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La defenestración del concejal.

Writer's picture: Sr JimenezSr Jimenez

La defenestración es el acto de arrojar a una persona por una ventana con fines de acabar con su vida. De manera figurada también significa la destitución o expulsión drástica de alguien de su cargo o puesto. ​Partiendo de este último significado, la palabra se utiliza para implicar una crítica negativa hacia algo o alguien. Históricamente, el acto de defenestración tenía objetivos políticos y se dirigía hacia individuos con altos cargos, junto a la muerte estaba el mensaje de rechazo radical de la posición de poder del contrario.



Comencemos a hilar la historia en torno al tema del post:


Bohemia es una de las tres regiones históricas que integran la República Checa, antes parte de Checoslovaquia. Las otras regiones son Moravia y la Silesia checa. Bohemia tiene casi 53 mil km² de superficie y su capital es Praga.


El nombre de Bohemia deriva de los boyos, un pueblo celta que habitaba aquella zona alrededor del siglo V a. C. Los boyos se mezclaron con los marcomanos hacia el siglo I d.C.; también formó parte del Imperio romano. Entre los siglos V y VIII, llega a Bohemia el pueblo actual, los eslavos. En el año 950, Bohemia fue obligada a reconocer la supremacía alemana y se convirtió en parte del Sacro Imperio Romano Germánico.


Los husitas, fue un grupo religioso bohemio muy parecido en muchos aspectos a los protestantes del siglo XVI y se rebelaron contra la Iglesia católica. Esto trajo consigo la necesidad de una intervención internacional y un largo periodo de guerras, las guerras husitas. Los bohemios aceptaron un acuerdo mutuo con la Iglesia en el año 1436.


La mayoría de las cuestiones políticas y religiosas implicadas en la lucha quedaron sin solucionar, pero el movimiento husita estimuló sentimientos nacionalistas entre los bohemios, lo que supuso un freno a la inicial tendencia hacia la germanización. La historia de Bohemia estuvo unida a la de Austria por casi 400 años (1526-1918) bajo el mandato de la dinastía de la casa de Habsburgo.


Bajo el nombre de defenestraciones de Praga se definen tres episodios de la historia de Bohemia que tuvieron lugar en 1419, 1483 y 1618, respectivamente. En estos sucesos, todos ocurridos en dicha ciudad, una o más personas fueron arrojadas por una ventana.


La primera defenestración tuvo lugar el 30 de julio de 1419 y consistió en el asesinato de siete miembros del Concejo municipal por parte de una turba de checos husitas radicales, a los que el concejo era hostil. Aprisionaron a un juez, al alcalde y a otros cinco miembros del Concejo, para luego tirarlos a la calle desde una ventana, donde murieron a manos de la multitud. Las prolongadas guerras husitas estallaron poco después, durando hasta 1436.


Con la victoria y la recuperación del poder por los católicos, continuaron las tensiones con un largo período de anarquía que terminó con la elección de un noble husita como rey de Bohemia, y tras su muerte se corono a un católico como su sucesor. En este periodo, el 24 de septiembre de 1483 ocurre la siguiente defenestración de alcaldes y otros miembros del Concejo.


La tercera defenestración de Praga, que tuvo lugar el 23 de mayo de 1618, fue producto de una conspiración de protestantes sobre católicos por argumentos de la libertad de culto. En esta oportunidad se arrojaron por la ventana a dos gobernadores imperiales y a su secretario, pero ninguno de ellos quedó herido de gravedad al caer sobre un pozo de estiércol. La supervivencia de los tres delegados imperiales se vio en los círculos católicos como una señal divina de que su voluntad estaba del lado católico.



Una cuarta defenestración no oficial como las anteriores, ocurrió el 10 de marzo de 1948, cuando el Ministro de Asuntos Exteriores checoslovaco, Jan Masaryk, el único ministro no socialista que quedaba en el gabinete, fue hallado muerto bajo la ventana del cuarto de baño del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que posibilitó su reemplazo por un ministro comunista y dio lugar al establecimiento de un gobierno totalmente dominado por los comunistas. Aún continúa la especulación sobre la causa de su muerte.


Masaryk fue encontrado muerto, vestido con su pijama. La investigación inicial del Ministerio del Interior concluyó que se trataba de un suicidio, aunque muchos han considerado la opción de un asesinato cometido por el naciente régimen comunista. Un chiste que circuló por el país decía "Jan Masaryk era un hombre tan ordenado que cuando saltó por la ventana, la cerró tras él".


Las discusiones sobre las misteriosas circunstancias de su muerte se prolongaron y aquellos que consideran que fue un asesinato lo consideran la cuarta defenestración de Praga. Se suelen mencionar la presencia de marcas de uñas en la ventana, así como las manchas de heces y la intención de Masaryk de marchar de Praga a Londres al día siguiente.



Una segunda investigación realizada en 1968, durante la Primavera de Praga, la calificaba de accidente, sin descartar el asesinato y una investigación a comienzos de los noventa tras la Revolución de Terciopelo concluyó que fue un asesinato. Un informe de la policía de Praga defendía en 2004 que Masaryk fue arrojado desde la ventana. Este informe fue aparentemente corroborado en 2006 cuando un periodista ruso afirmó que su madre conocía al oficial de inteligencia que lo había lanzado.


The Falling Man (El hombre que cae), es el título de una fotografía tomada por Richard Drew, durante los Atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York. La fotografía fue tomada a las 9:41:15 de la mañana. En la imagen, se puede ver a un hombre caer desde la Torre Norte del World Trade Center, que seguramente eligió saltar al vacío para evitar morir abrasado por las llamas.



La publicación del documento poco después de los atentados encolerizó a ciertos sectores de la opinión pública, en su mayoría estadounidense. Solo fue publicada una vez en periódicos estadounidenses, ya que recibió numerosas críticas que consideraban que amenazaba la privacidad de la persona retratada al momento de su muerte. Acto seguido, la mayoría de los medios de comunicación se autocensuraron, prefiriendo mostrar fotografías de actos de heroísmo y sacrificio.


Richard Drew, el fotógrafo, respondió a varias opiniones diciendo “Esta fotografía muestra cómo afectaron los atentados a las vidas de la gente en esos momentos, y creo que eso explica por qué es una imagen importante. No fotografié la muerte de esa persona. Fotografié una parte de su vida. Eso es lo que decidió hacer, y creo que conseguí inmortalizarlo”.


Se estima que 200 personas se lanzaron al vacío ese día, muchas de ellas desde la Torre Norte​ y no hubo tiempo para recuperar o identificar los restos de aquellos que se vieron forzados a saltar antes de la caída de las torres.


Oficialmente, todas las muertes de los ataques fueron clasificadas como homicidios, excepto por las de los secuestradores de los aviones que impactaron contra las torres, consideradas como suicidas, y la oficina del médico legista en jefe de Nueva York, ha afirmado que no clasifica a la gente que saltó al vacío el 11 de septiembre como suicida, asegurando que "un suicida es alguien que va a la oficina por la mañana sabiendo que se quitará la vida. Estas personas se vieron obligadas a saltar por las llamas.


Sobre el tema del post:


Fernando Albán, fue un político venezolano, concejal en funciones del municipio Libertador de Caracas, formando parte de una minoría de oposición, y muerto mientras estaba detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Plaza Venezuela. El gobierno catalogo su muerte como producto de un suicidio al lanzarse por la ventana de un décimo piso de la sede del Sebin. La familia y amigos de Albán, partidos de oposición y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), sostienen que la muerte del concejal consistió en un asesinato, producto de una defenestración.



Fernando Albán fue detenido el 5 de octubre de 2018 en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar por haber formado parte de una delegación opositora que había asistido a la Organización de las Naciones Unidas, y responsabilizado de estar involucrado en un atentado a Nicolas Maduro con la utilización de drones explosivos en Caracas en agosto del 2018.


El 8 de octubre de 2018, el fiscal Saab, informó sobre la muerte del concejal y aseguró que consistió en un suicidio. Según esta versión, Albán se lanzó desde el décimo piso del edificio del Sebin en Plaza Venezuela cuando iba a ser trasladado a tribunales después de solicitar ir al baño. Por su parte, el ministro del Interior, declaró que Albán "se lanzó por una ventana de las instalaciones" mientras se encontraba en la sala de espera del edificio. El cuerpo del concejal fue trasladado a la morgue de Bello Monte y posteriormente al Cementerio del Este en Caracas.


Un vocero del partido de oposición al cual pertenecía Alban, afirmó que Albán murió mientras estaba siendo torturado con una bolsa. En la autopsia se observó que había agua en los pulmones de Albán y esta evidencia habría sido adulterada. En algunas imágenes del cuerpo de Albán, se pudieron identificar heridas posiblemente realizadas con objetos punzocortantes y se lograron percibir quemaduras y laceraciones.


El protocolo del manejo de presos políticos en la sede del Sebin, según un diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela, quien estuvo dos años detenido a pesar de tener inmunidad parlamentaria, descarta que alguien detenido en esa sede pueda cometer suicidio y desmintió las declaraciones oficiales.


El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, afirmó que "Albán tomó la decisión de quitarse la vida y hay que respetarlo", indicando que la oposición "hace política" con la muerte del concejal.


Un total de 65 organizaciones no gubernamentales, defensoras de los derechos humanos, manifestaron que en Venezuela no hay condiciones para realizar una investigación transparente e imparcial sobre la muerte del concejal Fernando Albán, por lo tanto, exigieron que las averiguaciones fueran realizadas por una comisión internacional de expertos. Las ONG manifestaron su “absoluto repudio y rechazo tanto a la detención arbitraria, las condiciones irregulares de privación de libertad y la situación anómala que ocasionó la pérdida de la vida del concejal Fernando Albán en una instalación del Sebin, denunciada como centro de torturas y malos tratos contra detenidos”.


En conclusión:


La defenestración es una forma vil de asesinato, quien lo ejecuta, son personas con una intensa irracionalidad hacia quienes son contrarios a su religión e ideología política, lo que sin dudas es una actuación criminal.


Defenestrar es una manera “limpia” y rápida de matar”, relativamente fácil de llevar a cabo y asimismo de ocultar, presentándola como suicidio, de resultar conveniente.


En cualquier caso, la muerte del concejal Albán fue un cruel asesinato de parte del gobierno de Maduro, una defenestración de parte de manos criminales, directa o indirectamente, si el concejal salto al vacío para escapar de la amenaza a su vida por la tortura a la que estaba sometido de parte de los funcionarios del Sebin.


La verdad sobre los casos de Masaryk y Albán, serán algún día develadas.


Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.


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