La migración es el desplazamiento de una población que se produce desde un lugar de origen a otro destino y lleva consigo un cambio de la residencia habitual de las personas.
Las migraciones de seres humanos se estudian tanto por la demografía como por la geografía de la población e integra dos procesos: el de la emigración, desde el punto de vista del lugar o país de donde sale la población; y el de la inmigración, desde el punto de vista del lugar o país a donde llegan los migrantes.
El proceso de migración constante era la condición natural de vida de las sociedades tribales originarias. La migración desde África hacia Asia y luego el resto del mundo se inició hace unos 70.000 años.
Sólo desde el contexto histórico y considerando las variables económicas y sociales se comprende los motivos por los que emigran personas procedentes de todos los continentes y que llegan a los países de destino con la expectativa de permanecer por un tiempo o, tal vez, de construir una vida en ellos. La historia de la humanidad hace referencia a los grandes movimientos culturales, económicos, geográficos y políticos que dieron origen a desplazamientos en masa de la población, tanto espontáneos como forzados.
En la antiguedad, Grecia, Cartago y Roma organizaba flujos migratorios como método para establecer las colonias para expandir el comercio de la metrópoli, el cual constituía su principal medio de subsistencia.
La Edad Media duró un milenio en Europa y fue testigo de tres procesos migratorios masivos: las invasiones bárbaras, la expansión del Islam y la formación del Imperio bizantino, el cual vino a ser sustituido, ya en la Edad Moderna, por el Imperio Otomano.
A partir del descubrimiento de América, millones de personas emigraron a los nuevos territorios. Los Estados Unidos en América del Norte son el mejor ejemplo de un territorio poblado por sucesivas olas de inmigración.
En el siglo XIX, con la Revolución Industrial, ya implantada desde el siglo anterior en Europa, se inició una época de extraordinario crecimiento del colonialismo con el fin de obtener, por parte de los países europeos en proceso de industrialización, las materias primas que se necesitaban. Y en los siglos XX y XXI, el desarrollo de los medios de comunicación y transporte (automóviles, ferrocarriles, aviones, barcos, etc.) hicieron posible las migraciones masivas de personas en una escala global nunca antes vista.
Son migraciones de tipo socio- económico, estimuladas por un proceso de desigualdad creciente entre los países desarrollados y subdesarrollados y acentuados, en especial en este último caso, por malos y hasta pésimos gobiernos.
El énfasis en algunos aspectos de los fenómenos migratorios acentúan los llamados “factores de expulsión” (push factors) que empujan a los migrantes a dejar sus respectivas regiones o países (guerras, dificultades económicas, persecuciones religiosas, desastres medioambientales, etc.) y los “factores de atracción” (pull factors) que llaman a los migrantes hacia determinadas regiones o países (mejores salarios, democracia, paz, acceso a la tierra y condiciones favorables de vida en general).
Otros análisis enfocan en los aspectos agregados o estructurales (niveles comparativos de desarrollo, estándares de vida, condiciones demográficas, grandes cambios socioculturales, las tecnologías de la comunicación y el transporte, etc.) y que por ello pueden ser llamadas explicaciones o enfoque “macro”. Sin embargo, la decisión de migrar ni involucra a todos los que se ven afectados por los mismos factores macro ni se puede deducir de manera axiomática de ciertas disparidades estructurales. Por ello que otros enfoques han tratado de entender la decisión misma de migrar a un nivel individual o del entorno humano que directamente la influencia.
La emigración europea es como se conoce al movimiento de personas oriundas de Europa hacia otros continentes. Fue un fenómeno especialmente intenso en la época colonial, durante las guerras y las dictaduras europeas, debido a los aumentos demográficos de la población en la región y a las crisis económicas, hambrunas, represión política y otras dificultades presentes en el continente en aquel tiempo.
La inversión de estos factores en Europa Occidental han cambiado el signo de la balanza migratoria, siendo esta zona en la actualidad una importante receptora de inmigrantes.
Durante el siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, Europa fue el escenario de una emigración masiva. Por falta de trabajo y por la miseria en que vivían millones de habitantes de los países que hoy conforman la Unión Europea (UE) partieron a otros continentes, especialmente a América.
Estas personas eran originarias en su mayoría de Alemania, Irlanda, Reino Unido, Polonia, Italia, Francia, España y Portugal. El perfil del emigrante durante los siglos XIX y XX era el del campesino u obrero.
Durante la ola de inmigración europea al continente americano entre 1820 y 1930 los países que más europeos recibieron fueron Estados Unidos (32.5 millones), Argentina (6.5 millones), Canadá (5 millones), Brasil (4.3 millones), Cuba (1.3 millones) y Uruguay (713.000).
La parte septentrional de América del Sur atrajo a Venezuela, en los años 1950 a un millón aunque solo una décima parte de forma permanente.
Producto de estas emigraciones en el mundo hay cerca de 160 millones de personas de ascendencia directamente alemana (incluyendo 71 millones en la propia Alemania).
En proveniencia de la península ibérica, los portugueses son cerca de 46 millones (10 millones en Portugal).
Hay 135 millones de descendientes directos de españoles (40 millones en España).
En el planeta hay cerca 140 millones de personas de ascendencia directamente italiana (56 millones en Italia).
Hay cerca de 90 millones de ingleses en el mundo (la mitad en Inglaterra).
Un caso especial es el de los irlandeses, hay cerca de 70 a 80 millones en el mundo (pero menos de cinco millones en Irlanda).
Una situación similar es la de los Escoceses, quienes son cerca de 30 millones (solo 4,5 millones en Escocia).
A partir de la segunda guerra mundial (1939-1945) comenzó una corriente de emigración creciente de trabajadores de diversos países de Hispanoamérica hacia Estados Unidos. Por el tamaño de su población, la mayoría provienen de México, pero los porcentajes de inmigrantes provenientes de países centroamericanos y el Caribe son muy altos, comparados con la población de los países de origen.
Los hispanoamericanos representan la gran mayoría de la población latina de los Estados Unidos, 5 millones de estadounidenses de origen puertorriqueño viven en Estados Unidos, superando a los 3.8 millones que viven en Puerto Rico. Donde más han emigrado es a los estados de Florida, California y Nueva York.
A partir de 1940 empezaron a emigrar como braceros a los Estados Unidos de América personas pertenecientes a las comunidades indígenas hispanoamericanas. Esta migración, que constituye un grupo creciente, no puede cuantificarse con rigor por la clandestinidad.
Hoy día, cerca del 14% de la población de Estados Unidos nació en el extranjero. Esto representa un aumento marcado en relación a la cifra histórica de menos del 5% en 1970, pero es similar al porcentaje que había entre 1870 y 1910.
Hoy, la cantidad de población nacida en el extranjero varía según la zona del país: desde menos del 5% en el sureste y medio oeste, hasta más del 20% en California, Florida, Nueva Jersey y Nueva York. Se estima que cerca del 75% de los migrantes no autorizados han vivido en EE.UU. por más de 10 años.
Menos de uno de cada cinco tienen menos de 24 años, y se calcula que tres de cada cuatro tienen entre 25 y 54 años. Cerca de 800 mil personas que entraron a EE.UU. de forma ilegal han solicitado un estatus legal parcial temporal.
Estos son los llamados "dreamers", cuyo estatus legal ha sido puesto en duda por los cambios en las políticas introducidas por el gobierno de Trump. Hoy, la mayoría de los inmigrantes en EE.UU. vienen de América Latina o Asia, un gran cambio respecto al siglo pasado, en que la mayoría venía de Europa.
En el año 2017, el 27% de los residentes estadounidenses nacidos en el extranjero eran de México, en comparación con menos del 2% en 1910. Un 17% viene de otros países de América Latina, incluyendo El Salvador y Cuba. Casi uno de cada tres inmigrantes en EE.UU. es en la actualidad de algún país asiático. La mayor proporción es de India y China (6,5% y 4,7% respectivamente). En 2017, uno de cada 10 inmigrantes era de Europa, comparado con nueve de cada 10 en 1910.
La producción per cápita en 1910 en Italia era cerca de un tercio en comparación con EE.UU., como es el caso hoy día en México.
Los refugiados de Siria son los civiles que han huido de ese país debido a la escalada de violencia de la guerra civil desde 2011 y que ha ido en un aumento desmesurado en cuanto a crueldad y brutalidad. Para escapar de la guerra, miles se han refugiado en países vecinos, como Jordania, Líbano, Turquía, Iraq y el Kurdistán iraquí y en Europa. Hasta el momento no se han registrado refugiados sirios en Israel, que ha manifestado que no permitirá su arribo.
A principios de 2016, la cifra de refugiados llegó en torno a los cinco millones, lo que convierte esta huida en uno de los mayores éxodos de la historia reciente, puesto que le corresponde casi al 25 % de la población total de Siria. La Guerra Civil Siria causa más desplazados que cualquier otro conflicto en el mundo y todos los días, 6.000 sirios escapan de su país por la guerra. Además muchos sirios mueren, incluso los niños más pequeños, al intentar escapar de esta guerra refugiándose en otros países. La mayor crisis humanitaria de la historia reciente, es la que se está viviendo en Europa ante las oleadas masivas de refugiados que ocupan las fronteras de los países de la UE. Ante esta situación y con el objetivo de disminuir la oleada migratoria de Turquía a Grecia y después hacia el resto de Europa, la UE firmó un tratado con Turquía, en el cual se pactaba devolver a las personas refugiadas llegadas en Grecia de vuelta a Turquía, y sería en este país donde se decidiría su destino y si se aceptaba o no a trámite su petición de asilo.
A cambio, los ciudadanos turcos tendrían acceso a visas gratuitas dentro de la zona Schengen. En respuesta a este hecho, la sociedad civil internacional realizó multitudinarias manifestaciones en contra de estas políticas. Algunos ejemplos los encontramos en las manifestaciones acontecidas en Grecia y en España en donde acudieron 500 mil personas demandando que se haga efectiva la acogida de personas refugiadas y que se realizarán cambios en las políticas de derecho a asilo.
La crisis migratoria venezolana, denominada también éxodo venezolano o tercera oleada migratoria venezolana, es una crisis humanitaria por el incremento del flujo descontrolado procedente de Venezuela que data desde el 2015.
Según las estimaciones de la coordinación de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, aproximadamente 500 mil venezolanos huirán del país durante el trimestre julio-septiembre de 2019. Cerca de un millón habrá salido para finales de 2019.
Con esta proyección, habría un total de 5 millones de migrantes venezolanos para finales de 2019, y en 2020 la cifra llegaría a los 8,2 millones de personas.
Según la OEA, entre 2015 y 2018, al menos 4 millones de personas huyeron de Venezuela.
Eso representa más del 10 % de la población total del país. Los cálculos de esta organización muestran que 5.000 personas salen de Venezuela cada día, es decir, unas 200 personas por hora. Y todos los estudios hablan de la posibilidad de que el flujo migratorio aumente. Ninguno considera una disminución.
Según cifras oficiales, hay 1,6 millones de migrantes venezolanos en Colombia, 700 mil en Perú, 270 mil en Chile, 220 mil en Ecuador y 130 mil en Argentina, en Curazao hay 26 mil venezolanos, lo que representa el 15 % de la población, y en Aruba hay 16 mil venezolanos, el 10 % de la población de esta isla.
Entre ellos se encuentra solicitantes de asilo, refugiados y migrantes económicos. Para septiembre de 2018, el representante regional de ACNUR para Estados Unidos y el Caribe oficialmente comparó a la crisis con la escala de la crisis migratoria de la Guerra civil siria.
La crisis surgió debido a factores políticos, socioeconómico y la situación de inseguridad y violencia en Venezuela. La denominada "tercera oleada migratoria venezolana” se caracteriza por ser "principalmente un segmento de clase media" que cuenta educación superior pero asalariados que “no tienen grandes fuentes de riqueza”, además de ser en su mayoría población joven.
La OEA y voceros de la agencia de refugiados de Naciones Unidas, ACNUR lo catalogaron como el éxodo más grande que ha existido en la historia del hemisferio occidental en los últimos 50 años. En marzo de 2018, la ACNUR instó a los gobiernos receptores de venezolanos tener mecanismos orientados a la protección y acceso a procedimientos de asilo. Se pidió a los países latinoamericanos facilitar el acceso al trabajo a los miles de venezolanos que han abandonado su país. Recopilación de la información y Estructuración por Antonio Jimenez.
Enlaces:
Comments