Una semana en el segundo trimestre del año 2020, en tiempos de la pandemia del covid 19, había transcurrido bajo un esquema flexible para la movilización de la población y por eso, la gente se aglomeró indebidamente para adquirir los víveres necesarios, en las tiendas del mercado Las Pulgas en la ciudad de Maracaibo.
En la semana que seguía, se manejaría con un esquema radical, con la cual, habría un exigente confinamiento de la gente en sus viviendas. Para el cumplimiento de este último esquema, se suspenderían los servicios de transporte masivo y se colocarían barricadas en diferentes puntos de la ciudad, que tal cual un mismo estado de sitio, eran unas medidas muy fuertes y necesarias para contener el avance del virus.
Doña Maritza, quien, ejercía como una obrera de limpieza en el colegio Rafael Urdaneta, vivía en una casa construida precariamente, en una invasión de terrenos aledaños al barrio La Misión en Sabaneta. Ella resultó contagiada de covid 19 y decidió asistir voluntariamente al hospital Universitario, que era un centro de salud para el acopio de los infectados.
En toda la ciudad se había regado el argumento, que quienes, se infectaban e ingresaban a ese hospital no lograban salir vivos y eso, motivó a una clandestinidad masiva en los contagiados, para evitar que fueran detectados y denunciados por los vecinos para la internación en ese centro.
Doña Maritza sobrevivió al covid, sin la necesidad de pasar por una unidad de cuidados intensivos y junto con otros afortunados pacientes, fueron enviados y ubicados en las habitaciones de un motel de citas de amor. Para ella, sería la única e irrepetible visita a un sitio de encuentros furtivos, convertidos circunstancialmente en anexos hospitalarios, para continuar los tratamientos médicos. En esos moteles, debían recibir las comidas y ropas limpias de parte de sus familiares, pero a ellos no les era permitido tener ningún contacto con los familiares, ni mucho menos, con los otros pacientes.
La señora Mística, quien, era una enfermera auxiliar con mucho temple en el trato a los demás, vivía en el Callejón La Conquista del sector Arismendi en Maracaibo. Ella era una madre soltera de una hija adolescente, quien, resultó contagiada de covid y fue denunciada por sus vecinos.
Un autobús con los funcionarios captores de los enfermos, arribó a la casa de la señora Mística, para trasladar la jovencita al hospital Universitario. Esa maniobra fue impedida por la acción de la señora Mística, quien, se convirtió en una leona defendiendo a su hija, tanto, que se fue a las manos con los funcionarios.
La señora Mística, argumentó que ella como enfermera conocía y estaba aplicando el mismo tratamiento del hospital a su hija, a quien, mantenía aislada y tratada con los medicamentos recomendados, para vencer la carga viral en el organismo de su hija. La hija de la señora Mística también sobrevivió al covid.
La previsión para adquirir unos medicamentos con la más alta probabilidad de uso, tanto para evitar el contagio o para vencer al virus, fue seguida por muchas familias con más posibilidades económicas. Ellas adquirieron tensiómetros, oxímetros, antibióticos, antiinflamatorios, antipiréticos, antialérgicos, antigripales, balas de oxígeno, inhaladores y antiparasitarios. También se adiestraron en la colocación de inyecciones y en el manejo de los equipos médicos y asumieron la posición de mantenerse unidos, sin informar si algún miembro familiar resultaba contagiado.
El vecino Leonel, tenía una empresa dedicada a fabricar puertas de baños y ventanas con marcos de aluminio y resultó contagiado. Con la ayuda física de un amigo, acudió a una clínica privada cerca de su casa, en donde precisamente el, era uno de sus proveedores.
Ese vecino Leonel, recibió una primera atención y ante su negativa para ingresar al hospital Universitario, fue enviado de vuelta a su casa, en donde lamentablemente falleció por efecto del covid, siendo este un caso como muchos otros, no reportado en las estadísticas.
La respuesta del gobierno venezolano ante la pandemia, fue similar en su nivel de ineptitud de siempre y estuvo catalogada como un plan para obtener más poder y control social. Las cifras reportadas fueron absurdas y no creíbles, criticadas y consideradas no transparentes, por los organismos e instituciones internacionales.
Antonio Jimenez.
Los gobiernos totalitarios reaccionaron ante la pandemia, con un plan para obtener más poder y control social. Las cifras reportadas fueron absurdas y no creíbles,criticadas y consideradas no transparentes, por los organismos e instituciones internacionales.