El Presidente de México, solicitó por carta enviada al Rey de España y al Papa, que hicieran un relato de agravios y pidieran perdón a los pueblos originarios de México, por las violaciones que ahora se conocen como derechos humanos, cometidos durante la conquista del país, hace 500 años. España rechazó el contenido de la carta y lamentó que la llegada de los españoles para la conquista de hace 500 años, se juzgue con consideraciones contemporáneas.
Este mismo tipo de reclamo y similar respuesta se han generado anteriormente entre España y otros países latinoamericanos.
En México, la cantidad de monumentos en honor al último líder de la sociedad indígena, conocidos como los Mexicas o Aztecas, es importante en número y en despliegue geográfico a lo largo y ancho del país y también con el nombre de ese líder se bautizó al buque escuela mexicano, entre otras distinciones.
Los Mexicas, fueron un pueblo de filiación Nahua que fundó Tenochtitlán, la cual en el siglo XV se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos Mesoamericano. Los Mexicas condensaron una rica y compleja tradición religiosa, política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística.
Los monumentos y otras distinciones pertenecen a Cuauhtémoc, cuyo nombre significa "Aguila posó", fue el último Huēyi Tlahtoāni Mexica de Tenochtitlan, nació en el año 1496 y asumió el poder en el año 1520, un año antes de la toma de Tenochtitlan por el conquistador Hernán Cortés y sus tropas, murió ahorcado en el año 1525, a los 29 años de edad.
Un Huēyi Tlahtoāni era el gobernante de los Mexicas y otros grupos indígenas aliados, era una especie de rey o emperador.
Pero la historia acontecida con Cuauhtémoc, se repitió a más de 4700 kms al sur, en territorios de los Andes en América del Sur. El líder, Atahualpa y sus indígenas, el Imperio Inca.
Los Incas fueron el mayor imperio en la América precolombina, abarcó 2 millones de kms cuadrado desde el Océano Pacífico hasta la selva Amazónica, desde las cercanías de Pasto en Colombia al norte hasta el Río Maule en Chile al sur. Su centro de poder se ubicó en Cuzco, Perú.
Atahualpa, cuyo nombre significa “El ave de la fortuna”, fue el último soberano inca, nació en el año 1500 y en su camino a Cuzco para su coronación en el año de 1532 fue capturado por el conquistador Francisco Pizarro y murió ahorcado en el año 1533, a los 33 años de edad.
Cuauhtémoc y Atahualpa eran niños cuándo se dió el descubrimiento de América en el año 1492 y eran los jóvenes gobernantes encargados de sus respectivas civilizaciones indígenas durante el período de la exploración y conquista.
Sobre la Conquista de América hay varias interpretaciones que van desde ser considerada una epopeya heroica por la gran extensión de territorios que abarcó en tan corto tiempo, hasta la de ser un hecho moralmente cuestionable promovido por la explotación de los recursos naturales y por una invasión militar y cultural que extinguió las tradiciones en el nuevo continente.
Los conquistadores españoles eran arriesgados, decididos y aprovecharon su ventaja en la manipulación mental del adversario y en el arte del combate cuerpo a cuerpo, para vencer muy rápido a unos indígenas ya previamente derrotados antes de las batallas, por pandemias como la viruela, la muerte de los líderes, la religión fatalista de los indígenas y las creencias de que serían dominados por una cultura superior.
Hernán Cortés con solo 500 hombres y un contingente de apoyo de otros 100 mil indígenas enemigos de los Mexicas, sometió la ciudad de Tenochtitlan, con 250.000 habitantes y capital del imperio de 10 millones de integrantes. Cortés sitió la ciudad por 90 días y se produce la captura de Cuauhtémoc cuando intentaba escapar en una canoa, la captura se efectuó por un bergantín español.
Atahualpa ascendió al poder después de vencer en 1532 a su hermano Huáscar, en una guerra civil sangrienta para decidir cuál de los dos hermanos sucedería a su padre Huayna Capac muerto por viruela. El conquistador Pizarro con solo 177 hombres capturó a Atahualpa en la ciudad de Cajamarca contando con 40 mil indígenas.
Ya capturados, el tratamiento que se le dio en cautiverio a ambos líderes indígenas si es un tema para materia de análisis por violación de sus derechos humanos.
Cuauhtémoc una vez capturado pidió ser llevado a la presencia de Cortés y lo primero que hizo fue pedirle que lo matara, pues no siendo capaz de defender su ciudad y sus vasallos, prefería morir a manos del invasor. A los cuatro años de esa captura, Cortés aprobó el tormento del último Tlatoani, una especie de tortura para obtener una información sobre la existencia de oro no conseguido hasta ese momento y que estaba dentro de suposiciones de los españoles. La tortura consistió en mojarle las manos y los pies en aceite y se los quemaron.
En 1524, Cortés salió en una expedición a las Hibueras (actual Honduras) para capturar a uno de sus capitanes con sospecha de traición, era una expedición constituida por más indígenas que españoles y más Mexicas que sus enemigos Tlaxcaltecas. Tras un año de viaje, Cortés recibió la información de que Cuauhtémoc conspiraba, decidido a atacarlo y asesinarlo, Cortés se sintió vulnerable y ordenó la muerte de Cuauhtémoc ahorcándolo, fue convertido al catolicismo en ese mismo día de su muerte. No se tiene certeza de la fecha ni del sitio de la ejecución, pero se conmemora el 28 de Febrero.
La captura de Atahualpa se da por una decisión de buena fe del líder de los Incas de querer conocer y hablar con Pizarro en Cajamarca, Perú. La captura de Atahualpa era para los españoles muy importante para allanar el camino del triunfo. En Cajamarca, el conquistador Pizarro atacó con sorpresa con la caballería y los indígenas huyeron atemorizados, dejando a Atahualpa en su trono a merced de los españoles que los capturaron muy fácilmente.
Estando preso negoció su libertad a cambio de un pago de oro y plata, Pizarro aceptó y se certificó en un documento. La fortuna recolectada tras la fusión de los metales alcanzó a más de un millón trescientos mil pesos de oro y más de 50 mil marcos de plata. Cada uno de los españoles presentes en Cajamarca recibió una fortuna.
Pizarro nunca tuvo en su mente la liberación de Atahualpa y fue juzgado por un consejo de guerra, las respuestas del líder y varios de sus testigos fueron amañadas, modificadas y así fue hallado culpable de herejía, idolatría, regicidio, fratricidio, traición, poligamia e incesto y fue condenado a morir en la hoguera en ese mismo día de la sentencia. En la noche fue llevado a la plaza y amarrado a un tronco con leños en sus pies. Atahualpa se alarmó y logró que lo bautizaran como cristiano y luego ser ahorcado, de esta manera su cuerpo podría ser embalsamado y enterrado para lograr la resurrección en otro mundo.
La conversión al catolicismo de ambos líderes sirvió para ejecutarlos mediante ahorcamiento, con lo cual mantuvieron sus creencias de una existencia de vida luego de la muerte, si los cuerpos eran enterrados.
Los restos mortales de ambos líderes nunca fueron hallados.
Recopilación de la información y estructuración por Antonio Jimenez.
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