El discurso es un término que se refiere a tendencias de elaboración de un mensaje mediante recursos expresivos y diversas estrategias. Para comprender el discurso es necesario tener en cuenta el contenido presentado (tema), el contexto donde es producido, y los elementos expresivos, que pueden tener diversas funciones: es referencial si está dirigido hacia el contexto; persuasivo o connotativo, si el propósito es influir en el receptor; es metalingüístico si está en función del código; es de contacto, si está centrado en establecer comunicación con el receptor; y es poético, si el mensaje se representa como signo artístico.
El discurso (oral o escrito) se pone en funcionamiento para construir formas de comunicación y representación del mundo (real o imaginario) de las personas, esto a través del repertorio comunicativo de cada hablante, que se ve influido por parámetros de tipo cognitivo y sociocultural, parámetros que son dinámicos y pueden estar sujetos a revisión, negociación y cambio, dependiendo del momento en que se efectúe la comunicación y también de la comunidad.
Entre los principales tipos de discurso se tienen:
Científico-tecnológico: Su función radica en el conocimiento de la realidad y su transformación en beneficio de la humanidad. De este discurso se reconocen dos enfoques: el científico, que utiliza un lenguaje específico, y el de divulgación, que se encarga de difundir expresiones que sean accesibles para todas las personas.
Estético: se preocupa, principalmente, por la forma trabajada del lenguaje y el contenido del mensaje, todo con el fin de alcanzar el grado máximo de profundidad en su transmisión.
Religioso: tiende a darse a través de relatos y comparaciones que manifiestan experiencias y se establece, por un lado, a partir de la teología, y por otro, mediante elementos rituales fundamentados principalmente en la palabra.
Retórico: su función principal es persuadir, es decir, convencer de aceptar ciertas posturas o ideologías a conveniencia; la palabra acompañada de gestos es la principal herramienta.
Educativo: se centra en la transmisión de conocimientos, este tipo de discurso tiende a volverse autoritario.
Histórico: se preocupa por dar a conocer eventos ocurridos a través del tiempo (pasados o recientes), y generalmente en este tipo de discurso existe algún personaje al cual se reconoce (héroe histórico).
Político: Este tipo de discurso se da, comúnmente, para asumir algún cargo de poder. Su función es argumentar puntos de vista ante un público determinado, todo con el fin de intervenir en ellos y convencer.
Dos discursos pronunciados ante multitudes congregadas en escenarios de batallas, han tenido una profunda repercusión en la historia de los Estados Unidos y Europa. Estos discursos de corte retorico e histórico-políticos se dieron en un lapso de tiempo de 126 años. En el discurso más antiguo a mediados del siglo XIX, el expositor en menos de tres minutos aportó una motivación importante a la nación para un desenlace de la guerra civil americana a favor de las tropas de la unión que luchaban por la igualdad. En tanto que el segundo discurso a finales del siglo XX, se convirtió por su fuerte arraigo nacionalista en la ignición de un proceso de guerra contra la humanidad y genocidio pero el propio discurso también aportó las pruebas para iniciar un juicio del expositor que resultó truncado por su propia muerte.
El Discurso de Gettysburg fue pronunciado por el presidente Abraham Lincoln el 19 de Noviembre de 1863 y está considerado una de las piezas de la oratoria más importantes jamás escuchadas, tanto por la relevancia histórica del momento en que salió a la luz, como por la importancia que los Estados Unidos y su cultura le han dado a lo largo del tiempo.
En cada aniversario que se celebra los 19 de noviembre, se ha convertido en una costumbre americana que distintas personalidades se lo aprendan y lo reciten. De esta manera los expositores del discurso se han y continúan multiplicándose con el tiempo.
El discurso fue pronunciado en la Dedicatoria del Cementerio Nacional de los Soldados en la ciudad de Gettysburg (Pensilvania) a los cuatro meses y medio después de la Batalla de Gettysburg durante la Guerra Civil Estadounidense.
Aunque el cuidadosamente redactado discurso de Lincoln era secundario a otros discursos del día, ha sido considerado con posterioridad como uno de los más grandes discursos en la historia de la humanidad, o, al menos, uno de los más famosos y citados de la era moderna.
Invocando los principios de igualdad de los hombres consagrados en la Declaración de Independencia, Lincoln redefinió la Guerra Civil como un nuevo nacimiento de la libertad para los Estados Unidos y sus ciudadanos.
Estaban consagrando un cementerio a los caídos en la mayor batalla hasta la fecha y quien le precedió en el estrado, Edward Everett, era considerado el mejor orador de su época. El discurso de Everett tenía 13.609 palabras y duró dos horas. En contraste, las breves palabras de Lincoln resumieron la guerra en dos o tres minutos, en diez oraciones, y en menos de 300 palabras. La intervención de Lincoln iba a ser meramente protocolaria, como protocolario era el tiempo que empleó en ella; sin embargo, pasó a la historia tanto por el texto en su conjunto, como por la cita más célebre “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” con la que cerró su intervención.
Las breves palabras de Lincoln no parecieron ejercer un gran impacto entre los 15.000 asistentes, una enorme masa que incluía a muchos familiares de las víctimas pero resonaron a través de la nación y a través de la historia, desafiando la propia predicción de Lincoln de que “el mundo notará poco, ni mucho tiempo recordará lo que decimos aquí”.
Al día siguiente los medios republicanos lo empezaron a reproducir íntegramente y a definir como una gran pieza de oratoria, pero los demócratas lo calificaron de inapropiado para la ocasión. Todo el mundo estuvo de acuerdo en el gran discurso que había dado Everett.
El Times de Londres publicó: La Ceremonia de Gettysburg se convirtió en ridícula por algunas de las ocurrencias del pobre presidente Lincoln (The ceremony at Gettysburg was rendered ludicrous by some of the sallies of that poor President Lincoln).
Pero pronto las copias del discurso comenzaron a circular. Sobre todo porque el propio Lincoln las dio a sus secretarios para que las difundieran. Lincoln era muy consciente de que había dado un discurso magnífico, de gran calado, y no tenía intención de que su alcance se limitará a la memoria de los que estuvieron allí.
A partir de ahí el discurso se convirtió en el fondo argumental de la Guerra Civil aún en marcha, y sirvió de motivación a las tropas y a toda una nación.
A su difusión le benefició enormemente la brevedad, que permitía memorizarlo a muchas personas como muestra de respeto y homenaje al presidente que luego sería asesinado.
Se convirtió en el texto más citado y más memorizado de la historia de Estados Unidos.
El texto del discurso de Lincoln es breve y conciso:
“ Hace ochenta y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en la libertad y consagrada en el principio de que todas las personas son creadas iguales.
Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar en el tiempo. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a consagrar una porción de ese campo como lugar de último descanso para aquellos que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal cosa.
Pero, en un sentido más amplio, nosotros no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno. Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí ya lo han consagrado, muy por encima de lo que nuestras pobres facultades podrían añadir o restar. El mundo apenas advertirá y no recordará por mucho tiempo lo que aquí digamos, pero nunca podrá olvidar lo que ellos hicieron aquí. Somos, más bien, nosotros, los vivos, quienes debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que los que aquí lucharon hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien los vivos los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que de estos muertos a los que honramos tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron la última medida colmada de celo. Que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán dado su vida en vano. Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra”
El discurso de Gazimestán fue pronunciado el 28 de junio de 1989 por Slobodan Milosevic, entonces presidente de la República Socialista de Serbia. En plena efervescencia nacionalista, Milosevic se presentó en Kosovo Polje, el escenario de la Batalla de Kosovo, en el 600 aniversario de la derrota contra los turcos, donde, ante una multitud de un millón de personas, pronunció el célebre Discurso de Gazimestán, una exaltación nacionalista que trajo graves consecuencias futuras y que muchos analistas consideran el impulso a las Guerras Yugoslavas.
En Gazimestán, Milosevic utilizó el discurso nacionalista y victimista para legitimar su régimen, utilizando los viejos símbolos en una mezcla de historia reciente con épica medieval. Presentó la victimización serbia como resultado de un mal liderazgo político y habló de cómo "el liderazgo de Serbia había permanecido dividido, proclive a transigir en detrimento de su propio pueblo". Afirmó: "El hecho de que en esta región se encuentre una gran nación no es un pecado ni una vergüenza para Serbia, es una ventaja que no se ha utilizado contra otros, pero debo decir que aquí, en este gran y legendario campo de Kosovo, los serbios tampoco utilizaron la ventaja de su grandeza para su propio beneficio.
Por culpa de sus dirigentes y políticos y su mentalidad vasalla, se sentían culpables ante sí mismos y ante los demás. Esta situación se prolongó durante años, durante décadas, y aquí estamos ahora en el campo de Kosovo para decir que este ya no es el caso. La Serbia de hoy está unida e igualada a otras repúblicas, y dispuesta a hacer todo lo posible para mejorar su situación financiera y social y la de todos sus ciudadanos. Si hay unidad, cooperación y seriedad, tendrá éxito en hacerlo."
En la sección central de su intervención, alabó las virtudes de la tolerancia étnica y el socialismo, las proclamas que la multitud recibió con mayor silencio. Después de emitir un llamamiento a la unidad, la solidaridad y la cooperación entre las personas, Milosevic dio paso al pasaje más polémico del discurso, afirmando:
"Seis siglos más tarde, estamos comprometidos en nuevas batallas, que no son armadas, aunque tal situación no puede excluirse aún. En cualquier caso, las batallas no pueden ganarse sin la resolución, el denuedo y el sacrificio, sin las calidades nobles que estaban presentes en los campos de Kosovo en aquellos días del pasado. Nuestra batalla principal ahora es implementar el bienestar económico y el progreso político y cultural, y la prosperidad social general, para encontrar un rápido y exitoso futuro a la civilización que vivirá en el siglo XXI."
En la parte final del discurso, se refirió a la relación entre Serbia y Europa. Interpretó a la Serbia medieval no sólo como defensora de su propio territorio, sino de toda Europa en la lucha contra los turcos otomanos:
"Hace seis siglos, Serbia se defendió heroicamente a sí misma en el campo de Kosovo, pero también en aquella ocasión defendía a Europa. Serbia era entonces el bastión que defendió la cultura europea, la religión y la sociedad europea en general. Por tanto, hoy parece injusto, poco histórico y absurdo entender Serbia como algo distinto a Europa."
Concluyendo el discurso con las proclamas:
"¡Que la memoria del heroísmo de Kosovo sobreviva siempre!
¡Larga vida a Serbia! ¡Larga vida a Yugoslavia!
¡Larga vida y hermandad entre pueblos!"
Las repercusiones del discurso quedaron registradas en la prensa y en la televisión. Algunos editoriales indicaron:
“Desde el día del discurso, los serbios no dejaron de recordarse a sí mismos y al mundo que están luchando por la defensa misma de Europa contra el fundamentalismo islámico. Las reclamaciones de Milosevic de que los serbios lucharon por su libertad y cuando podían también por la libertad de los demás, fueron vistas por algunos como un compromiso con un nuevo trazado por la fuerza de las fronteras interiores de Yugoslavia, para crear una Gran Serbia”
"Estamos viviendo una vez más en los tiempos de Kosovo, y Kosovo y sus alrededores determinarán el destino de Yugoslavia y del socialismo. Quieren quitarnos Kosovo de Serbia y de Yugoslavia, pero no lo conseguirán".
“...y todo el significado de la batalla de Kosovo puede influir en la conciencia nacional e íntima de los serbios; los festejos en Gazimestán volvieron a confirmar que será difícil hacer frente a la conducta de Serbia y sus deseos, ya que parece que los serbios obtuvieron una importante victoria hoy en Kosovo, e hicieron saber que no sería la última. El sentimiento de pertenencia, de unidad, de poder y de obediencia casi ciega de una multitud de un millón de personas y el resto de serbios o montenegrinos que no han asistido a la reunión, son los elementos en la conformación de una política fuerte y tenaz."
Muchos comentaristas han interpretado el discurso en retrospectiva como una declaración codificada por Milosevic de que estaba dispuesto a utilizar la fuerza para defender los intereses de Serbia; se especuló que Milosevic se refería a la "lucha armada" como un intento de "intimidar a los demás dirigentes yugoslavos, que por protocolo se vieron obligados a asistir al evento.
Y en los años posteriores a ambos discursos esta es la historia de ambos expositores:
En 1863, Lincoln redactó la proclamación de emancipación de los esclavos y aprobó la 13ava enmienda de la Constitución que abolía la esclavitud. En la elección presidencial de 1864, los estadounidenses reeligieron a Lincoln.
El asesinato de Abraham Lincoln tuvo lugar el 14 de abril de 1865 cuando la Guerra civil estadounidense llegaba a su fin. El hecho ocurrió cinco días después de que el comandante general del Ejército de Virginia del Norte, Robert E. Lee, rindiera sus tropas al general Ulysses S. Grant y al Ejército del Potomac. Lincoln fue el primer presidente de Estados Unidos en ser asesinado.
A principios de 1990, antes de que comenzara el drama balcánico, Milosevic exclamó a sus colaboradores en una reunión: "Habrá guerra, naturalmente".
En el contexto de la desintegración de la República Federal Socialista de Yugoslavia y las tres guerras que allí se produjeron donde se dieron episodios de ataques deliberados contra la población civil, que han sido calificados como crímenes contra la humanidad, de genocidio y limpieza étnica, la responsabilidad de Milosevic por ser el Presidente de Serbia le ganó el título de El Carnicero de los Balcanes.
En octubre del 2000, cuando era casi segura su caída tras fuertes protestas por un fraude electoral, mandó sacar los tanques a la calle para aplastar a su propio pueblo, aunque la orden no fue obedecida por sus oficiales por el riesgo de provocar una guerra civil. Intentó quedarse como simple político pero las nuevas autoridades serbias lo entregaron al tribunal de la Haya . El 1 de abril de 2001, tras dos tensas jornadas de resistencia, Milosevic aceptó una entrega pactada en Belgrado y fue trasladado a La Haya.
En La Haya se inició un proceso legal en el que se le acusaba de crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, presuntamente acaecidos durante la guerra de Yugoslavia, tal y como fijó la fiscalía, y algunos documentos y declaraciones de testigos.
Milosevic fue hallado muerto en su celda el 11 de marzo de 2006, en el centro de detención del tribunal penal en Scheveningen, en la ciudad neerlandesa de La Haya.
En julio de 2016, el Tribunal Internacional de La Haya, diez años después de su muerte, lo exoneró de la responsabilidad en los crímenes de guerra cometidos en Bosnia entre los años 1992-1995.
Recopilación de la información y Estructuración por Antonio Jimenez.
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