La creencia de la tierra hueca o creencia intraterrestre es una afirmación de que dentro del planeta Tierra existen civilizaciones subterráneas muy evolucionadas.
Los defensores de esta creencia propugnan que existen dos aberturas , una en cada polo, y un sistema de galerías destinados a comunicar lugares distantes a través del subsuelo, estas aberturas estarían siendo custodiadas y mantenidas en secreto por algunos gobiernos del mundo. Otras versiones de la creencia afirman que en el interior de la tierra flota un sol que da vida a una tierra interior y habitada , sin noches, con clima cálido y gravedad menor a la atmosférica. En el centro de las aberturas de cada polo no habría gravedad y el mar se hundiría por una de ellas y saldría por la otra, lo que serviría como ruta naval y migratoria hacia el interior. Los defensores de la creencia sostienen que este conocimiento esta oculto por que existe una conspiración de los dirigentes mundiales, la NASA y hasta Google Earth, también argumentan que la exploración al subsuelo no ha sido exitosa, ya que la perforación más profunda en el pozo Kola, en la Siberia, Rusia, solo alcanzó 12.3 kms de profundidad, eso es 0.1% del diámetro terrestre.
En la literatura mundial la creencia se ha fortalecido con los relatos de Julio Verne en su novela Viaje al centro de la Tierra e igualmente con Edgar Rice Burroughs en su novela En el Corazón de la Tierra
Las creencias sobre la Tierra Hueca están basadas en afirmaciones contrarias al conocimiento científico; la interpretación geológica basada en sísmica, la existencia del campo magnético, la ausencia de evidencias de imágenes satelitales de las aberturas de los polos y la teoría de la gravedad coinciden en que la tierra no es una esfera hueca.
El pozo superprofundo Kola , fue un proyecto de prospección científica soviético para profundizar en la corteza terrestre en el punto geográfico en donde la litosfera se acerca a la superficie ; sin embargo la profundidad alcanzada por el pozo de 12262 metros quedó corto en unos 3000 mts y solo llego entre la corteza y el manto superior o sial (silicato de aluminio),hablando en términos litológicos. La perforación se inició en 1970 y fue hasta 1989 en que llegó a la profundidad total. La alta temperatura y la existencia de fango e hidrógeno en el fondo impidieron continuar perforando.
El proyecto fue cerrado en el 2018 y afortunadamente sirvió para algunos descubrimientos litológicos y para la detección de agua e hidrógeno en el cobalto , insospechados hasta ese momento, pero nada de encontrar cavernas y evidencias de alguna civilización
Aunque la ciencia ha logrado dar al traste con la creencia de la Tierra Hueca, se ha logrado comprobar la existencia de ciudades subterráneas como son los casos de Kaymakli y Derinkuyu, principalmente, entre 37 ciudades descubiertas en Turquía. Aunque estas ciudades tenían la misión de albergar temporalmente a la gente en peligro por las invasiones enemigas, tenían todas las facilidades habitacionales y de servicios para la permanencia por tiempos apreciables.
Estas ciudades están situadas en la región de Capadocia en la Anatolia central en Turquía. Fueron construida entre los siglos V y X y su función principal era la de guarecer a los habitantes de la región en caso de invasiones. La ciudades fueron escarbada en el subsuelo y podían albergar de cientos a miles de personas. Kaymakli fue descubierta en 1964, tiene nueve niveles de profundidad de los cuales los primeros 4 están abiertos al turismo. Tiene una sola entrada pero se extiende por 2.5 kms2, en donde se encuentran áreas destinadas al almacenaje de alimentos, establos, cisternas, cavas, cocinas, iglesias e inclusive sepulturas , dispuestos en un laberinto de túneles y escaleras. Se encontraron restos de hollín en las cocinas y frescos bizantinos como adornos de las iglesias, la ciudad tiene pozos de ventilación y un túnel subterráneo en la dirección de la otra ciudad Derinkuyu que se encuentra a 9 kms, este túnel está bloqueado por lo que no se ha confirmado todavía que las dos ciudades estuvieran comunicadas .
Derinkuyu es la principal ciudad subterránea de esta región de Capadocia. Presenta varios niveles excavados en este suelo volcánico. Las excavaciones arqueológicas modernas se iniciaron en 1963 y han llegado hasta 40 mts de profundidad, revelando la existencia de 18 a 20 niveles subterráneos, solo 8 están disponibles para turismo, 10% de la ciudad. Se pueden distinguir establos, comedores, salas para el culto, cocinas ennegrecidas por el hollín, prensas para el vino, bodegas, cisternas de agua y áreas habitacionales. La ciudad consta de pozos de agua y galerías comunicacionales, se descubrieron 52 pozos de ventilación. La ciudad podía albergar 10000 personas, se descubrieron tres sitios estratégicos que podían ser bloqueados y protegidos de invasores y está el túnel que se dirige hacia la ciudad de Kaymakli.
La evidencia de la vida subterránea en estas ciudades también está en la obra Anábasis del historiador griego Jenofonte , quien describe que las personas en Anatolia habían excavado sus propias casas bajo tierra y vivían en alojamientos lo suficientemente grande como para albergar una familia, sus animales domésticos y los suministros de alimentos que estos almacenaban.
En la historia del mundo con estos descubrimientos en Turquía , se puede afirmar que el humano puede recurrir a la vida subterránea como un mecanismo de supervivencia.
Al mundo le tomó más de 10 siglos para descubrir esta alternativa de vida, lo cual abre el abanico hacia la posibilidad de que existan por descubrir otras ciudades bajo la tierra , aunque no sea en la inmensa magnitud de la Tierra Hueca.
Y en la vida moderna con sobrepoblación en las principales ciudades está el caso ejemplo de la Tribu Rata de Beijing.
Beijing es una gran metrópoli colapsada, no tiene posibilidades de construir más viviendas y edificios exteriores dadas las condiciones de espacio y urbanidad, pero en en la ciudad se promovió hace unos años la posibilidad de vivir bajo la tierra. Estos espacios subterráneos son un conjunto de habitaciones que se encuentran bajo la gran ciudad sin acceso a la luz y con el aire reducido. En su mayoría son espacios de 7 mts cuadrados, sin ventilación y con retretes compartidos que a veces utilizan como insalubres duchas. Las personas que habitan allí son conocidas como la Tribu Rata y se estiman que ya alcanzan del millón a dos millones de personas.
Algunos habitáculos originalmente concebidos como refugio antiaéreos tienen hasta tres niveles subterráneos.
El interés de los jóvenes chinos de migrar a las grandes ciudades , está llevando a una vida subterránea como única alternativa de permanencia y trabajo.
Las experiencias de la gente que viven en estas madrigueras se sintetiza en esta declaración: “ No me importa como me llamen. Tengo muchos sueños. Me fui de mi aldea porque quería ver las grandes ciudades . Para acceder a la habitación tengo que bajar decenas de escalones y adentrarme en el refugio antiaéreo reconvertido en hostal. La misma experiencia corporal de descender es dramática, tu piel se apercibe del cambio de temperatura y humedad, el ruido de la bulliciosa ciudad es sustituido por el constante zumbido de la iluminación de los tubos fluorescentes y el movimiento del aire se paraliza en seco”.
La población de Beijing pasó de 9 millones de habitantes en 1995 a más de 23 millones en la actualidad. Esa migración fue propiciada por la apertura de Den Xiaoping y por el búsqueda del sueño chino que preconiza el actual líder Xi Jinping. Cientos de miles solo encontraron una opción para vivir en Beijing, alojarse bajo tierra. Todavía hoy , cada edificio que se construye debe tener su propio refugio antiaéreo, según una ordenanza de obligatoriedad, que viene desde 1969 , cuando el líder Mao Zedong ordenó la construcción masiva de búnkeres para proteger la población capitalina de probables ataques soviéticos. En 1986 se autorizó el uso comercial de esos espacios y en la década de los 90’s se aceleró la comercialización privada generando un negocio ilegal que mueve millones de dólares al año. De más de 12 mil refugios se han alquilado como viviendas más de la mitad. En el 2010 se prohibieron dichos alquileres y en 2011 se iniciaron los desalojos pero no han tenido el resultado que se esperaba y que ahora nadie quiere. Si la Tribu Rata desaparece, Beijing se paralizaría, es la mano de obra indispensable para la construcción y los servicios desde hace 30 años.
Triste realidad la de esta vida subterránea actual, pero como se mostró , el hombre fácilmente se acostumbra a las condiciones deprimentes de falta de luz y aire, y lo más triste es que podría ser muy motivante para que se repita en cualquier capital del mundo que reciba miles de migrantes en busca de un sueño.
Recopilación de información y estructuración por Antonio Jimenez.
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