Relatos (16): haciendas.
- Sr Jimenez
- 15 hours ago
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Rodrigo, a sus 15 años de edad, ya empezaba a mostrar un preocupante parecido físico y también de accionar con su padre, quien había fallecido en el año 1992 tras un enfrentamiento con la policía en un barrio de la ciudad de Medellín en Colombia. A Rodrigo lo había concebido su madre, coincidencialmente a su misma edad, tras encuentros casuales que sostuvo con su padre justo antes de que ocurriera el suceso que terminó con su vida. Ella conocía de unas actividades delincuenciales que realizaba el hombre a quien se le entregaba, pero no se negaba a atenderlo por la buena paga y los regalos que recibía a cambio. Con la reseña periodística de su muerte fue que se enteró de que era uno de los tantos sicarios del cartel de Medellín del capo Pablo Escobar.
Rodrigo, asistía y se iniciaba en las prédicas para una iglesia evangélica al mismo tiempo que cometía algunos delitos menores que se fueron escalando hasta que participó como miembro de apoyo de una banda en un delito mayor. De esa manera, Rodrigo emulaba la historia de su padre a esa edad temprana, por lo que su madre se decidió a actuar para evitar el mismo fin trágico y por esa razón procedió en la búsqueda de la mejor vida para su hijo, a quien lo alejó de las malas juntas al emigrar a Venezuela.
Ellos se fueron a vivir y trabajaban en una hacienda de Machiques en el Estado Zulia, conocida como la Hacienda Sicilia. En esa hacienda serían la cocinera y un labriego de la tierra, estando ambos bajo la protección de un hermano/tío quien era el administrador y jefe de personal. La Hacienda Sicilia era un ejemplo de evolución productiva con un amplio pasado de inversiones legales y con el arduo trabajo de su gente, quienes la llevaron a ser considerada como una de las mejores de ese país.

En otra hacienda con nombre italiano, la Hacienda Nápoles, ubicada en el departamento de Antioquia en Colombia, se tejió una historia diferente al conformarse rápidamente mediante compras forzadas de predios menores hasta completar las tres mil hectáreas. Esa propiedad simbolizaba el poder y la riqueza de Escobar como narcotraficante, y allí asistieron políticos, empresarios, artistas, periodistas, reinas y divas a solicitarle su protección.

La Hacienda Nápoles constituía el centro de unas actividades criminales, aportando en vez de leche y carnes a un sitio seguro para la protección física de Pablo Escobar logrado con un sistema de seguridad que incluía muros, sicarios o guardias armados, torres de vigilancia y un sistema de detección de intrusos. Tanto los narcos del cartel de Medellín, como su familia y sus amigos se sentían seguros dentro de los límites de la hacienda, y si las fuerzas en contra superaban el sistema, también existían planes de evasión muy eficientes.
Con la muerte de Escobar en 1993 terminó la era del famoso cartel de Medellín, y el estado confiscó esa propiedad. El gobierno venezolano también confiscó gran parte del territorio de la Hacienda Sicilia en el año 2012 y se la entregó a los indígenas Yukpas, con la tramoya de resarcirlos históricamente y con eso finalizó la estadía de Rodrigo y su madre dentro de los límites de la Hacienda Sicilia, regresando a Colombia.
Para el año 2018, las mismas tierras entregadas y en gran parte abandonadas por los Yukpas fueron retomadas por unos grupos guerrilleros colombianos sin ninguna intervención de las fuerzas militares, otorgándole indebidamente a esos grupos la posibilidad de transporte por los caminos ilegales entre Colombia y Venezuela. Eso facilitó el contrabando de gasolina desde Venezuela hasta Colombia para ser utilizado como el precursor químico para el procesamiento de la cocaína, y también una ruta en el sentido inverso para el narcotráfico y para la trata de personas.

Desde ese año 2018 se constituyó un gobierno híbrido formado por la guerrilla, las bandas criminales, las fuerzas militares y el gobierno, para aprovecharse de las grandes entradas de dinero de los negocios ilegales.

En la gran Hacienda Venezuela, conformada con la anexión forzada de todo el territorio del país, permanecen los principales integrantes del cartel de los soles con la seguridad de protección del gobierno híbrido, quienes actúan como los antiguos sicarios del cartel de Medellín.
No falta mucho tiempo para que les llegue el mismo final de la Hacienda Nápoles.
Antonio Jiménez.
La verdad, Tony, es que me entero de unas cosas a través de tus relatos que me dejan asombrada. Y aunque digas que son ciencia ficción, tengo claro que mucho está inspirado en hechos reales. Este relato, en particular, muestra con crudeza cómo el bien y el mal pueden entrelazarse, cómo un mismo lugar o circunstancia puede ser fuente de progreso o de destrucción. Así es también la vida y las oportunidades: algunos las usan para construir, otros para destruir. Me impresiona cómo logras conectar historias y destinos, dejando siempre una reflexión que nos hace pensar en lo que fue, en lo que es… y en lo que inevitablemente puede repetirse.
Para una hacienda que, siendo una propiedad rural de gran extensión, podría darse una finalidad diferente a lo que es legal con la agricultura y la ganadería, estando al margen de lo permisivo.