Relatos (6): una mente rumiante.

V'Osorio, el nacido en Haticos por arriba en Maracaibo y ahora viviendo en Tamare en la costa oriental del lago, no tuvo un buen año 2024 en lo referente a su salud, con una intervención quirúrgica de emergencia por una obstrucción intestinal y con la afectación orgánica por el sobrepeso de varias decenas de kilos sobre el máximo permitido para su mediana, tirando a baja estatura. Esos asuntos ahondaron sus pensamientos sobre el tiempo de su permanencia terrenal, que era el tema preferido de sus angustias y miedos.

Con todo y eso, V'Osorio participó en las elecciones del 28 de julio en Venezuela y, al igual que la mayoría indiscutible de la población, apoyó para que se diera un cambio en la dirección de su país. Esa inmediata luz de esperanza para el país y para ayudar a resolver la situación anímica del propio V'Osorio se extinguió al no ser reconocido el triunfo holgado de la oposición y, lamentablemente, repotenció el círculo vicioso a su alrededor.

Con el embate de la represión del régimen de Maduro hacia una población indefensa y en protesta post electoral, no se respetó ni la gravidez de algunas mujeres ni la edad de ancianos y niños. El régimen transitó de esa manera tan cobarde por un fraude y por un golpe de estado institucional, mientras se engalanaba con el secuestro y encarcelamiento de más de dos mil personas y el asesinato de más de dos docenas de mártires de la democracia.

Con esa situación tan aberrante, V'Osorio siguió avanzando hacia el destino más probable de quien ve todo negro y sin futuro, y cayó en un estado depresivo que le ha tomado inmisericordemente casi un año de su vida hasta lo que se avanza del año 2025.

V'Osorio llegó a ser considerado con un alto potencial para alcanzar un puesto de la dirección de la petrolera estatal venezolana. Él era un poseedor de una mente brillante que le proporcionaba buena imaginación, concentración, respuesta oportuna, alta resiliencia y rebeldía frente a las ideas establecidas. Esos atributos genéricos estuvieron mejor reconocidos para esa distinción sobre la falta de estudios de postgrado y de la exposición profesional ante el mundo con asignaciones de trabajo, los cuales nunca arribaron a su currículo. 

A la salida de PDVSA en el 2003 y con la ocurrencia de otros eventos complicados y dolorosos para la vida personal de V'Osorio, la interacción entre su mente brillante y su cuerpo se magnificó en ambos sentidos. Los factores psicológicos contribuyeron al agravamiento de los trastornos físicos y las enfermedades orgánicas le afectaron la forma de pensar o el estado anímico. El estado depresivo empeoró los efectos de la enfermedad orgánica y se añadió a sus padecimientos.

La mente prodigiosa de V'Osorio también resultó ser una mente rumiante brillante, dado su tendencia a repetir y analizar obsesivamente pensamientos, preocupaciones o recuerdos, especialmente negativos, sin llegar a una solución. Su mente rumiante masticaba una idea una y otra vez sin poder dejarla ir. La rumiación prolongada le afectó negativamente el estado de ánimo, aumentándole la ansiedad y la depresión, dificultando la concentración y la solución de problemas.

Las personas más inteligentes suelen tener una mente más rumiante y se sienten desplazados de una realidad en la que no se suelen sentir identificados. Todo ello incrementa el riesgo de sufrir un trastorno emocional. Una mente brillante como la de V'Osorio, por muy rumiante que también sea, puede establecer las pautas para retomar y navegar en un círculo virtuoso.

La familia y amistades de V'Osorio lo esperamos.

Antonio Jiménez.