En agosto de 1988 finalicé mi asignación de trabajo en Shell en La Haya y de vuelta al país a Caracas. En ese mismo mes y luego de casi 8 años, finalizó la guerra entre Irán e Irak, sin un claro vencedor y saldos lamentables en vidas humanas y en la economía de ambas naciones. En Irán, el ingreso petrolero pasó de $20 mil millones en 1982 a $5 mil millones en 1988 y en esa caída estuvo presente una disminución de la producción por daños a la infraestructura de pozos e instalaciones.
En Shell se recibió un requerimiento para un estudio que permitiera la reactivación de uno de los principales campos de hidrocarburos en Irán. El estudio le fue asignado a uno de los ingenieros de yacimientos del grupo y por dicho motivo fue mudado de oficina, para mantener la confidencialidad de la información y del estudio. En una plática informal que sostuve con dicho ingeniero, me comentó que era el estudio más fácil que había efectuado en su vida profesional. En efecto, su plan de desarrollo solo incluía algunas reactivaciones de pozos existentes y la perforación de pozos gemelos como reemplazos de los más dañados por efectos de la guerra. La destrucción de una industria petrolera por un evento bélico es muy lamentable, pero que sea en época de paz y como consecuencia de una inmensa ineptitud y corrupción, resulta en una aberración, como actualmente en Venezuela.
Las medidas de seguridad para mantener la confidencialidad de la información en Shell, eran muy estrictas y en su fiel cumplimiento se involucraba al personal de seguridad que validaba que todo estuviera guardado bajo llaves en archiveros y en las gavetas de los escritorios. En una ocasión fui advertido de una falta de estas medidas, cuando un guardia de seguridad me dejó un aviso con una planilla típica para infractores, la cual dejó sujetada con su mitad hacia adentro de mi gaveta, siendo eso solo posible si la gaveta previamente estaba abierta.
En 1988, también se le solicito a Shell un estudio integrado del campo Caño Limón en Colombia e igualmente al ingeniero asignado lo movieron de su oficina para resguardar la confidencialidad de la información y en este caso a salvo de los ingenieros del país vecino, Venezuela. El campo Caño Limón está ubicado en el municipio de Arauquita, y la ciudad de Arauca del departamento de Arauca, Colombia, muy cercano a la frontera con Venezuela. El campo fue descubierto en 1983 por una empresa subsidiaria de la OXY y le permitió a Colombia convertirse en un exportador de petróleo después de años como importador. La exploración con éxito, trae estos agradables resultados en la economía de los países, sacarlos del menú de actividades de la industria no es conveniente.
El ingeniero asignado para Caño Limón, de origen chino nacido en Malasia y de nombre Edmond, fue mi compañero (room mate) hasta que esa decisión lo llevo a otra oficina.
Edmond tenía su propio ordenador personal Macintosh II, que contaba con un monitor con lectores de disquetes de 3 1/2", teclado, mouse y discos externos. Todos los días cargaba todo el peso de esos equipos en su espalda, en un gran morral en donde lo llevaba de ida y vuelta de la casa a la oficina.
Edmond era un profesional muy inteligente y pionero en el uso de las hojas de cálculo de métodos analíticos y de gráficos, incorporándolos a sus estudios. Pero también creaba y guardaba unos archivos con los resultados más relevantes de su trabajo, con fines de tener documentada su historia profesional para aspirar a cargos de mejor posición en Shell. En esta documentación también incluía los aportes profesionales de sus competidores más aptos, para programarse sus tareas, de manera de que le dieran ventajas para el ascenso. Generalmente y en voz alta expresaba que odiaba a la gente que no le daba una atención seria al trabajo.
Mi trabajo en Shell, consistió en efectuar la ingeniería de yacimientos, la integración con la geología y la petrofísica y la redacción de un estudio de un yacimiento del lago de Maracaibo. De ese estudio se generó un plan de actividades de pozos, con la finalidad de optimizar la recuperación de petróleo. El estudio fue documentado en un voluminoso reporte que incluía tres cuerpos, en uno principal estaba el texto escrito en el idioma inglés y en los dos siguientes cuerpos, se anexaba la información de pruebas y análisis que soportaron el estudio.
En esa época, el proceso de drafting, que es preparar una versión preliminar para revisión, se efectuaba con una escritura a mano, en varios blocks de papel tipo tesis, para su posterior tipeo a máquina en un pool de secretarias. Para las figuras se requería el trabajo de un centro de dibujantes técnicos. El trabajo lo recuerdo como exigente de un gran esfuerzo, muy laborioso, agobiante y de mucho stress para terminarlo en pocos días y eso me obligo a una dedicación extra horario en el ático de mi casa por 15 días. Mi regreso a Venezuela, no espero por la versión corregida, pero una vez recibida en un tiempo después en Caracas, pude notar que fue poco modificada y eso me dio mucha satisfacción.
Para mi agasajo de despedida se efectuó un almuerzo en un restaurante de los que ocasionalmente se instalaban solo en verano en el área de playa de Scheveningen.
Me regalaron un retrato en caricatura que era típico para los homenajeados. En mi caso me representaron como un charro a caballo cruzando el atlántico y llevando a mi esposa con un traje típico holandés.
Las palabras de despedida las dio un inglés de apellido Jolly, con un tema medio jocoso, en torno a mis continuas ausencias del trabajo por los numerosos cursos que la empresa seleccionaba para mi asistencia. Mas que Jolly parecía Jeaulos.
En los últimos días en los Países Bajos nos hospedamos a los 20 meses de nuestro arribo, en el mismo hotel de nuestra llegada, el Carlton Beach en el área de playa de Scheveningen. Ya él bebe que llego de un mes, caminaba, alcanzaba y podía abrir las puertas del hotel. El tiempo pasó y se disfrutó.
Antonio Jimenez.
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