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Paleofuturo, un cotejo histórico.

Writer's picture: Sr JimenezSr Jimenez

El paleofuturo, es una práctica que se fundamenta en revisar las imaginaciones que se hicieron del futuro por las personas viviendo en tiempos pasados. En algunos casos y ya arribado a ese futuro, se comprobó o no, la ocurrencia de esas imaginaciones.

Las imágenes retrospectivas que refieren al futuro suelen entusiasmarnos ya que, aunque se trate de prototipos o ideas, es una forma representativa de cómo podría ser la vida dentro de algunos años.

Muchas de estas ideas futuristas en tiempos pasados se han convertido en realidades en el presente, pero sí otros vaticinios se hubieran cumplido nos alimentaríamos cotidianamente de comida en píldoras e iríamos a trabajar en patines voladores. Esos augurios no se han materializado y, más que predicciones, suenan a ciencia-ficción.

De cualquier forma, los bocetos imaginativos han tenido mucha importancia al constituirse muchos de ellos en la base de una investigación tecnológica para materializar la creación de un producto.   

Hacer predicciones era una práctica común del comienzo siglo XX con la mira puesta en el siguiente siglo, cuando se suponía que llegaría el cambio de vida más radical de todos. En estos años surgieron columnas en diarios, revistas, publicaciones especializadas y programas televisivos, que se dedicaban a predecir cómo sería nuestra vida en el futuro gracias a la tecnología.

Hacer predicciones es una necesidad condicionada por la historia. En épocas de crecimiento económico, somos optimistas. En los cincuenta, se dibujaba un destino con coches nucleares, se pensaba que conduciríamos vehículos con pequeños reactores dentro.


En cambio, en los setenta, durante la crisis del petróleo, analistas vaticinaron el fin del mundo.

Algunos ejemplos muy interesantes de esta imaginaciones se describen a continuación:

En una serie de postales que datan de finales del siglo XIX, el artista francés Jean-Marc Côté imaginaba cómo sería el año 2000, el hombre podía volar, era capaz de tocar varios instrumentos a la vez y la crianza de los animales y las granjas eran operadas por máquinas.

En 1911, el editor de la revista 'Modern Electrics', imaginó un dispositivo bautizado como “telephot”, que permitiría realizar llamadas de larga distancia viendo a nuestro interlocutor por medio de una pantalla. La primera demostración de una videollamada no llegó hasta 1964 gracias a AT&T.

La portada de la revista The Electrical Experimenter, en plena primera guerra mundial, muestra un tanque que usa un sistema giratorio para moverse, pero lo más importante es que era eléctrico, para así no depender de combustibles y que pudieran sufrir accidentes por explosiones.

En una imagen publicada en diciembre de 1932 en el diario San Antonio Light, se muestra una persona que desde la cama podía controlar varios aspectos de su vida, desde ver a su esposa haciendo las compras hasta manipular un robot mayordomo que le acerca la ropa del día.

En 1945 la señal de televisión aún no era usada para transmisiones comerciales y sólo algunos países y algunas cadenas, como la BBC, tenían ese privilegio. Reinaba el uso de la radio y las comunicaciones estaban limitadas, a pesar de esto, la revista Wireless World ya imaginaba un mundo lleno de satélites, que serían capaces de comunicarnos de forma intercontinental y con transmisiones en directo a todo el mundo desde un punto del planeta.

A inicios de la década de 1950, la revista Mechanix Illustrated mostraba un prototipo creado en Estados Unidos de un teléfono móvil con pantalla. Apodado simplemente "el teléfono del futuro" presentaba un diseño circular, por un lado, tenía botones físicos para marcar, mientras que por el otro existía una pantalla a todo color, además de que se podía operar por medio de la voz y hasta contaba con antena para recibir la señal de televisión.

La idea de las casas que hicieran uso de energía solar fue muy popular en la segunda mitad del siglo XX. En una ilustración en el diario Toronto Star Weekly, se mostraba como funcionarían las casas por medio de energía solar, pero sólo servía como calefacción en épocas de frío.

En la época dorada de la industria americana del motor, Chrysler, lanzaba una importante predicción de cómo serían los coches en el futuro. Éstos estarían impulsados por un sistema solar que abastecería una batería por medio de convertidores de silicón.

Un famoso ilustrador futurista, publicaba en 1958 su visión de cómo serían las aulas del futuro. Los profesores ya no deberían preocuparse por asistir a los colegios, podrían dar clases a varios grupos al mismo tiempo desde una ubicación remota, cada estudiante tendría a su alcance un dispositivo con cámara, pantalla y teclado para poder participar y hacer preguntas.

El televisor era el dispositivo por excelencia, así que muchos de los pronósticos iban en torno a él. En una edición de la revista Popular Science, se veía cómo existirían dispositivos externos que se conectarían al televisor para así interactuar con lo que estaba en pantalla. Esto es una especie de antecedente a las consolas de videojuegos.

La revista Popular Science, un referente en esa época, apostaba por importantes avances en el campo de los televisores. En 1965 aseguraban que éstos disminuirían su tamaño de forma considerable para volverse portátiles, mientras que para 1970, pronosticaban una explosión de sistemas multipantalla, lo que nos permitiría "ver" varios programas al mismo tiempo.

En 1879 se publicó un relato que se desarrollaba en 1937, donde la hija de un senador imaginaba el futuro de la política mundial. En este cuento se habla de una tecnología fantástica que permite leer noticias desde cualquier parte del mundo, la cual se basa en una tira de papel impreso que proporciona todo tipo de noticias sobre eventos que ocurren en tiempo real, una especie de Twitter o red social con conexión permanente.

La atención médica urgente era un problema en Estados Unidos hacia finales de la década de 1950. Es así como una tira semanal imaginó la llegada de hospitales voladores, los cuales serían capaces de brindar atención médica en áreas remotas. Una idea que hoy día no suena tan descabellada.

Los Supersónicos es una serie que fue estrenada en 1962, en un momento lleno de expectativas ya que los Estados Unidos comenzaba su carrera espacial y la gente veía al espacio más cerca que nunca. En esta historia, creada por la productora Hanna Barbera, los robots están por todos lados y la gente veía en ella un mundo que realmente podría llegar a ser posible.

El programa nos presenta a la familia Sónico, típica de clase media conformada por Super (el padre), Ultra (la madre), Lucero (hija adolescente), Cometin (el hermanito menor) y Astro (el perro).

Las aventuras se desarrollan en el año 2062, un mundo totalmente diferente, ya no existen los autos y los robots son algo común. La familia vive en un edificio llamado Sky Pad junto con 2000 vecinos.

Súper trabaja en una fábrica de cohetes donde es constantemente presionado por su jefe Cosmos, Ultra es una compradora compulsiva, Lucero vive todos los problemas típicos de una adolescente y Cometin simplemente juega y se divierte. Como toda familia les encanta irse de vacaciones y su destino preferido es el planeta Venus.

Los Supersónicos llegaron a las pantallas en 1962 y se convirtieron rápidamente en la serie favorita de muchos niños, jóvenes y adultos, que se divertían viendo sus capítulos y no solo por entretenimiento, sino también porque les hacía imaginar cómo podría ser la vida más adelante.

A pesar que la serie se desarrolla en el año 2062, en la actualidad ya contamos con algunas de sus fantásticas creaciones como los televisores de pantalla plana, los relojes inteligentes y el ascensor entre otros como los siguientes:

Los Supersónicos contaban con cintas que los transportaban de un lugar a otro y de esta forma evitaban caminar; hoy en día, esta forma de transporte es muy común en las estaciones del metro y las terminales de aeropuertos del mundo.

El reloj de alarma que hablaba y que molestaba a diario a los Sónicos, actualmente están disponibles con despertadores que hablan como el Moshi Reloj Despertador.

Los Supersónicos aparecieron en la televisión con sus augurios de un sistema por el cual se pudiera acceder a los diarios informativos a través de una pantalla. Hoy no podríamos vivir sin ello llamado Internet.

Robotina era el robot encargado de las labores domésticas, además de varios aparatos más que le ayudaban; pues actualmente, esto es una realidad ya que existen robots similares a un humano que son capaces de ayudarnos en casa.

La señora Sónico era la más fanática de comunicarse a través de una llamada virtual, pues podía ver e interactuar con el receptor mediante una pantalla, cosa que hoy podemos hacer fácilmente desde cualquier dispositivo móvil.

Los asistentes virtuales modo existen en programas como Siri, Google Now o Alexa de  Amazon que lo hacen desde nuestros teléfonos móviles.

Una tarea regular en los Supersónicos es la del trabajo doméstico fácil, por lo que una de sus herramientas de limpieza era una aspiradora robot. Ésta se volvió un ejemplo y actualmente contamos con objetos como la Roomba, una aspiradora redonda que se encarga de limpiar tu casa por ella misma.

Los Supersónicos iban a todos lados transportándose en un tipo de carro que podía viajar por los aires, y no solo eso, pues incluso se veía el tráfico que estos producían en el cielo; en la actualidad, a pesar de que todavía no es una realidad el tener un auto volador, si existen varios prototipos, especialmente con drones.

Recopilación de la información y Estructuración por Antonio Jimenez.

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1 comentario


oearrh
oearrh
15 may 2020

Excelente Tony. Muy acertado. Vivimos en un constante Paleofuturo

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