Cuentos de siempre (6): el SuperMario en Caicara.

“Estamos Bien En EL Orinoco los de caicara”; este título, así como está escrito, fue elegido para una obra de teatro dedicada a la población de Caicara del Orinoco, una vetusta ciudad con apenas 67 mil habitantes, ubicada a las orillas del rio Orinoco en Venezuela.

El autor y director de la obra, un nacido en esa ciudad, consideró que era lo más conveniente, para motivar a la gente atrapada y desencantada de su pueblo, al no hacerse realidad una promesa del gobierno venezolano, para convertirla en una pujante zona de progreso industrial. La mayoría de los habitantes estaban muy afectados, como para ser considerados unos pacientes, dispuestos a recibir motivación especial y psicoterapia de apoyo.

El guion de la obra, era una adaptación a los eventos del rescate de los mineros chilenos, con un actor principal que personificaba a Mario Sepúlveda, tal cual lo hizo Antonio Banderas. Hasta el nombre de la obra que parecía con mala ortografía, emulaba al mensaje enviado por los mineros a la superficie, anunciando al mundo que seguían con vida y que estaban dispuestos a ser rescatados: “Estamos Bien En EL Refugio los 33”.

En agosto del 2010, sucedió lo que parecía ser una inminente desgracia para Chile, al momento que 33 hombres quedaron cautivos bajo tierra, a 700 metros de profundidad, en una mina que colapsó. A los 69 días transcurridos, los 33 fueron rescatados, con el apoyo oficial del presidente Piñera y con la ayuda del know how de la gente ligada a la perforación de pozos, rescatistas, médicos, psicólogos y de las familias, que crearon un campo residencial aledaño a la mina, llamado La Esperanza, desde donde insistieron vehementemente en el rescate. En ese episodio vivido y en cualquier otra situación como la de Caicara, existirá siempre una luz de esperanza, si se tiene la voluntad de cooperación de un equipo integrado de los actores del bien.

Mario Sepúlveda fue la cara más conocida de los 33 mineros que sobrevivieron, siendo rebautizado como “SuperMario” y señalado como el líder natural del grupo, por su efectivo accionar mientras estaba atrapado en la mina, al momento de salir a la superficie y posteriormente, como expositor de contenidos motivacionales.

La zona aledaña a Caicara del Orinoco, tiene inmensos recursos naturales y en especial aquellos preciados por su valor en la industria y la joyería, tales como diamante y oro, coltán, estaño, caolín, granito, bauxita, diferentes tipos de arenas y granza utilizadas en la industria de la construcción. Nada de eso le hizo mella a los planificadores y responsables del progreso económico del país, siendo que, para ellos, lo más importante era llenar sus bolsillos con un dinero apropiado delincuencialmente.

A Caicara del Orinoco, se le asignaron en el papel casi 1200 millones de dólares, para la construcción de una planta para laminación de aluminio y de eso solo quedó como activos fijos, unos galpones inconclusos y una valla con la imagen desvanecida del ex presidente Chávez, ya desapareciendo por efectos del sol y que nadie recordará por no portar el mismo propósito de bien de la de Piñera.

Eso se consideró una burla oficial muy descarada, que ha resultado en una población que aún permanece cautiva en el desencanto de sus necesidades insatisfechas.

Un matemático podría definir que las cifras erogadas para esa y la totalidad de las obras anunciadas por los dos gobiernos venezolanos en el siglo XXI, son números complejos, constituidos por una base monetaria real, justo para el pago de una placa de cemento o de una valla y una base monetaria imaginaria, porque en realidad fue a parar a los bolsillos de los corruptos involucrados, incluyendo en ellos, a los máximos jefes innombrables.

Antonio Jimenez.

Obituario: El día 6 de febrero del 2024, en un accidente de helicóptero, falleció el ex presidente Sebastián Piñera, quien, con su vocación de servicio al pueblo chileno, fue el artífice del rescate de los 33. Paz a sus restos.