The Big One es un término utilizado en una conversación informal entre los habitantes de los estados estadounidenses de California, Oregon y Washington y la provincia canadiense de Columbia Británica para referirse al megaterremoto que se prevé ocurra en la zona de subducción de Cascadia. El nombre también ha sido aplicado a un megaterremoto que se espera golpee Tokio en la región de Kanto en Japón.
The Big One, sería un terremoto con una energía superior a 8.1 en Escala de Richter y duraría de 3 a 5 minutos. Dicen que las consecuencias serían catastróficas; desatando un tsunami que iría y vendría durante 12 horas, con una masa que sería 2 veces mayor a la que afectó a Chile en 2010.
Se estima que el terremoto ocurriría a lo largo de la falla de San Andrés, por lo que el epicentro se situaría cerca de Palm Springs y que desde ahí las ondas sísmicas se propagarán hacia el norte de California, afectando también al sur del estado. Así, se sentirá en San Diego, Oceanside, Los Ángeles y las regiones cercanas, afectando más a Los Ángeles donde las ondas quedarían atrapadas por las condiciones del suelo.
Los megaterremotos son terremotos cuya magnitud es mayor a 8.5 y que incluso exceden la magnitud 9,0 en la escala de Richter. En casi 450 años de historia se han contabilizado diez megaterremotos de magnitud mayor a 9.
La subducción de placas es el proceso de hundimiento de una zona oceánica de una placa litosférica bajo el borde de otra placa en un límite convergente, según la teoría de tectónica de placas. La subducción ocurre a lo largo de amplias zonas de subducción que en el presente se concentran especialmente en el entorno del océano Pacífico, en el llamado cinturón de fuego del Pacífico, pero también hay zonas de subducción en partes del mar Mediterráneo, las Antillas, las Antillas del Sur y la costa índica de Indonesia.
La subducción provoca muchos terremotos de gran magnitud y también causa la fusión parcial de parte del manto terrestre generando magma que asciende dando lugar a volcanes.
La fuerza de empuje es la principal causante de la subducción, la fuerza generada por el empuje de las rocas jóvenes lleva a las rocas más antiguas a chocar contra la corteza continental y así mismo la placa continental genera una fuerza opuesta a la placa oceánica.
El roce generado por el contacto y movimiento entre placas genera una acumulación de energía potencial elástica, que se libera en forma de movimientos relativos entre dos bloques separados por un plano (fallas). Los sismos debidos a la subducción afectan intensamente a países como Japón, Chile, Haití y a regiones como el noreste de Rusia.
Durante la ruptura, una parte de la falla es empujada hacia arriba con respecto a la otra y a este tipo de movimiento se le conoce como "empuje". Las mayores zonas de subducción están ubicadas en los océanos Pacífico e Índico y son responsables de la actividad volcánica del cinturón de fuego del Pacífico. Dado que estos terremotos deforman el fondo marino, casi siempre generan maremotos.
En el continente Americano la Subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana ha originado los megaterremotos de Valdivia (8.5 en 1575 y 9.5 en 1960), Lima y Callao (8.5 en 1687 y 9.0 en 1746) Valparaíso (8.7-9.3 en 1730), Arica (9.0 en 1868), Iquique (8.8 en 1877), Ecuador/Colombia (8.8 en 1906), Vallenar (8.7 en 1922) y Chile (8.8 en 2010). La Subducción de la Placa Juan de Fuca bajo la Placa Norteamericana originó el megaterremoto de Cascadia (9.0 en 1700). La Subducción de la Placa de Cocos bajo la Placa Norteamericana originó el megaterremoto de Oaxaca (8.7 en 1787). La Subducción de la Placa del Pacífico bajo la Placa Norteamericana origino el megaterremoto de las Islas Andreanof (8.6 en 1957) y de Alaska (9.2 en 1964).
En otros continentes la Subducción de la Placa Filipina bajo la Placa Euroasiática origino el megaterremoto de Hōei (8.6 en 1707). La Subducción de la Placa del Pacífico bajo la Placa de Ojotsk originó los megaterremotos de Kamchatka (9.0 en 1737 y 9.0 en 1952) y de Japón (9.1 en 2011). La Subducción de la Placa India bajo la Placa de Birmania originó el megaterremoto del Océano Índico (9.4 en 2004) y la Subducción de la Placa Euroasiática bajo la Placa Australiana origino el megaterremoto del océano Índico (8.6 en 2012). El megaterremoto de Lisboa (9.0 en 1755) se plantea hipotéticamente que su origen fue una nueva zona de subducción y aún está en discusión.
El megaterremoto de Valdivia de 1960, conocido también como el Gran terremoto de Chile, ocurrió el domingo 22 de mayo de 1960 a las 15:11 hora local, tuvo una magnitud de 9,5 (o de una magnitud mayor), el más potente registrado instrumentalmente en la historia de la humanidad. Junto con el evento principal, se produjo una serie de movimientos telúricos de importancia entre el 21 de mayo y el 6 de junio que afectó a gran parte del sur de Chile.
El sismo fue percibido a nivel planetario y produjo una serie de maremotos cuyo alcance se extendió a diversas localidades a lo largo del océano Pacífico, incluyendo Hawái y las costas de Japón y la erupción del volcán Puyehue, que cubrió de cenizas el lago homónimo. Se estima que esta catástrofe natural costó la vida de entre 20 y 22 mil personas, y dejó damnificados a más de 2 millones.
El día anterior, el sábado 21 de mayo de 1960, a las 6:02 am, un fuerte sismo sacudió gran parte del sur de Chile. Se registraron 12 epicentros en la costa de la península de Arauco, actual Región del Biobío. El movimiento tuvo una magnitud 8.3. Produjo graves daños en diversos edificios y obras viales; afectó principalmente las ciudades de Concepción, Talcahuano, Lebu, Chillán, Cañete, Los Ángeles y Angol. A las 6:33 am del día domingo, un segundo movimiento telúrico, similar al anterior, sacudió la zona y derrumbó las construcciones deterioradas por el primer sismo. Sin embargo, no hubo víctimas fatales puesto que gran parte de la población había evacuado sus hogares por miedo a derrumbes. A las 14:55 del mismo día, un tercer terremoto azotaba las ciudades afectadas. Los cortes en tendidos eléctricos produjeron diversos incendios y también hubo ruptura de cañerías de agua potable. Pese a que muchas edificaciones estaban destruidas en su interior, sus fachadas se mantenían prácticamente intactas.
A las 15:11 pm, comenzó a producirse una ruptura tectónica de proporciones nunca antes registradas en la historia de la humanidad. El epicentro de este gran sismo comenzó en la zona cercana a Temuco, alcanzó los 9.5 y tuvo una duración aproximada de 10 minutos, debido principalmente a la gran extensión geográfica de casi 1000 km de norte a sur.
Estudios posteriores sostienen que en realidad se trató de una sucesión de 37 o más terremotos cuyos epicentros abarcaron una superficie total de 1350 km. En suma, el cataclismo devastó todo el territorio chileno entre Talca y Chiloé, es decir más de 400 mil km².
La zona más afectada fue Valdivia y sus alrededores. Gran parte de las edificaciones se derrumbaron inmediatamente, mientras el río Calle-Calle inundaba las calles del centro urbano.
El maremoto provocado por semejante ruptura fue devastador, en el puerto de Corral, cercano a Valdivia, el nivel del mar se elevó sobre 4 m antes de comenzar a retraerse rápidamente (cerca de las 16:10), arrastrando barcos ubicados en la bahía. A las 16:20, una ola de 8 m de altura azotó la costa entre Concepción y Chiloé a más de 150 km/h, ocasionando la muerte de cientos de habitantes de diversas localidades. Diez minutos después, el mar volvió a retroceder, arrastrando ruinas de pueblos costeros para impactar nuevamente con una ola superior a 10 m de altura. Posteriormente, la onda expansiva comenzó a recorrer el océano Pacífico. Casi quince horas después del evento en Valdivia, un maremoto de 10 m de altura azotó la ciudad de Hilo, en el archipiélago de Hawái, a más de 10 mil km de distancia del epicentro, provocando la muerte de 61 personas. Similares eventos se registraron en Japón, las Filipinas, Rapa Nui, la zona oeste de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Samoa y las islas Marquesas.
Estudios actuales han demostrado que megaterremotos similares, tienen un patrón de ocurrencia cercano a los 300 años; y han provocado cambios drásticos en la estructura de la Tierra. En el caso del de Valdivia, el eje terrestre se movió 3 cm, mientras las placas de Nazca y de Chiloé se acercaron bruscamente cerca de 40 metros, cuando normalmente lo hacen entre 8 y 9 cm anuales. Ya han transcurrido 320 años del megaterremoto de Cascadia por lo cual se tiene cubierto el tiempo de ocurrencia para el The Big One.
Más al sur del continente americano, “El Gran terremoto del Norte Grande” es el nombre que recibe un posible terremoto que afectaría al norte de Chile, abarcando las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.
Chile se ubica a lo largo del cinturón de fuego del Pacífico, una zona de alta sismicidad debida al choque tectónico entre la placa Sudamericana y la placa de Nazca y la subducción de esta última bajo la placa continental. El movimiento y la fricción entre estas dos placas tectónicas convierte a Chile en una zona con frecuentes terremotos y alto vulcanismo. La zona del Norte Grande no es ajena a ello: la zona andina tiene muchos volcanes activos, mientras que la cordillera de la Costa es franqueada por un sistema de fallas geológicas (falla de Atacama) que manifiestan la subducción entre ambas placas.
Si bien los movimientos telúricos no pueden ser predichos, sí existen patrones relativamente constantes. De acuerdo a los registros de diferentes sismos, en esta zona, el período entre dos terremotos de grandes proporciones es de aproximadamente un siglo. Sin embargo, la zona altamente sísmica del Norte Grande no registra un terremoto de importancia como el devastador terremoto de Arica de 1868, cuya magnitud aproximada fue de 9.0 o el terremoto y maremoto de Iquique de 1877 que alcanzó una magnitud de 8.8.
El reciente terremoto de Iquique de 2014 tampoco llegó a liberar toda la energía sísmica acumulada, produciendo deslizamientos en una zona de ruptura que representa solamente un tercio de la longitud total del borde convergente que ha permanecido en quiescencia sísmica por más de 140 años.
Las características de este posible gran terremoto son preocupantes: su magnitud superaría fácilmente los 8 grados en la escala sismológica de magnitud de momento y podría incluso acercarse a la del terremoto de Valdivia de 1960, que con una magnitud de 9.5 es el más fuerte registrado en la historia. El sismo además se produciría en la zona costera, lo que generaría un tsunami que devastaría las principales ciudades del área costera, afectando a las más de 800 mil personas que viven en Arica, Iquique, Tocopilla, Mejillones, Antofagasta y Taltal. Las aguas del océano Pacífico entrarían en las zonas urbanas, arrasando con gran parte del casco histórico de cada ciudad.
La peligrosidad de este posible terremoto ha motivado diversas campañas para prevenir desgracias, habilitando vías de escape hacia zonas de altura para sobrevivir al maremoto y realizando simulacros.
El 13 de junio de 2005, se produjo un terremoto en la zona de Tarapacá que hizo suponer que fuera el gran terremoto, pero rápidamente fue descartado puesto que el terremoto fue de origen cordillerano y no costero. Un nuevo terremoto con epicentro en las cercanías de Tocopilla se produjo el 14 de noviembre de 2007, reuniendo algunas de las características del gran terremoto, aunque sus daños fueron mucho menores a los esperados para el supuesto cataclismo, y rápidamente se descartó un tsunami.
Tras el terremoto de 8.8 que afectó al centro-sur de Chile el 27 de febrero de 2010, se incrementó la alerta frente al posible gran sismo de la zona Norte en la población chilena.
En marzo de 2014, una serie de movimientos sísmicos se registraron en la costa entre Arica e Iquique, incluyendo varios sismos que superaron la magnitud 6.7. El 1 de abril, un sismo de magnitud 8,3 fue registrado a 95 km al noroeste de Iquique y a 127 km al suroeste de Arica, el sismo de mayor intensidad en la zona desde 1877. Este gran terremoto fue seguido de varias decenas de réplicas, incluida una de 7.7 el 2 de abril. Pese a la fuerte liberación de energía producida por este terremoto, sismólogos han indicado que esta no sería suficiente para eliminar totalmente la amenaza del evento sísmico esperado y que aún es posible que ocurra uno o más eventos de similar o mayor magnitud.
Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.
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