La piratería es una práctica de saqueo organizado en la cual una embarcación ataca a otra con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave.
Los corsarios, fueron unos marinos y buques contratados por un Estado, quienes adquirían la condición militar mediante patente de corso para atacar y saquear las naves de un país enemigo. Al disponer de una patente de corso, se ofrecían garantías para ser tratado como soldados y no como bandidos, ladrones o asesinos.
Los corsarios saboteaban el tráfico marítimo de las naciones enemigas de ese gobierno, generalmente hundiendo sus naves y, en algunas ocasiones, saqueando o secuestrando en sus puertos.
La diferencia teórica entre un pirata y un corsario radica en la legalidad de sus actos. Ambos grupos se dedicaban a saquear barcos, pero los piratas lo hacían violando las leyes por beneficio propio, en paz o guerra, contra cualquier enemigo, mientras que los corsarios lo hacían sólo en tiempos de guerra y bajo el permiso de un gobierno incorporado a su pabellón naval, que se lo otorgaba para acabar con el tráfico marítimo y así debilitar a la nación enemiga.
Sin embargo, a lo largo de la historia muchas veces el límite se vuelve difuso por la propia naturaleza de la cuestión, ya que los gobiernos en guerra daban autorizaciones, muchas veces indiscriminadamente, permitiendo que los particulares realizarán actos de piratería bajo un marco de aparente legalidad.
Los piratas son, en muchas ocasiones, considerados héroes nacionales en sus países, pese a practicar lo que se llamaría robo o secuestro. Los piratas clásicos se van haciendo corsarios, que es una postura más cómoda, pues actúan siempre dentro de un orden legitimado y bajo la protección de la ley. La percepción de los corsarios depende obviamente del observador: para los atacados son simplemente piratas, o mercenarios sin escrúpulos, mientras que para sus connacionales son patriotas e incluso héroes. En Inglaterra, la piratería se convirtió en un negocio legítimo, actuando la monarquía como empresarios marítimos otorgando las patentes a cambio de parte del botín conseguido.
Asimismo debe tenerse en cuenta que estos corsarios muchas veces eran comerciantes que vendían productos muy necesarios para los colonos y compraban a buen precio los artículos. Por lo tanto, en muchas ocasiones, la presencia permanente de piratas en el casi despoblado Caribe insular era bien vista, e incluso necesaria.
En algunos casos, después de expirada la licencia o acabada la guerra, los corsarios vuelven a actividades privadas como ricos burgueses que incluso son condecorados. En Inglaterra existen monumentos levantados a algunos corsarios, considerados como héroes.
Sin embargo, no todos los corsarios consiguen el título de caballero. Algunos de ellos, una vez acabado el conflicto que propició la expedición de su patente, continúan su actividad convertidos en simples piratas.
En esa época, a los simples aventureros y ladrones se les dió el nombre genérico de bucaneros, pues sus tripulaciones se nutrían de habitantes de las islas que preparaban y vendían carne al bucán, es decir, ahumada. Sembraron el terror y la desolación en las poblaciones situadas en el Golfo de México y el Caribe, las cuales fueron los lugares más castigados, víctimas de saqueos, asaltos y asesinatos.
Pero esta situación fue cambiando a medida que las colonias iban aumentando en población, y la metrópoli fue invirtiendo en la flota, defensas y guarniciones. De esta forma, a finales del siglo XVI los principales piratas y corsarios habían muerto o estaban prisioneros.
En la Isla de la Tortuga (frente a las costas de Haití), los bucaneros tuvieron una base internacional durante los siglos XVII y XVIII. Formaban una asociación llamada “Cofradía de los Hermanos de la Costa”. No se conoce el preciso origen de esta cofradía, pero se sabe que llegó a elaborar una constitución que regiría sus vidas. Se presume que era transmitida por tradición oral, ya que no se han encontrado registros escritos al respecto. Incluía entre otros preceptos, la ausencia de prejuicios de nacionalidad ni de religión, necesaria para albergar católicos con protestantes e ingleses con franceses; la individualidad como materia de crítica, evitando la propagación de los motivos de las guerras europeas y sus odios; no existía la propiedad individual ya que la isla y los barcos de la cofradía eran de todos y para todos; asimismo la Cofradía no tenía injerencia en la libertad de cada cual, no había cobro de impuestos ni imposiciones de trabajos forzados, ni código penal, los problemas entre hermanos debían solucionarse solamente entre ellos, la participación en travesías era completamente voluntaria y no existía obligación alguna a la hora de componer tripulaciones o armar un ejército.
El espíritu libertario de esta hermandad se modeló necesariamente en las propias características de las vidas que habían llevado sus componentes: proscritos, forajidos y a los tipos más crueles que se presentaban, gente por lo general perseguida, atormentada y desarraigada, que formularon leyes que fomentaban la libertad de su propia sociedad.
Muchos colonos insatisfechos con el provecho que sacaban a sus tierras y deseosos de enriquecerse con rapidez, se les unieron en sus hazañas.
Lo más curioso de esta constitución es la total ausencia de deberes. Los nuevos integrantes eran bienvenidos, ya que esta sociedad se hacía más fuerte cuanto más numerosa era.
Finalmente, otro tipo de bandidos del mar fueron los filibusteros, eran especialistas tanto en el robo y pillaje de barcos españoles como en introducir mercancías de contrabando, sobre todo en Cuba y en las islas cercanas.
Se trataba de tipos sin escrúpulos como sus anteriores colegas, pero tenían costumbres distintas, pues esta nueva especie liquidaba rápidamente el botín conseguido para empezar de nuevo la aventura del pillaje. Tenían a gala un lema: "Contamos con el día en que vivimos y nunca con el que habremos de vivir". Belice fue un importante refugio filibustero durante el siglo XVII. Aunque pertenecía a la Capitanía General de Guatemala, los filibusteros encontraron fácil acomodo allí al estar su costa resguardada por arrecifes y de difícil acceso a través del continente.
Toda esta historia de piratería, patentes de corso, bucaneros, filibusteros y cofradías de los delincuentes e ineptos, está siendo repetido en el siglo XXI en Venezuela, siendo lamentablemente que sus protagonistas sean el propio gobierno y la cúpula militar e integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
En pocos años, los militares, tal genuinos corsarios, abordaron y se hicieron con el control de constructoras, empresas agrícolas, bancos, fábricas de ropa, petroleras y hasta imprentas. También como propios bucaneros y filibusteros, controlan y forman parte de los carteles de droga y del contrabando de combustible por tierra y mar, estando todas estas actividades de pillaje y de robo a la nación amparadas bajo el marco de la ley.
En abril de 2013, el presidente Nicolás Maduro, similarmente a un acto de asignación de una patente de corso, ordenó que los oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) debían constituir en el marco de la zona económica militar un poderosa industria, y a lo largo de los últimos años, la FANB ha ampliado su dominio. Petroleras, constructoras, agrícolas, seguros, bancos, empresas y fábricas de ropa, vehículos y cauchos estructuran el conglomerado.
Desde 1956 hasta 1998, la actividad de la Fuerza Armada se centró en la elaboración e importación de municiones y equipos por medio de Cavim. Durante la administración del expresidente Hugo Chávez se crearon una constructora y una ensambladora de vehículos blindados, pero en la era Maduro el número creció. Se han constituido 14 compañías militares en áreas clave, con lo cual el poderío económico de la FANB asciende a un total de 20 industrias.
Esa zona económica militar que se planteó en 2013, dio paso a un motor industrial militar donde las empresas de la FANB tienen alianzas y apoyos de privados, tal cual la Cofradía de los Bucaneros.
En los lineamientos del Ministerio de la Defensa , el titular del despacho, Vladimir Padrino López, apuntó que era necesario impulsar el motor militar por lo que ordenó a las empresas “aumentar su productividad y eficiencia”. Y agregó que “el aparato militar debía disminuir la dependencia de bienes esenciales y plantearse retos de autogestión y abastecimiento al sector militar y al resto de los sectores del país. El propio asalto al sector privado de la economía.
Con Chávez y Maduro, las patentes de corso otorgadas a los militares, los han convertido en ministros, presidentes de organismos y empresas estatales, y además se han encargado de la administración de los dólares oficiales y de controlar la producción de rubros básicos.
Adicional a esos roles, se les ha permitido tener empresas, con lo cual el mandatario otorga beneficios a cambio de lealtad. Todo ese poderío en contra del sector privado de la economía del país, a los cuales les han mermado su capacidad de producción, como si fueran los representantes de una nación enemiga.
La presencia de un número muy grande de militares en distintos cargos para los cuales no fueron formados profesionalmente, obedece a que se pretende cambiar la competencia, la formación, la experiencia, por la obediencia ciega, la conformación de esas industrias ha sido un incentivo para la lealtad. Comprar lealtades permite la gobernabilidad. Frente a una popularidad de menos del 12 %, el usurpador Maduro, busca mantenerse por diversas vías, siendo el apoyo militar la principal de todas.
El conglomerado militar va desde la fabricación de municiones hasta el mercadeo de agua, uniformes y cauchos.
En el renglón de Armamento, está la empresa Cavim, creada en 1975, la cual se encarga del comercio y fabricación de armamento, municiones, explosivos y otros materiales o equipos. Cavim además de armamento, tiene participación en otras empresas militares en las áreas de transporte y ropa.
En el renglón de Transporte, la FANB cuenta con dos empresas: Emsoven y Emiltra. Emsoven conformada en 2008 tiene como accionistas a Cavim y al Centro Nacional de Repotenciación, propiedad del grupo Yammine. Esta empresa se encarga de producir y comercializar vehículos multipropósito Tiuna, vehículos blindados y convencionales, así como repuestos y accesorios. A Emsoven se suma Emiltra creada en 2013, en su directiva, está Vladimir Padrino, ministro y cabeza de la Gran Misión Abastecimiento Soberano. Esta compañía controla la distribución de rubros básicos, especialmente de los alimentos. En 2013, Carmen Meléndez, actual gobernadora del Estado Lara y para entonces ministra de la Defensa y en cuya gestión se crearon gran parte de las industrias, aseveró que “con Emiltra no vamos a depender de nadie, la logística de la Fuerza Armada tiene que mover todo este plan de transformación, crecimiento, fortalecimiento”.
Las autoridades anunciaron en aquel momento que la compañía apoyaría a los ministerios y en consecuencia ha prestado servicios a Pdval, Mercal, Abastos Bicentenarios, Lácteos Los Andes, y hasta a agroindustrias privadas.
En el sector de la Construcción, el dominio de los militares llega hasta la construcción y producción de insumos. En 2012 fue conformada la Constructora Ipsfa, para el desarrollo de obras públicas y viviendas, por ello, remodeló hospitales e instalaciones militares como el Fuerte Mara y el Fuerte Paramacay. En el 2013 fue constituida la Constructora FANB, para también ejecutar obras y casas, y al igual que la anterior empresa, ha remodelado instalaciones militares y proyectos de entes oficiales. A la cabeza de Constructora FANB está el ministro de Transporte, quien también dirige Cancorfanb, que es la cantera que fue creada en 2014 y que se encarga de la explotación de piedra y arena para la venta de agregados.
A estas tres empresas la administración de Nicolás Maduro les ha asignado elevados presupuestos en los últimos años.
Pero en el área de la construcción, el control militar se extiende hasta la distribución de cemento. Actualmente, las cementeras estatales dan la prioridad en el despacho de ese insumo a las empresas militares, señalan fuentes del sector construcción, quienes añaden que las compañías llevan sus unidades de transporte y de manera inmediata se les asigna el cemento. Después de que se atiende a los oficiales, es que el resto de las constructoras puede adquirir el material.
En el sector del Petróleo, el poderío militar se amplía en el sector petrolero con la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg) aprobada en 2016.
Esta empresa petrolera, minera y gasífera tiene múltiples funciones como la rehabilitación y el mantenimiento de pozos, administración de taladros, apoyo logístico en las instalaciones petroleras, importación y distribución de productos para la industria minera, petroquímica, petrolera y gasífera; prestación de servicios de transporte, construcción y mantenimiento de obras y almacenamiento. Se le han asignado cuantiosos presupuestos en los últimos años y establecido metas de producción de petróleo que hasta ahora han incumplido.
Camimpeg tiene un socio privado Southern Procurement Services (propiedad de venezolanos y registrada en el Reino Unido), y esta alianza firmó con Pdvsa en mayo un acuerdo para incrementar en 30.000 barriles diarios la producción de crudo en Campo Urdaneta (Estado Zulia) y en lo que se invertirán 400 millones de dólares. Total incumplimiento.
Los acuerdos se amplían al área minera y recientemente Camimpeg firmó un convenio con el despacho de Minería para “prestar servicios conexos con procesos mineros y actividades de producción de oro y gas”.
En el sector Agrícola, en el 2013, se creó la empresa Agrofanb. Esta industria es clave en el conglomerado de la FANB. El despacho de Defensa en sus lineamientos indica que la agrícola “forma parte de la estrategia nacional para fortalecer el desarrollo integral y la economía nacional”.
De acuerdo con el plan de siembra notificado por el Gobierno a junio de ese año, Agrofanb y la Corporación de Desarrollo Agrícola, tenían como meta la de sembrar 720.000 hectáreas de arroz, maíz, café y sorgo, para lo cual las autoridades aseguraron que ya contaban con los insumos, total incumplimiento. Agrofanb, es la mayor beneficiada de los insumos para la siembra, de acuerdo con productores consultados. Su presidente, también dirige Agropatria, que se encarga de vender a los agricultores semillas, agroquímicos, entre otros artículos.
Los productores añaden que el grueso de los beneficios es para Agrofanb, que a su vez tiene alianzas con privados como El Tunal, Agroinsumos El Granero, Asoguárico, etc.
Mientras, los agricultores denunciaron que apenas pudieron adquirir 30 % de los materiales que requerían para el inicio de los ciclos de siembra.
En el sector Industrial, los militares importan y fabrican ropa, agua, artefactos eléctricos, muebles y hasta neumáticos. En el 2013, las autoridades anunciaron que la FANB tendría sus industrias, y en 2016 ello se creó el Complejo Industrial Tiuna I, cuyos accionistas son: Cavim y el Grupo Atahualpa. Cuando arrancó sus operaciones, Padrino López apuntó que “esto es parte de la unión cívico militar, es un eje transversal en lo productivo, en lo educativo, en todo”.
Este complejo, de acuerdo con su decreto de creación, hace de todo pues envasa y comercializa: agua mineral que se reparte en las concentraciones oficialistas, productos textiles; artículos de piel; serigrafía; artefactos electrodomésticos, muebles para el hogar y oficina; equipos médicos quirúrgicos; útiles y textos escolares, juguetes, utensilios de cocina; impresión, reproducción y afines; publicidad y propaganda.
Luego se constituyó el Complejo Tiuna II para la siembra y cultivo de algodón, confección de uniformes militares así como prendas de damas, caballeros y niños. Y adicionalmente, se puede dedicar a la importación y exportación de rubros relacionados en el área de alimento balanceado para animales.
El Grupo Atahualpa, según el Registro de Contratista, ha tenido como actividad principal la comercialización de material publicitario, producción de textiles (chemises, franelas), afiches, bolígrafos, pendones, uniformes, imprenta digital, bolsas ecológicas, gigantografías, diseño gráfico, bordado digital y estampado tradicional, estampado digital y estampados.
Al Complejo Industrial Tiuna, se suma Neumalba, que tiene como propietarios a Camimpeg y Covencaucho. Su decreto de constitución indica que esta empresa se encargará de producir y comercializar todo tipo de cauchos, materias primas y equipos. Además prestará servicios de transporte. Esta industria está buscando alianzas con privados, señalan fuentes del sector.
En el sector automotor, la FANB tiene Automotores Ipsfa para la comercialización de vehículos Chery y Venirauto. Sin embargo, no hay detalles de sus operaciones.
La actividad militar se extiende hasta la impresión. Se creó Imprefanb para “explotar el ramo de la imprenta, tipografía, litografía, elaboración de impresas, papelería, libros, revistas, tarjetería, trípticos, encuadernación. También esta industria importará equipos para las artes gráficas.
En el sector Finanzas, el poder de la FANB incursionó en seguros y bancos. Desde 1956 los militares cuentan con Seguros Horizonte, que actualmente es la segunda aseguradora del mercado. Maneja gran parte de las pólizas del sector público. Adicionalmente, está el Banco de la Fuerza Armada Nacional para garantizar servicios “a la familia militar”. Tras su conformación, Maduro indicó que “será un poderoso banco”.
Los militares disponen de su fondo de Financiamiento, el Fondo Negro Primero, que recibe asignaciones del gobierno para financiar la Misión Negro Primero sino también varios de los proyectos que ejecutan las empresas militares.
En el sector de telecomunicaciones, se creó la televisora TVFanb, la cual comenzó sus transmisiones a fines del 2013 y opera como el resto de los medios públicos. “Esta televisión tiene que ser para el país, para que se enteren y puedan ver la hermosa obra que el Comandante Chávez logró al resucitar la doctrina de Bolívar en la FANB”, expresó Maduro cuando aprobó TVFanb.
Los militares cuentan con una empresa para ventas de equipos de telecomunicaciones que se conformó con recursos del Fondo Chino. Emcofanb ofrece equipos de telecomunicaciones e informática y también organiza eventos.
En el área de Servicios, los militares tienen proveedoras de productos y agencia de viajes.
Inversora Ipsfa provee productos y servicios a los militares, como la tarjeta de alimentación, mantenimiento de oficinas y comercialización de mercancías en consignación.
También se incrementó el papel de los militares en el manejo de la alimentación y a través de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, se les permitió controlar la producción y la distribución de las empresas. A esa regulación se añadió la designación de 18 jefes militares para supervisar la fabricación de los artículos básicos y el nombramiento de oficiales para coordinar los mercados municipales.
Las prácticas de la piratería para el saqueo de los recursos de una nación y la utilización de las ventajas geográficas del país como trampolín en el narcotráfico internacional y del terrorismo islámico, han colocado al gobierno y a su cúpula militar como un estado fallido y delincuencial. Es evidente que el principal motivo de estas acciones al margen de la ley, es el beneficio económico de particulares en el poder cívico-militar. También han logrado constituir empresas, inusualmente ubicadas en el sector militar, que abarcan una diversidad de productos y de servicios no comunes en el mundo. Si a eso, se le agrega que las mismas están exenta de las regulaciones como las medidas para evitar el monopolio y la competencia desleal, tendrían garantizada la consecución de utilidades netas incalculables para el beneficio de su socios que serían los mismos de la cúpula militar y del propio gobierno usurpador. Al igual que ocurrió en el pasado con la desaparición de la práctica de la piratería, el fortalecimiento de la democracia y la correcta aplicación de las leyes y la constitución acabara con esta forma perversa de utilizar los recursos de la nación para el beneficio de pocos y en detrimento de muchos.
Enlaces:
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Pirater%C3%ADa
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Corsario
http://cronica.uno/20-empresas-la-fanb-acapara-poder-economico/
Recopilación de la información y Estructuración por Antonio Jimenez.
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