La frase famosa “Más se perdió en la guerra” se utiliza para minimizar la gravedad de un problema o contratiempo. Es una frase comúnmente dirigida a gente pesarosa o que se agobia por todo, para hacerle ver que sus problemas quizás no sean tan graves como los están haciendo parecer. La frase es una simplificación de la original “Más se perdió en Cuba y vinieron cantando” frase creada en la guerra entre Estados Unidos y España.
Cuando se inicia la guerra (Abril de 1898), España tenía 30 años luchando en contra de movimientos secesionistas de Cuba y los Estados Unidos con casi 120 años como país libre, le dió su apoyo a Cuba y con ello, resultó en el fin del imperialismo Español en el Caribe. Detrás de ese apoyo estaba el interés estadounidense en la Isla, y de hecho que fue así, ya que se mantuvieron interviniendo en cuestiones gubernamentales de Cuba hasta 1934.
La guerra comenzó por un atentado al acorazado Maine, que los Americanos acusaron a España y que resultó en la muerte de 245 marines. Algunas fuentes sugieren que en realidad fue una maniobra de los Estados Unidos.
La guerra fue un desastre para los españoles con 60 mil bajas solo en Cuba, la destrucción total de su flota de ultramar y la pérdida de los territorios de Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico.
La realidad era que la guerra de Cuba era despreciada por gran parte de la población española, sobretodo por los más pobres. No entendían el porqué se peleó esa guerra por el honor de una nación venida a menos. Los soldados españoles sanos y salvos y heridos que regresaron a España no llegaron ni tristes ni cabizbajos sino alegres y silbando y cantando himnos, felices por volver a su casa, sobreviviendo de una guerra que no era la suya y con la posibilidad de comenzar una nueva vida.
La primera guerra mundial recibió el calificativo de mundial porque se vieron involucradas todas las potencias industriales y militares, enfrentadas en dos alianzas. Por un lado la Triple Alianza constituida por las Potencias Centrales: Alemania, Austria y Hungría y por otro lado la Triple Entente constituida por el Reino Unido, Francia y el Imperio Ruso. Posteriormente, se unieron el Imperio Otomano y el Reino de Bulgaria a las Potencias Centrales y el Imperio de Japón, Italia y Estados Unidos a la Triple Entente. Más de 70 millones de soldados, de los cuales 60 millones Europeos, se movilizaron y combatieron en la entonces la guerra más grande de la historia . La guerra se inició el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania acepto las condiciones del armisticio.
En la guerra fallecieron 9 millones de combatientes y 7 millones de civiles, siendo la quinta guerra más mortífera de la historia. El bloqueo naval contra las Potencias Centrales hizo que perecieran de hambre, más de 700 mil personas durante el invierno de 1916-1917 en Alemania. Adicionalmente, se originaron más de 20 millones de heridos, de los cuales muchos sufrieron desfiguraciones, amputaciones y numerosas incapacidades. Los gastos directos de la guerra se estimaron entre 180 mil y 230 mil millones de dólares.
Si bien estas cifras son impactantes , las de la postguerra son evidentemente mayores. Tras el fin de la guerra, cuatro grandes imperios dejaron de existir: el alemán, el ruso, el austrohungaro y el otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros, perdieron una parte importante de sus antiguos territorios mientras que los dos últimos se desmantelaron.
Cuatro dinastías y con ellos las aristocracias cayeron: Los Romanov, los Osmanli, los Hohenzollern y los Habsburgo.
El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron por completo y varias naciones se independizaron o se crearon, entre ellos el primer Estado Socialista llamado La Unión Soviética.
En el contexto de la guerra también se produjo en el Imperio Otomano, la masacre o genocidio de Armenia, con ciento de miles de muertes.
El coste de la reconstrucción, principalmente al norte de Francia, Bélgica y Serbia , fue de 150 mil millones de dólares.
La esperanza de los vencedores sobre la capacidad de refinanciar los costes de guerra, con las reparaciones aportadas por los vencidos, resultó ser una ilusión irrealizable. El Reino Unido pasó de ser del mayor acreedor al más endeudado y para Alemania la guerra representó una gigantesca inflación. Europa perdió la hegemonía mundial y dio paso a los Estados Unidos como nuevo acreedor de los países europeos.
Pero lo peor en términos de calamidad y muerte en la postguerra, resultó ser la pandemia de gripe de 1918, conocida como la Gripe Española. A diferencia de otras pandemias que atacaban a niños y ancianos, la mayoría de las víctimas eran jóvenes y adultos saludables.
Es considerada la pandemia más devastadora de la historia en el poco tiempo, la tasa de mortalidad en el período 1918-1920 fue del 10 al 20% de los infectados. Con un tercio de la población mundial de aquella época, infectada, significa que aproximadamente el 6% de la población mundial murió por la pandemia. En las primeras 25 semanas, la gripe había matado a 25 millones de personas, muy por encima de las bajas de la guerra.
Las estimaciones recientes sitúan los muertos entre 50 y 100 millones de personas.
El nombre de Gripe Española es debido a que la pandemia recibió mayor atención de la prensa en España,que en el resto de Europa.
Aunque la I Guerra Mundial no causó la gripe, la cercanía de los cuarteles y el movimiento masivo de las tropas ayudaron a su expansión. Los investigadores creen que el sistema inmunológico de los soldados se debilitó por la tensión de los combates y los ataques químicos, incrementando la posibilidad de contraer la enfermedad.
En este caso si aplica “Menos se perdió en la guerra”
Recopilación de la información y estructuración por Antonio Jimenez.
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