Mathias Rust y Mijaíl Gorbachov : Fusión en Guaidó.

La Glásnost y la Perestroika fueron las políticas de gobierno del líder soviético Mijail Gorbachov entre los años 1985 y 1991.

El objetivo de la Glásnost era crear un debate interno entre los ciudadanos soviéticos y alentar una actitud positiva y de entusiasmo hacia las reformas que se encaraban. La Glásnost se concentraba en liberalizar el sistema político, estipulando mayores libertades para que los medios de comunicación tuvieran mayor confianza en criticar al gobierno, con ella también se autorizó la liberación de los presos políticos para hacer la oposición interna y externamente y además se permitió la migración de algunos refuseniks (personas por lo general judíos soviéticos , que no les era permitido salir del país en la época de la guerra fría con los Estados Unidos). La Perestroika era la política que  se ocupaba de la reestructuración económica de la Unión Soviética.

Está políticas de apertura , se volvió en contra de Gorbachov al incrementarse los problemas sociales y económicos por efecto de las mismas reformas y al incrementarse la crítica de la población a la dirección política del partido comunista, por efecto de la información desclasificada sobre la represión stalinista que permanecía en secreto.

La idea de Gorbachov con el Glásnost, era la de presionar para neutralizar, a altos mandos conservadores del partido Comunista , que se  oponían a la Perestroika.

Mathias Rust, es un piloto alemán que, en 1987, a los 19 años de edad,  voló desde Huertersen en Alemania hasta Islandia y posteriormente atravesó Noruega y Finlandia hasta Moscú, esquivando la defensa aérea soviética ,para finalmente aterrizar en Vasilevski Spusk, junto a la Plaza Roja, cerca del Kremlin, el corazón de la capital de la URSS.

Penetro a la Unión Soviética en un día festivo de los guardias fronterizos, volando directamente hacia Moscú, en la Plaza Roja en donde fue capturado por oficiales de la KGB.

Nunca reveló como lo hizo, pero para expertos, desde la costa báltica solo había que volar sobre el tramo de la vía férrea, para llegar a Moscú, a baja altura, fuera del alcance de los radares de la defensa antiaérea.

Unos días después del aterrizaje, Mijaíl Gorbachov aprovecha este suceso para destituir al ministro de defensa Serguei  Sokolov y al comandante de la defensa antiaérea Alexander Koldunov, ambos contrarios a las políticas del Glásnost y la Perestroika, reemplazandolos por hombres afines a estas políticas. Mas de 2000 oficiales, la mayoría también opuestos a los movimientos reformistas de Gorbachov, también perdieron sus puestos. Esta acción fue clave en la victoria sobre los fieros militares conservadores y antirreformistas.

Pero la historia no termina allí, en agosto de 1991, la línea dura del partido comunista efectúa un fallido golpe de estado contra Gorbachov, buscando revertir su plan de reformas, que consideraban una simple maniobra para volver al capitalismo y destruir el Estado Socialista.

Al fracasar dicha revuelta ,aumentó considerablemente la impopularidad de los líderes conservadores que habían apoyado el golpe contra Gorbachov, siendo que, como reacción, los líderes más derechistas del partido comunista asumieron el mando en medio de la acelerada descomposición del aparato político soviético. Las Repúblicas de la Unión Soviética , se proclamaron como independientes en forma sucesiva, sin que desde Moscú se pudiera evitar ese proceso.

El 24 de diciembre de 1991, en un sencillo acto, Gorbachov abandonó el poder y disolvió oficialmente la Unión Soviética. Boris Yeltsin, opositor por la derecha de Gorbachov y artífice del contragolpe, asumió  la presidencia de la Federación Rusa.

Con respecto a Rust, en ese mismo año 1987, fue condenado a 4 años de prisión en Rusia, pero fue liberado al año y dos meses, regresó a Alemania y en el tiempo y debido a que hirió con un cuchillo a una mujer, estuvo otros 15 meses en prisión, no  hay nada más relevante que mencionar de él.

El Presidente Interino de Venezuela, Juan Guaidó, parece encarnar en su accionar a una fusión de estos dos protagonistas de la historia. 

El , al igual que Gorbachov , es el promotor de una ruta hacia la recuperación del país, que incluye las impostergables acciones de terminar con la usurpación, establecer un gobierno de transición y efectuar unas elecciones libres. El país debe encumbrarse después de estas acciones, hacia las reformas políticas, sociales y económicas que le permitan satisfacer las necesidades de la población y propiciar el retorno de los venezolanos que migraron al exterior en los últimos años. Al igual que en la URSS en esos seis años de  cambios profundos (1985-1991), los factores más radicales y opuestos a las reformas en Venezuela, están aplicando medidas coercitivas de corte dictatoriales, para impedir lo que es impostergable. Las medidas aplicadas son muy violentas, con el empleo de armas de fuego , para acallar la voz de las protestas, de la manera más primitiva posible. Esto no puede seguir siendo permitido por la totalidad de las fuerzas del orden, so pena de convertirse todos en cómplices, y sujetos a las penas con las que la justicia castiga a violaciones del derecho a la vida.

Y con respecto a la acción valerosa de Mathias Rust, y de las consecuencias positivas que generó, y que se presentan similarmente con el Presidente Interino, tienen que ver con el regreso a Venezuela, como un pasajero cualquiera en un vuelo comercial desde Panamá ,con entrada al país por el principal Aeropuerto Internacional Simón Bolívar , en Maiquetía , en el pasado 4 de Marzo de 2019. 

En los días anteriores a su regreso, hubo despliegues exagerados de las fuerzas de seguridad , en las áreas de acceso y de administración del aeropuerto y en adición a esos operativos se produjeron declaraciones de representantes del gobierno y de otras instituciones ilegítimas, que presagiaban la captura del Presidente Interino. Nada de eso ocurrió, lo cual evidenció la falta de coordinación por una cadena de mando que está rota y que no cumplió con la orden, si era verdad que existía. Al final y como si fuera una respuesta al despecho de verse superado por la valentía de Guaidó y por el recibimiento masivo del pueblo, se emitieron las siguientes declaraciones: “ no le paramos bolas”, “ para el chavismo es como si Guaidó no existiera”.

Nada mas ridiculo que aceptar la derrota  de esa manera.

Recopilación de la información y estructuración por Antonio Jimenez