Tony y sus tres hermanas, asistieron a una fiesta de cumpleaños de su amigo Jorge, a inicios de los años sesenta, en una casa de la Urbanización Urdaneta en Maracaibo.
El Tony y el Jorge, hasta ese día fueron amigos, ya que dándose el primer turno de Tony para golpear con un palo e intentar tumbar la piñata, esta se desamarró de la soga que la sostenía y al caer golpeó la cabeza y parte del cuerpo de Tony, quien se retiró llorando. Jorge, injustamente, culpó a Tony de lo ocurrido.
La piñata fue recuperada del piso por unos adultos, imponiendo su poder físico ante los niños y colocada de nuevo para el sube y baja en siguientes rondas. Tony no volvió a participar, tanto por la negativa inhabilitadora por orden de Jorge, como por efecto del miedo a un nuevo golpe.
La piñata de Jorge, estaba hecha de cartón, con una forma de estrella con siete picos que sobresalían y estaba cubierta de papel maché de colores.
Unos años después, Tony se enteró de que la familia muy religiosa de Jorge, siguió los conceptos de la creación de las piñatas originales, en las cuales los siete picos representaban los siete pecados capitales y los brillantes colores simbolizaban la tentación. Bajo ese concepto, el reventar y tumbar la piñata era producto de una fe ciega y de la virtud o la voluntad para vencer el pecado y la toma del contenido en dulces y juguetes dentro de la piñata, sería como se recibe las recompensas de los cielos.
Los pecados capitales son aquellos de los cuales se desprenden otros pecados, siendo ellos, la Lujuria, la Pereza, la Gula, la Ira, la Envidia, la Avaricia y la Soberbia. A esos pecados se les consideran mortales, porque rompen la vida de gracia y amenazan con la condenación eterna.
En la época actual, Venezuela bajo el régimen que la gobierna, es como una piñata de siete picos, siendo evidente la existencia de los siete pecados capitales. La soberbia y la ira, aunque caracterizan a muchos lideres e instituciones, se manifiesta con vehemencia en las intervenciones del presidente de la asamblea nacional; la pereza, por no hacer nada para hacer respetar la constitución y las leyes, la representan las fuerzas militares y policiales; la gula, está en el desvió y en el derroche de los recursos del estado, por instrucciones del poder ejecutivo; la envidia, por hacerse de las riquezas de la nación ha corrompido a representante de la oposición y a los poderes público y judicial; la lujuria, ha estado presente en los directivos de las empresas del estado; la ira, es común en representantes de todos los poderes, debido a la amargura y la sed de venganza y la avaricia, que se manifiesta en acaparar los recursos y las riquezas del país, es harto común en todos, quienes ocupan una posición en todos los poderes del estado, llegando hasta la desfachatez de tener propiedades de las minas de oro y de empresas contratistas militares.
Esa piñata, que es considerada irrompible, le cayó encima a Capriles y lo golpeo, perdiendo una elección por un estrecho margen, en una evidencia de fraude electoral, muy difícil de comprobar. En el sube y baja posterior, los golpes en las elecciones del Parlamento nacional en diciembre de 2015 y en el gobierno interino opositor, que duró 4 años, no fueron tan contundentes para tumbar la piñata.
El 28 de julio del 2024, el golpe de la oposición a la piñata fue contundente, logrando superar en una elección presidencial, al candidato del régimen con un margen de casi 4 millones de votos.
La piñata reventada cayó al piso y unos pecadores renuentes, se impusieron a la fuerza y la tomaron en custodia, impidiendo que se tomara su contenido. Esas acciones indebidas, están a punto de ser vencidas y la recompensa de los cielos, está pronto a ser obtenida. La esperanza viva nos conduce a que el próximo 10 de enero del 2025, al momento de que el contenido de la piñata será del disfrute de todos, quienes nos esforzamos en tumbar esa piñata.
Antonio Jimenez.
Según el concepto religioso, el reventar y tumbar una piñata es producto de una fe ciega y de la virtud o la voluntad para vencer el pecado y la toma del contenido en dulces y juguetes dentro de la piñata, sería como se recibe las recompensas de los cielos.
Venezuela, bajo el régimen actual es como una piñata que será reventada el 10 de enero.