Joan Pujol García es un ciudadano español nacido en Barcelona en 1914 y fallecido en Caracas, Venezuela en 1988. A Venezuela llegó en 1949 después de haber fingido su muerte causada por la malaria en Angola.
En Venezuela vivió en el anonimato en Lagunillas, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, en donde estableció una Librería y una Tienda de Regalos, visitada muchas veces por quienes coincidimos con él en Lagunillas, por cuestiones de trabajo.
También se estableció en Choroní, una población costera en el centro del país y fue propietario de un cine. En Choroní se casó en segundas nupcias y tuvo tres hijos.
En 1984, viviendo en Caracas, fue localizado por el periodista inglés Nigel West, quien se había interesado en la fascinante vida de Pujol, al intuir que podría estar vivo, descartando que hubiera muerto en Angola.
Si no llega a ser por la tenacidad del periodista inglés especializado en temas de espionaje, probablemente Pujol seguiría siendo un perfecto desconocido. Sin embargo, las pesquisas de West y la información que reunió del servicio de seguridad británico, le llevaron a develar en 1984, uno de los secretos mejor guardados de la II Guerra Mundial.
Luego de retomar su verdadera identidad viajó a Inglaterra donde se reunió con viejos amigos, recibiendo honores, incluyendo del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II.
También viajó por varios países europeos en donde lo entrevistaron diversos medios de comunicación. Visitó su ciudad natal, Barcelona y allí tuvo un encuentro con los hijos de su primer matrimonio que le consideraban muerto.
Pujol murió en Caracas en 1988 y está enterrado en Choroní.
Hasta 1999, Melita Stedman Norwood era una "anciana encantadora", según la calificaban sus vecinos de Bexleyheath, al sur de Londres, donde residió gran parte de su vida, viuda desde 1986, era madre, abuela y bisabuela.
Cuando se levantó de su cama el 11 de septiembre de 1999, en el jardín de su casa ya había periodistas de todo el mundo haciendo guardia. “Se acabó el juego” pensó la abuelita, mientras bajaba las escaleras para prepararse el desayuno.
Melita es una ciudadana Británica, nacida el 25 de Marzo de 1912 y fallecida a los 93 años el 2 de junio del año 2005.
Esta abuela encantadora se llevó a la tumba muchos secretos de su asociación ideológica con la agencia de espionaje de la antigua Unión Soviética, la KGB.
Su doble vida salió al descubierto en 1999, pero dada su avanzada edad, el entonces ministro del Interior, Jack Straw, rechazó iniciar trámites judiciales o someterle a un interrogatorio oficial. Otros sectores de la oposición política y de los medios de comunicación exigían un castigo acorde a los "40 años de continua traición".
Joan Pujol García fue conocido por su nombre en clave británico Garbo, y por su nombre en clave alemán Alaric, fue un doble agente español que desempeñó labores de espionaje y contraespionaje durante la Segunda Guerra Mundial, destacando su papel clave en el éxito del desembarco en Normandía.
Siendo Español, un país neutral en la guerra, Pujol desarrolló una profunda aversión hacia la Alemania nazi y la Unión Soviética después de sus vivencias del fascismo y del comunismo en Cataluña tras la Guerra Civil Española.
Tras un primer intento en que fue rechazado como espía por el servicio de inteligencia británico, se hizo pasar por franquista convencido y entusiasta del nazismo ante los alemanes, que mordieron el anzuelo y le captaron para el servicio de espionaje.
En 1941, Pujol se marchó a Lisboa como espía alemán, pero pronto logró convencer a los británicos para trabajar como agente doble. De entrada, su nombre en clave fue cambiado a Garbo, porque su capacidad como actor impresionó a sus superiores británicos.
Aunque operaba inicialmente desde Lisboa, fingía ante los alemanes estar en Gran Bretaña.
Inventaba informes ficticios sobre movimientos de barcos mercantes, convenciendolos con éxito de que eran datos verdaderamente valiosos. Llegó al Reino Unido en la primavera de 1942 y operó como agente doble, convenciendo a los alemanes que había conseguido reclutar agentes de mucha influencia y con información valiosa. Inventaba informes con sucesos verdaderos para que fueran más convincentes y en ocasiones enviaba información genuina pero retrasando el tiempo para que el daño fuera mínimo. Los alemanes pagaban a Garbo grandes cantidades de dinero para mantener su red de agentes, que en un momento dado llegó a contar con 22 personajes ficticios. Garbo gozó de bastante credibilidad entre sus superiores (tanto de un bando como del otro), lo que lo llevó a adquirir el estatus de agente A1.
El trabajo de desinformación de Garbo era parte de la Operación Fortitude, con la cual se convenció a Adolf Hitler y a muchos de sus colaboradores de que la invasión aliada ocurriría en el estrecho de Calais, a 249 km de Normandía, y que el desembarco de Normandía era sólo una maniobra para atraer a las tropas alemanas lejos de Calais. De hecho, fue tal la credibilidad de la que gozó por parte de Hitler que incluso una vez comenzado el desembarco siguió pensando que esta no era la verdadera invasión, sino una mera distracción para el verdadero ataque en Calais. Para cuando Hitler se dio cuenta del engaño, la Operación Overlord ya había sido un éxito y las tropas aliadas se había adentrado demasiado, por lo que la movilización de las divisiones acorazadas no tendría el mismo significado.
Garbo tiene el honor de ser la primera y una de las pocas personas condecoradas con medallas de ambos bandos, la Cruz de Hierro alemana (1944) y la Orden del Imperio Británico (1944).
Melita Norwood fue reclutada a los 25 años de edad por los agentes de Stalin. Trabajaba de secretaria en la Asociación Británica de Investigación en Metales no Ferruginosos, con acceso a documentos confidenciales sobre el programa nuclear de su país. En la oficina en Euston, al norte de Londres, recabada información y fotografiaba papeles ultrasecretos, que luego filtraba a su enlace en encuentros clandestinos próximos a su hogar familiar.
Se dice que la información proporcionada por Norwood pudo ayudar a la Unión Soviética a desarrollar su programa nuclear.
Nadie sospechaba de sus cuatro décadas dedicadas al espionaje en ayuda del régimen soviético. Para sus asombrados vecinos de Bexleyheath (Londres), Norwood era solo una frágil abuela de 87 años pero para la KGB en Moscú, que la conocían con nombres en clave como Hola o Tina, era algo muy distinto: uno de los espías más longevos que jamás habían tenido a su servicio, activa entre 1937-1973 y la responsable de proporcionar a la Unión Soviética todos los secretos relativos al programa atómico británico.
Norwood fue descubierta como espía por el académico de la Universidad de Cambridge, Christopher Andrew, en el transcurso de una investigación sobre el disidente soviético Vasili Mithokhin. Este ex oficial del KGB escapó de Rusia con archivos secretos entre cuyos documentos aparecía el vocablo español "Hola", que Andrew identificó como el último apodo profesional de la agente y entonces abuela inglesa.
Según declaró al ser identificada, su motivación era puramente ideológica: "Hice lo que hice no por dinero, sino para ayudar a prevenir la derrota de un nuevo sistema que, a un gran costo, había proporcionado a la gente común comida y salarios con los que pudieron permitirse una buena educación y un servicio de salud. En las mismas circunstancias sé que hubiera vuelto a hacer lo mismo, declaró a la prensa.
Melita se afilió al Partido Laborista Independiente y, en 1936, al comunista. Mantuvo hasta el final sus ideales políticos, motivada tal vez por el deseo de dar con una alternativa al capitalismo.
Su marido, Hilary, un maestro de escuela afiliado al Partido Comunista y al Sindicato de Profesores, estaba al tanto de su doble actividad y aunque no lo aprobaba tampoco trató de impedirlo, según ella misma declaró.
A los pocos años de instalarse en la capital británica, casada ya con su marido Hilary, entró a trabajar en la mencionada asociación y a colaborar con la agencia de inteligencia soviética. Era probablemente la mujer que más años dedicó al espionaje sin ser detectada y la espía británica más importante del KGB. Como ella misma confesó en cuanto su historial salió a la luz, no lo hizo por dinero sino porque era una ferviente defensora de las mejoras sociales que el experimento soviético prometía, y porque pensaba que era inaceptable que Occidente tuviera una ventaja tan grande sobre la URSS como la posesión exclusiva de armas nucleares. Su vida y sus motivaciones han sido la inspiración esencial de 'La espía roja', el drama protagonizado por Judi Dench.
Recopilación de la información y Estructuración por Antonio Jimenez.
Comments