los funcionarios.
La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) es uno de los cinco componentes que conforman la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Es el tercero más numeroso de la FANB, por detrás del Ejercito Bolivariano y posee presencia en todo el territorio nacional a través de sus distintos comandos y unidades, divididos en todas las áreas terrestres, marítimas y aéreas.
Dichas unidades tienen la misión de preservar el orden interno de la nación, en apoyo a las fuerzas de seguridad civiles de la república y en apoyo a los otros componentes de la FANB en una situación de crisis.
En la actualidad, existen un gran número de denuncias sobre la Guardia Nacional en su acción contra manifestantes antigubernamentales e inclusive que han trabajado con grupos paramilitares afectos al gobierno, denominados 'colectivos' para afectar y dispersar a los manifestantes. El Cartel de los Soles se ha descrito que está formado por miembros de alto rango de las fuerzas armadas venezolanas, incluyendo la Guardia Nacional y en los grupos más bajo del estamento, los guardias nacionales compiten entre ellos por posiciones en los puestos de control fronterizos en donde aceptan sobornos por comercio ilícito.
Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.
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