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La convicción sin acción es pura vanidad.

Writer's picture: Sr JimenezSr Jimenez

El billete de 20 dólares es el de mayor valor más comúnmente utilizado por los estadounidenses, por tal demanda la "tirada media vida" de un billete de 20 dólares es de 24 meses (2 años) antes de que sea sustituido debido al desgaste. Aproximadamente el 22% de todos los billetes impresos son de 20 $.



El billete de veinte dólares tiene impreso en el anverso a la imagen del Presidente de los EE.UU. y fundador del Partido Demócrata de los Estados Unidos Andrew Jackson y la imagen de la Casa Blanca está impresa al reverso. Jackson apareció por primera vez en el billete de 20 dólares en el año 1928, en el 100 aniversario de la elección de Jackson como presidente. La colocación de la imagen de Jackson en el billete de $ 20 puede ser considerado como una ironía ya que, como presidente, se opuso con vehemencia tanto al Banco Nacional como a el papel moneda.


La plataforma Women on 20's (Mujeres en los billetes de veinte), fue la promotora de una iniciativa para que la imagen de una mujer figurase en el papel moneda de EE UU. En una consulta popular a través de la red se preguntó a los votantes seleccionados para elegir 3 de 15 candidatas, con el objetivo de tener una mujer en el billete de 20 dólares en el 2020, año en que será conmemorado el centenario de la Enmienda 19 que dio a las mujeres el derecho al voto.


Las cuatro principales candidatas fueron Eleanor Roosevelt, Rosa Parks, Harriet Tubman y Wilma Mankiller. En el año 2016 el Tesoro anunció que el rostro de Tubman sería el que sustituiría a la imagen de Andrew Jackson.



El dinero estadounidense se pone al día y lo hace con una mujer negra que escapó de la esclavitud sureña y ayudó a hacer lo mismo a muchos otros, arriesgando muchas veces hasta su propia vida.


En el billete de 10 dólares sigue en el anverso la imagen de Alexander Hamilton, el primer Secretario del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y en el reverso estarán los rostros de cinco mujeres prominentes de la historia de Estados Unidos en una manera que aún está por determinar.



Harriet Tubman, nacida como Araminta Ross (18201913), fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en Estados Unidos. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos​ utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo.



Nació en el Condado de Dorchester, Maryland y durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo. ​ Como consecuencia de la herida, sufrió ataques cerebrovasculares, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida.


Devota cristiana, atribuía sus visiones y sueños a premoniciones divinas.


En 1849, Tubman escapó a Filadelfia. Tras un año en libertad, regresó a Maryland para rescatar a su familia. Poco a poco, fue sacando del estado a sus diversos parientes, en ocasiones guiando personalmente a docenas de esclavos hacia la libertad. Viajando de noche y en extremo secreto, Tubman (o Moisés, como era llamada) nunca perdió un pasajero. ​A lo largo de los años se ofrecieron diversas recompensas por la captura de los esclavos huidos, pero nunca se supo que Harriet era quien estaba ayudándolos. Cuando la Ley contra los esclavos fugitivos se aprobó en 1850, ayudó a muchos esclavos a huir hacia Canadá.


La ruta utilizada por Tubman para su huida no se conoce con exactitud, de lo que si se tiene constancia es de que Tubman utilizó la red conocida como ferrocarril subterráneo. Una red clandestina organizada en el siglo XIX en Estados Unidos y Canadá para ayudar a los esclavos afroamericanos a que escaparan de las plantaciones del sur de Estados Unidos hacia estados libres o Canadá. ​



El nombre de Ferrocarril Subterráneo viene por el hecho de que sus miembros utilizaban términos ferroviarios de modo metafórico para referirse a sus actividades.


Por ejemplo, los conductores o maquinistas eran quienes ayudaban a los esclavos fugitivos en los propios estados esclavistas del Sur. Les proporcionaban disfraces, mapas, instrucciones sobre sitios para hospedarse y en ocasiones los acompañaban guiándoles durante el trayecto. Eran por lo tanto activistas muy audaces, pues en aquella época el ayudar a esclavos fugitivos estaba castigado incluso con la muerte o los castigaban brutalmente.


Otros activistas establecían estaciones del ferrocarril, es decir, lugares (normalmente casas particulares) a donde los fugitivos llegaban y podían esconderse, comer, descansar, recibir asistencia médica e información sobre la siguiente etapa del viaje. Los esclavos fugitivos eran los pasajeros.


Las rutas de escape se llamaban carriles. La jefatura era la Estación Central y los estados del norte o Canadá eran el destino.


Los miembros de Ferrocarril Subterráneo operaban en la clandestinidad y normalmente solo se conocían entre sí por sus pseudónimos, para no comprometer su seguridad. También hacían jurar a los pasajeros que guardarían el secreto.


El Ferrocarril Subterráneo buscaba a sus colaboradores dentro del movimiento abolicionista, del que era parte, y así iba extendiendo sus actividades siempre al margen de la ley.

Quizá el personaje más famoso y popular en la historia del Ferrocarril Subterráneo fue Harriet Tubman que fue una de sus conductores. Luego que escapó por primera vez en 1848 y una vez llegada al Norte y alcanzada su libertad se incorporó al Ferrocarril Subterráneo y en los años siguientes regresó hasta 19 veces al Sur para ayudar a escapar a cientos de esclavos. Los esclavistas llegaron a ofrecer una recompensa por capturarla viva o muerta, pero ella siguió con su labor.


Su fe religiosa fue una importante motivación para aventurarse una y otra vez en Maryland. Las visiones que tenía desde su adolescencia debido a su herida en la cabeza, eran interpretadas por ella como premoniciones divinas. Ella hablaba de consultas a Dios y confiaba en que él la mantendría a salvo. ​Además utilizaba cantos espirituales para mandar mensajes cifrados, avisando de la existencia de peligros o para indicar que el camino estaba despejado.


Tubman llevaba un revólver y no le asustaba tener que utilizarlo. En una ocasión contó la historia de que, escapando con un grupo de esclavos, y cuando la moral estaba baja por la dificultad de las adversidades, uno de los hombres insistió en regresar a la plantación. Le apuntó con la pistola y le dijo: continúa o te mataré, días después el hombre se encontraba en el grupo que alcanzó Canadá. Tubman llevaba también la pistola para defenderse de los cazadores de esclavos y de sus perros.


El Ferrocarril Subterráneo funcionó hasta que tras la Guerra de Secesión (18611865) se abolió definitivamente la esclavitud. A lo largo de su existencia, el Ferrocarril Subterráneo consiguió liberar a miles de esclavos y también influyó en la opinión pública para ganar partidarios a la causa abolicionista.


En abril de 1858, le presentaron a Tubman al abolicionista John Brown, un insurgente que apoyaba la violencia como forma de erradicar la esclavitud en los Estados Unidos. Aunque nunca apoyó la violencia contra los blancos, Harriet apoyaba su estrategia de acción y sus objetivos. ​Brown fue detenido, acusado de traición y ahorcado. Sus actos se convirtieron en todo un símbolo de orgullo y resistencia para los abolicionistas, siendo elevado a la categoría de mártir. Tubman diría posteriormente sobre Brown: hizo más muriendo, que cien hombres viviendo.



Cuando comenzó la Guerra Civil en 1861, Harriet vio la posibilidad de que se aboliera la esclavitud si el norte lograba la victoria. En el último año de la Guerra, Tubman se convirtió en la primera mujer en dirigir un asalto armado.


En la mañana del 2 de junio de 1863, Tubman guió tres barcos de vapor a través de las aguas confederadas (que se encontraban llenas de minas) hasta tierra firme. Una vez en tierra, las tropas de la Unión abrieron fuego destruyendo las infraestructuras e incautando miles de dólares en comida y provisiones. ​Cuando los pitos de los barcos sonaron, los esclavos de la zona entendieron que estaban siendo liberados y salieron corriendo hacia los barcos. ​Aunque sus propietarios armados de pistolas y látigos intentaron parar la huida, sus esfuerzos fueron inútiles. Más de setecientos esclavos fueron rescatados en la operación. ​


Los periódicos recogieron el patriotismo, sagacidad, energía y habilidad de Tubman. Durante dos años trabajó para las tropas de la unión, atendiendo a los esclavos recién liberados, realizando incursiones de exploración en el territorio confederado y ocasionalmente atendiendo a los soldados heridos en Virginia. ​ Además periódicamente realizó visitas a Auburn para visitar a su familia y cuidar a sus padres. La Confederación se rindió en abril de 1865 tras lo que Tubman regresó casa.


Durante sus últimos años trabajó para promover la causa sufragista (reclamo del derecho a votar de las mujeres). Este activismo conllevó una nueva ola de admiración entre la prensa de los Estados Unidos, y una publicación de nombre The Woman's Era (La era de la mujer) publicó una serie de artículos sobre eminentes mujeres entre las que se encontraba Tubman.


Harriet Tubman falleció nonagenaria de una neumonía el 10 de marzo de 1913. A su muerte fue enterrada con honores militares en el cementerio de Fort Hill, en Auburn.



Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.


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