El perfil del cargo facilita a las empresas la selección de los postulantes a determinado puesto, para conformar ternas que permitan dar con el candidato mejor calificado. El perfil del cargo define las características, tareas y responsabilidades que involucra un puesto de trabajo, así como las aptitudes, cualidades y capacidades que debe tener el profesional que lo ocupe. Uno de los principales problemas que las compañías enfrentan al momento de atraer el talento a la organización, es aplicar un criterio erróneo de preselección de aspirantes.
Una vez que Chávez tomó el control en la estatal petrolera en el año 2003, se desbordó en una extenuante publicidad del triunfo, siguiendo la misma pauta de anexarle el protagonismo al pueblo y a su gente. Ya había quedado atrás el vacío de los más de 18 mil trabajadores despedidos y en la empresa se quedó la descripción de los cargos anteriormente ocupados por ellos. Esta información pasó desapercibida para la selección y empleo de los reemplazos, en esos primeros tiempos de la necesidad de gente en la empresa.
En las propagandas televisas se presentaba el estereotipo del nuevo trabajador de Pdvsa, marcadamente orientado hacia la ideología política del gobierno de turno y muy alejado del cumplimiento de los requerimientos descritos en sus perfiles. Dos de los casos presentados en dicha publicidad engañosa, resultaron emblemáticos de la desidia con la que actuarían para hacer desaparecer la empresa.
Uno de esos reemplazos mostraba la ficha de la empresa guindada en su pecho y muy emocionado comentaba, que, se desempeñaba como mesero y cantante a destajo, en sitios nocturnos y que iría como líder de los despachos de crudo en Puerto Miranda, en la costa oriental del lago de Maracaibo. La entrevista se efectuó en el propio boulevard del Paseo del Lago en Maracaibo, justo en la ribera opuesta al mencionado puerto.
Con un paneo de fondo del camarógrafo, se mostraban a varios buques petroleros que permanecían fondeados en las aguas del lago. El reemplazo señalaba con su mano a los buques e interpretaba que eso era una clara señal de la recuperación y de la eficiencia de la nueva empresa, la Pdvsa roja.
Los buques estaban esperando para ser atendidos en el comentado Puerto Miranda, el más grande puerto de embarque petrolero del país. Su presencia allí en una especie de cola de usuarios, era, por el contrario, una señal inequívoca de ineficiencia. O bien no se disponía del volumen de petróleo con la calidad requerida por el cliente, o no se podían despachar por algún desbarajuste operativo o administrativo. Ese tiempo de espera, había que reconocérselo al arrendatario de los buques con un pago de flete. Aquí el barco parado si ganaba flete y es por eso, que la atención inmediata se constituía en uno de los principales indicadores de la gestión de la gerencia de coordinación y suministro de la Pdvsa anterior, la azul. Mantener bajo el indicador del tiempo de atención y estar dentro de una ventana acordada previamente con el arrendatario del buque, indicaba la optimización del proceso y es por eso, que casi nunca se observaba un buque tanque fondeado en el lago. Este reemplazo evidentemente no tenía los atributos del perfil del puesto y lamentablemente en su caso, el aprendizaje sería más complicado, dado de que venía laborando con un modo de contratación a destajo, una figura en donde se cobra en concepto del trabajo realizado y no del tiempo empleado.
Una mujer también recién empleada, mostraba con mucho orgullo su reciente carnet de Pdvsa. En este caso, la entrevista se efectuó en los jardines del Edificio Miranda en Maracaibo. En voz alta, más bien altanera, contaba que ella se había ganado su empleo, por haberse plegado a la defensa de Chávez en contra de los trabajadores traidores y alzados de Pdvsa…. Una mañana pasé en un autobús por el frente de este edificio, cuando me dirigía a atender un puesto de venta de verduras en el mercado Las Pulgas y al observar a una aglomeración de compatriotas con consignas a favor de Chávez, me bajé del autobús y fui una más en lanzar piedras a ese grupo fascista de trabajadores, que estaban reunidos y protestaban con vivas y arengas en el estacionamiento, muy cobardes ellos, al no salir a manifestar a las calles. Parecían unos pendejos con ese canto de “Ni un paso atrás”.
Yo tenía buena puntería con las piedras que lanzaba y creo que acerté con varios, pero me llevo un gran pesar por no haberle dado a quien era su líder, un flaco alto, blanco y con lentes, a quien lo llamaban Mateo.
Ella mencionó al final de la entrevista, que estaría en Asuntos Públicos, para reemplazar a un despedido del grupo de Inversión Social.
A este reemplazo se le evaluó con méritos para ocupar ese cargo, ya que, por proceder del mismo pueblo y defenderlo a piedra limpia, conocía de sus necesidades mejor que cualquiera. “Prometo que nunca faltara el apoyo de Pdvsa a las ferias de las verduras. He dicho”.
Antonio Jimenez.
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