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Pegasos.

Writer's picture: Sr JimenezSr Jimenez

En la década de los años 1930, las clases altas de Estados Unidos dejaron de hacer actividades suntuosas que implican gastos extraordinarios, con la excepción de su atención al turf, un término común que se utiliza en diversos países para designar a las carreras de caballos, en las que el público puede apostar. 


Debido a que las carreras de caballos tuvieron su origen en las campiñas de Inglaterra, recibieron el nombre popular de turf (césped en inglés). Durante la Gran Depresión los pudientes ya no emprenden largos viajes a Europa, no organizaban ostentosas fiestas multitudinarias y no se acercaban a los políticos que no supieron gestionar el desastre, pero sí se mostraban en cada carrera de caballos que fuera importante.



La platea del hipódromo era un sinónimo de pertenencia; concurrir a los grandes premios era una forma de pertenecer. El turf era, por antonomasia, el deporte de la aristocracia; y cada carrera era el tiempo y el espacio en el que había que estar para que el apellido de la familia se siguiera pronunciando sin vergüenza en los banquetes de alta alcurnia. 


Aquellos años se caracterizaban, también, por la Ley Seca, el crimen organizado dedicado al juego y al tráfico de alcohol, la violencia indisimulada y la explosión del jazz como himno de melancolía y desilusión. 


En medio de todo ello emergieron las figura de Phar Lap y Seabiscuit, dos purasangres de carreras, campeones, que de manera diferente impactaron al mundo.


La muerte de Phar Lap, un caballo con campaña en Australia, se  produjo en una visita al territorio de los Estados Unidos; una muerte absurda de un caballo que venía a retar a los campeones locales.



La muerte fue causada por el envenenamiento con arsénico y la intencionalidad del acto de parte de posibles mafias de las apuestas quedó en dudas y ocultada detrás de la utilización masiva de tónicos conteniendo arsénico y que se utilizaban en el entrenamiento de los caballos de carrera.


En el caso de Seabiscuit su legado proviene de su triunfo ante un invencible caballo de la alta alcurnia, lo cual resultó ser la ignición a una motivación necesaria para intentar la recuperación socio económica de un país en crisis.



Enteremonos de las historias de estos caballos famosos, cuales Pegasus, el caballo de los dioses, que sin llegar a tener las alas, movían sus patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire. 

En 1926, tres años antes de producirse el crac de la Bolsa de Nueva York, que da origen a la Gran Depresión Estadounidense, nace en Nueva Zelanda un potrillo pura sangre de carreras que sería conocido con el nombre de Phar Lap y que se convertiría en un legendario caballo que ganó numerosas competiciones, mayoritariamente en Australia.


Sus logros capturaron la imaginación del público australiano durante los primeros años de la Gran Depresión. Tenía acérrimos seguidores y era una celebridad equina. 


El nombre Phar Lap deriva de la palabra común en zhuang y tailandés para relámpago, literalmente 'flash del cielo'. Phar Lap fue llamado "Wonder Horse", "Red Terror", "Bobby" y "Big Red", este último apodo también se le dio a dos de los mejores caballos de carreras de los Estados Unidos, Man o War y Secretariat.



A veces se lo conocía como "el caballo maravilla de Australia". Phar Lap ganó su primera carrera en abril de 1929 y luego dominó en las carreras australianas durante una distinguida carrera. En noviembre de 1929, resultó ileso de un primer atentado a su existencia cuando delincuentes le dispararon después de haber terminado el trabajo en pista.


En los cuatro años de su carrera deportiva, Phar Lap ganó 37 de las 51 carreras en las que participó, incluida la principal carrera de Australia conocida como la Copa de Melbourne en 1930. 


Phar Lap fue enviado en barco al hipódromo Agua Caliente, cerca de Tijuana, México, para competir en el Agua Caliente Handicap, que ofrecía el premio en metálico más grande jamás ofrecido en las carreras de Norteamérica.


Phar Lap ganó en tiempo récord. A partir de ahí, el caballo fue enviado a un rancho privado cerca de Menlo Park, California, mientras su dueño negociaba con los oficiales del hipódromo para apariciones futuras.


El 5 de abril de 1932, el caballo presentó un dolor intenso y una temperatura alta y en pocas horas murió desangrado. Una autopsia reveló que el estómago y los intestinos del caballo estaban inflamados, lo que llevó a muchos a creer que el caballo había sido envenenado deliberadamente. Ha habido teorías alternativas desde la participación de gángsters estadounidenses, que temían que el campeón ganador de la Copa Melbourne infligiera grandes pérdidas a sus corredores de apuestas ilegales, aunque no existen evidencias reales de la participación de un elemento criminal. También se consideró la intoxicación accidental de insecticida de plomo y una afección estomacal.


Los restos de Phar Lap se exhiben en tres museos diferentes. Su piel montada se exhibe en el Museo de Melbourne, su esqueleto en el Museo de Nueva Zelanda y su corazón se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Australia, Canberra.


En el año 2000, especialistas equinos que estudiaban las dos necropsias concluyeron que Phar Lap probablemente murió de duodenitis-yeyunitis proximal, una gastroenteritis bacteriana aguda. 


En el año 2006, científicos australianos afirmaron que Phar Lap resultó envenenado con una gran dosis única de arsénico en las horas previas a su muerte, aunque se cree que el envenenamiento deliberado no causó la muerte. En aquellos días, el arsénico era un tónico bastante común, generalmente administrado en Solución y esta sería la causa de los altos niveles.


Era tan común que el 90 por ciento de los caballos tenían arsénico en su sistema.


En diciembre de 2007, la melena de Phar Lap se sometió a pruebas para detectar múltiples dosis de arsénico y en junio de 2008, se publicó los resultados de la investigación forense en donde se detectó arsénico en las muestras de cabello, mostrando una diferencia específica "entre el arsénico, que había ingresado a las células ciliadas a través de la sangre y el arsénico que había infundido las células ciliadas por el proceso de taxidermia cuando fue rellenado y montado en el museo. Se descubrió que en las 30 a 40 horas previas a la muerte de Phar Lap, el caballo ingiere una dosis masiva de arsénico, pero sin claves de cómo le fue suministrado.


A un año de la muerte de Phar Lap, en el año 1933, en plena época de la Gran Depresión Estadounidense, considerada  una de las crisis económicas más grandes del siglo XX, nace en Kentucky un potrillo pura sangre de carreras que recibió por nombre Seabiscuit.


El nombre de Seabiscuit es un sinónimo del propio nombre de su padre Hardtack, con ambos nombres se conocen a un tipo de galletas consumidas habitualmente por los marineros. 



Seabiscuit fue un caballo de carreras pura sangre de Estados Unidos, ganador de muchas carreras. Tras unos inicios poco prometedores, se convirtió en un triunfador inesperado y en un símbolo de esperanza para muchos estadounidenses durante la Gran Depresión. 

Los primeros pasos de Seabiscuit fueron titubeantes, de poca clase y escasa calidad equina ya que dormía y comía mucho. Aunque su entrenador inicial consideraba que el caballo tenía un potencial apreciable como corredor le molestaba que era excesivamente perezoso y dispuso que el caballo pasará la mayor parte de su tiempo acompañando en pista a otros caballos ganadores de importancia.


Así fue como Seabiscuit se encontró relegado a un tratamiento propio de puras razas de menor calidad, en efecto no pudo conseguir ni una sola victoria en sus primeras diez carreras. En su campaña a los dos años de edad Seabiscuit corrió treinta y cinco veces para 6 triunfos y 7 segundos.

Al cumplir los tres años de edad, los dueños de Seabiscuit lo vendieron al empresario de automóviles Charles S. Howard por $7.500, considerándose una inversión riesgosa por los antecedentes del caballo. Su nuevo entrenador y jinete entendieron al caballo casi de inmediato, y ganaron varias carreras en hipódromos del este de los Estados Unidos. 


A principios de noviembre de 1936, enviaron el caballo a California y en 1937 ganó once de las quince carreras en las que corrió durante el año, y se proclamó líder de ganancias de los Estados Unidos.


Su popularidad era mayor en la costa oeste en donde su carrera era seguida fanaticamente por la radio y los periódicos; en contraste con la costa este en donde genera antipatía.


En 1938, a la edad de cinco años, el éxito de Seabiscuit continuó y los medios de comunicación estuvieron especulando sobre un mano a mano entre Seabiscuit y otro caballo aparentemente invencible llamado War Admiral.



Este caballo ganador de la triple corona americana fue adoptado por los pocos millonarios que quedaban en pie luego del Crac del 29, lo veían como un representante con estilo, y despreciaban a Seabiscuit que, poco a poco, empezaba a capturar la atención del sector de la aristocracia que sí había sufrido las consecuencias de la crisis.


Los fanáticos identificados con Seabiscuit eran las clases de base y a los estratos afectados por la crisis. 

El 1 de noviembre de 1938 se encontraron Seabiscuit y War Admiral en la que fue apodada "Carrera del Siglo". El hipódromo de Pimlico, estaba abarrotado de aficionados desde las gradas a la zona circundante del estadio. Se fletaron trenes desde todo el país para el desplazamiento de los aficionados, aproximadamente 40.000 en el hipódromo, a los cuales se sumaron otros 40 millones que escucharían el evento por la radio.


War Admiral era el gran favorito pero Seabiscuit ganó finalmente con claridad por cuatro cuerpos. Al ser un triunfador inesperado, espoleado por el sacrificio, lo consideraban un símbolo de esperanza.

Por los excelentes resultado de sus carreras ese año, así como la victoria sobre War Admiral, Seabiscuit fue nombrado "Caballo del Año 1938". Posteriormente Seabiscuit se lesionó durante una carrera y sin estar su vida en peligro, muchos predijeron que nunca volvería a correr ya que la lesión fue diagnosticada como rotura de ligamentos de la pata delantera.


El caballo retornó en febrero de 1940 quedando tercero, superado por dos cuerpos, aunque mediante una remontada increíble. Después venció en el Handicap de San Antonio y el Handicap de Santa Anita con un famoso premio de $121.000, ante setenta y ocho mil espectadores en el hipódromo.


El  10 de abril se anunció oficialmente la retirada de las carreras de Seabiscuit alcanzando el primer lugar de ganancias de todos los tiempos. Engendró 108 potros ninguno para hacerse notar, siendo visitado por más de 50.000 personas en los siete años antes de su muerte.


La ubicación exacta de su tumba es todavía hoy un secreto, conocido tan sólo por la familia Howard.

Recopilación de la información y Estructuración por Antonio Jimenez.


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