Laurita Benilda, era una vecina en la urbanización, quien, resaltaba por su moderado físico y por su personalidad. En los años sesenta, se mantenía soltera en sus treinta años de edad, era delgada y se distinguía por usar el cabello muy corto, vestir con pantalones largos y cargar siempre en sus manos, una cajetilla de cigarrillos con sus fósforos.
En nuestro grupo de amigos, convinimos en modificarle el nombre, y alguien con visión de futuro, sugirió llamarla Ele Be. Luego de una larga discusión, Ele Be se impuso a la recomendación de otro integrante, quien, siendo más práctico, sugirió el usar solo dos letras, LB, lo que al final se pronunciaba igual.
Laurita Benilda, aceptó ser conocida como Ele Be, ya que era como un nombre artístico, aunque ella no cantaba, no tocaba ningún instrumento musical ni actuaba como una actriz. Su relación con la farándula, estaba en su habilidad para organizar una especie de club de fanáticos, para seguir la vida de los más famosos artistas de esa época.
Ele Be, vivía con su madre y con su hermana menor, ambas morenas y físicamente diferentes a ella. Unas vecinas se referían a Ele Be como una mujer safrisca y salamera, la tildaron de imprudente e impertinente a la hora de relacionarse con personas y especialmente con los hombres. Le criticaron que tenía un novio muy presentable para ella y que, conociendo esa desventaja en lo físico, alardeaba y se mostraba escandalosa para llamar la atención, aunque tampoco le podían negar, que era muy cariñosa o extremadamente afectiva con los demás.
Como miembros de ese club de fanáticos, solo aportábamos las fotos y las reseñas de los artistas, que se lograban recolectar de periódicos y revistas. En reuniones semanales se comentaban sobre los logros de los artistas con las películas o con los hits musicales. En una especie de carteleras en la pared del cuarto de Ele Be, se colocaban con alfileres, los pequeños posters con las imágenes recolectadas.
A finales del año 1966, un joven cantante venezolano, despuntó con fuerza al estrellato y se convirtió en el icono del club. Había grabado un álbum en Italia, en los estudios de la disquera Polydor en la ciudad de Milán y estaba de gira con presentaciones exitosas en varios países de América y de Europa.
En una entrevista a un familiar del artista, se comentó que este cantante se molestaba mucho, cuando accidentalmente se cortaba afeitándose la barba, ya que los cortes tardaban en cicatrizar. A su regreso a Venezuela y al finalizar una presentación televisiva, tuvo una hemorragia nasal y fue ingresado a un hospital, allí lo diagnosticaron con aplasia medular. A los diez días de su ingreso, el 28 de septiembre de 1967, falleció, al rechazar un trasplante de medula.
En el club se le efectuó un homenaje póstumo a este joven, conocido como Cherry Navarro.
En esa ocasión Ele Be vistió de luto, con ropa de color negro y describió como premonitoria la letra de la canción Aleluya, el mayor de los éxitos del cantante, que incluía frases como una historia que termina, una piel que no respira, una voz que no se oye, una llama que se apaga, una vida que se acaba, una llaga que se cierra y una herida que se entierra.
Ese fue el último evento del club, resulto ser demasiado doloroso para sus miembros, que decidieron no continuar con la iniciativa.
Antonio Jimenez.
Muy bueno. Yo conservo en mi lista de recuerdos esa canción. Excelente
Todos en mayor o menor medida sentimos admiración por un igual, por sus peculiaridades y características. Esa admiración se puede identificar como la idolatria y hace referencia a la valoración y reconocimiento que hacemos de otra persona, convenientemente centrada en sus cualidades positivas.