Introducción:
En una escena de la película Aquaman, se origina un tsunami que arrastra a las costas de todo el mundo, una gran cantidad de desperdicios sumergidos en los mares, entre los que se encontraban muchas embarcaciones de gran tamaño. Esta acción de limpieza de la contaminación marina era parte de un plan del rey Orm, medio hermano de Arthur (Aquaman) para conquistar ambos mundos, terrestre y marino.
Dejando la ficción de un lado, en el mundo existen más de 3 millones de navíos que se han perdido en los océanos, bien sea después de un accidente, debido a las condiciones climáticas desfavorables o a las guerras. En náutica, el naufragio (hundimiento) es el proceso por el que una embarcación se hunde mientras navega. En ocasiones el término naufragio se utiliza también para designar los restos de un barco hundido totalmente o parcialmente en el fondo del océano. Estos naufragios han sido repartidos por todo el panorama oceánico durante siglos.
Muchas embarcaciones han sido rescatadas por ser una operación factible y respaldada por su viabilidad económica, como la de un rentable negocio turístico. Obviamente, la clave para la recuperación de un buque es la profundidad a la que se ha sumergido y el tamaño del pecio (resto de una nave que ha naufragado). Si la tecnología existe y los costos no son enormes, la operación se puede intentar.
El Maine, un acorazado norteamericano que se hundió en la bahía de la Habana en 1898, después de una explosión aprovechada por los Estados Unidos para excitar la guerra contra España, fue reflotado en el año 1912. Se trataba de hacer una investigación de lo ocurrido, por técnicos de EE. UU y de llevar al cementerio nacional de Arlington, en Washington, tanto los restos de 80 tripulantes que habían quedado atrapados, como el mástil del navío. Todo eso se hizo sin gran dificultad por que el hundimiento no se había producido en aguas profundas.
Más tarde, las dos guerras mundiales han dado muchos casos de hundimientos parciales y reaprovechamientos de buques históricos. La bahía de Pearl Harbour es un museo homenaje a algunos de los acorazados hundidos por la flota japonesa; algunos yacen en el fondo, a la vista de los turistas.
Otros muchos buques, sin embargo, jamás han tenido esa suerte. La mayoría de los que se hunden y hay miles, desde la época fenicia, son abandonados porque no hay posibilidad alguna de rescatar su mercancía. Se ha dado otro caso, que se enmarca dentro del concepto de una profanación de tumba, como el de tres buques británicos hundidos por los japoneses durante la batalla del Mar de Java en 1942 y cuyos restos fueron redescubiertos en el año 2002. En el 75º aniversario de la batalla con imágenes en 3D, se observaron grandes agujeros en el fondo marino donde solían estar los buques. Los expertos opinan que remover los naufragios habría supuesto una gran operación. La pérdida de vidas durante esta batalla obliga a que los sitios sean respetados y no se alteren sin el consentimiento expreso de la nación en deuda.
No hay lista de naufragios que esté completa, sin el más famoso de todos ellos. El Titanic, se hundió el 14 de abril de 1912, y la ubicación en donde yace en el fondo del mar fue descubierta en 1985, a unas 370 millas al sureste de la costa de Terranova, a una profundidad de unos 3800 metros.
Miles de millones de dólares (en forma de tesoros) se encuentran en el fondo del mar a la espera de rescate. El monto de los tesoros parece justificar el que las empresas privadas de rescate entablen larga batallas legales, que pueden durar décadas, con los gobiernos que reclaman la propiedad de los barcos o sus derechos sobre las aguas territoriales. Además de que expertos en arqueología los señalen bajo sospecha de saqueo.
El San José fue un galeón del Imperio español, construido en 1698 y en 1708 junto con el San Joaquín y otros barcos de la flota española zarpó de Cartagena de Indias cargado con lingotes, monedas de oro y plata, además de otras mercancías; todo con un valor total de 11 millones de pesos en la época o 5000 millones de dólares actuales. La flota fue atacada por barcos ingleses y se hundió con su cargamento en la Batalla de Barú (en la península de Barú, actual mar de Colombia). El galeón fue encontrado el 27 de noviembre de 2015 en las costas cercanas a Cartagena de Indias. El hallazgo fue anunciado por el presidente colombiano Juan Manuel Santos y hay planes de crear un museo en Cartagena con los restos que se extraigan del hallazgo arqueológico.
Los submarinos navegan en las profundidades de los océanos, fueron creados para no ser vistos y tienen una enorme importancia estratégica. Ya sea por lo secreto de sus operaciones, o por la reserva con que las fuerzas armadas de los países suelen encubrir las diversas contingencias por las que atraviesan estos particulares sumergibles y quienes los conducen, no existen demasiados antecedentes de rescate de submarinos varados en la profundidad de los océanos. De los casos más conocidos, está el rescate del submarino Squalus (1939), considerado el mayor rescate de la historia, con 33 tripulantes con vida de los 59 totales.
Las Pérdidas:
Son tres eventos de muchos, pero seleccionados para este post por tener un factor común en sus hallazgos.
El SMS Scharnhorst fue un crucero acorazado de la Armada Imperial Alemana, botado al mar el 24 de octubre de 1907. La escuadra de cinco buques a la que pertenecía enfrentó y hundió a los cruceros británicos HMS Good Hope y HMS Monmouth en la Batalla de Coronel, en la costa de Chile, el 1 de noviembre de 1914. El 8 de diciembre de 1914, los cinco cruceros de la escuadra, intentaron atacar Stanley, en las islas Malvinas con la intención de obtener carbón, ignorando que allí se encontraba anclada una escuadra inglesa. Enfrentadas ambas escuadras, se dio inicio a la llamada Batalla de las islas Malvinas. El SMS Scharnhorst se perdió en el mar con toda su tripulación, y junto a toda su escuadra.
El Minerve, era un submarino de la Marina Nacional de Francia, desapareció el 27 de enero de 1968 con 52 tripulantes a bordo. Su búsqueda comenzó el 28 de enero y terminó, infructuosa, el 2 de febrero de 1968. Un año más tarde, volvió a realizarse una búsqueda durante 13 días, también sin éxito.
El ARA San Juan era un submarino de fabricación alemana. El 2 de diciembre de 1985 fue recibido por la Armada Argentina y el 15 de noviembre de 2017 desapareció en el Mar Argentino con 44 personas a bordo, 43 hombres y 1 mujer, posiblemente a causa de su hundimiento como consecuencia de una implosión. Dieciocho países colaboraron en la operación de búsqueda y rescate, pero quince días después el gobierno argentino consideró que no había posibilidades de encontrar vivos a los tripulantes y ordenó dar por terminada la búsqueda de sobrevivientes, continuando con las operaciones destinadas a hallar la nave.
Las Búsquedas:
El Seabed Constructor es un buque offshore multipropósito contratado desde diciembre de 2016 a la compañía británica de prospección hidrográfica Ocean Infinity, con sede en Houston, Texas, Estados Unidos. El barco está diseñado para realizar estudios geofísicos y geotécnicos del lecho marino, apoyar la construcción o demolición de estructuras submarinas, realizar operaciones de excavación de zanjas y servir como plataforma de ROV (Remotely Operated Vehicle) para los vehículos submarinos autónomos y vehículos de superficie no tripulados de la compañía.
El Seabed Constructor participó en la búsqueda del vuelo 370 de Malaysia Airlines, por 90 días; la misión terminó sin éxito a mediados de junio de 2018.
A pesar de este fracaso en la localización de este avión de pasajeros, este buque tuvo marcado éxito en la localización de los dos submarinos y el crucero acorazado cuyos hundimientos fue reseñado con anterioridad.
Los Hallazgos (los tres en un año).
El Seabed Constructor fue contratado por la Armada Argentina para buscar el submarino desaparecido ARA San Juan. El 10 de septiembre de 2018 inició la búsqueda y el 26 de octubre, a 45 días de iniciadas las operaciones, la empresa anunció sorpresivamente que consideraba inútil continuar la búsqueda y que suspendería las operaciones hasta febrero del próximo año 2019, con el fin de analizar la información recogida. El anuncio generó indignación entre los familiares que denunciaron a la empresa de no tener interés en encontrar el submarino. La presión pública obligó a la empresa a reconsiderar su decisión y reiniciar la búsqueda durante quince días adicionales, para cumplir el plazo mínimo de 60 días establecido en el contrato.
El 17 de noviembre de 2018 el Seabed Constructor encontró al submarino ARA San Juan a un año y dos días después de su desaparición, a 907 metros de profundidad muy cerca del llamado “punto dato Cabo de Hornos 1”, considerado como el lugar más probable desde el momento de la desaparición. La Armada Argentina confirmó el hallazgo el 17 de noviembre de 2018, tras una observación realizada con un ROV por la empresa estadounidense Ocean Infinity.
El sitio está ubicado a unos 500 kilómetros de la costa, a la altura de Comodoro Rivadavia, en el talud continental. La empresa recibió un pago de 7,5 millones de dólares (6,57 millones de euros) que estaba supeditada al éxito
El 22 de julio de 2019, el gobierno francés anunció que los drones (ROV) lanzados desde el Seabed Constructor habían encontrado el submarino francés Minerve, perdido en el mar en 1968. Tuvo que pasar más de medio siglo para que se localizaran sus restos, después que, en el año 2019, se reanudó su búsqueda gracias a la insistencia de los familiares de los marinos desaparecidos, que nunca perdieron la esperanza. Y fue justamente el navío Seabed Constructor, el mismo que halló al submarino Ara San Juan el 17 de noviembre de 2018.
El Seabed Constructor, que fue el que acabó dando con el submarino después de que los especialistas acotaron una zona donde era probable que se encontrara. Para eso se utilizaron, entre otras cosas, señales sísmicas y una cartografía del fondo marino. El submarino estaba a casi 2400 metros de profundidad y a 45 kilómetros de la costa de Toulon, en el sur de Francia. La solución del misterio, todavía no enteramente aclarado, sigue sin saberse, o revelarse: qué causó el hundimiento del "Minerve".
En esta ocasión, también participaron en la búsqueda otro barco de prospección oceánica, una nave no tripulada submarina y el submarino Nautile, que previamente exploró los restos del Titanic.
El 4 de diciembre de 2019, a 105 años de su hundimiento, los equipos de búsqueda de Seabed Constructor también localizaron los restos de SMS Scharnhorst, el buque insignia del Escuadrón de Asia Oriental del Imperio Alemán, a una profundidad de 1,610 m (5,280 pies), a 181 kms al sureste de las Islas Malvinas.
El descubrimiento es un gran avance en la búsqueda para localizar todos los barcos que conformaban el escuadrón alemán hundido durante el combate. La búsqueda comenzó en el centenario de la Batalla en diciembre de 1914, pero resultó al principio sin éxito.
Ciento Cinco años más tarde la misión se reanudó utilizando la última palabra en materia y equipos para búsqueda bajo el mar. Operando desde la nave de investigación de fondos marinos, Seabed Constructor, la operación involucró el despliegue de cuatro vehículos subacuático autónomo, explorando un cuadrante de aproximadamente 4.500 kilómetros cuadrados de fondo marino.
Peinando metódicamente el área designada, y utilizando incluso equipos de escáner con sonares laterales y una sonda acústica multi-haz, el Scharnhorst fue descubierto en el tercer día de la búsqueda a unas 98 millas náuticas al sureste de Port Stanley a una profundidad de 1.610 metros.
Rescates:
Los rescates de estas naves no esta considerado viable en los actuales momentos.
Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.
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