A correr piojos que viene el peine.
Este dicho popular, bastante ocurrente y gracioso, da cuenta de la inminente llegada de alguna figura de autoridad o nuevo orden, próximo a instaurarse en un espacio determinado.
El 11 de mayo de 2020, la centenaria aerolínea Avianca, se convirtió en la primera gran aerolínea del mundo en entrar al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en medio de la actual coyuntura de pandemia de coronavirus. Un par de días después, la Bolsa de Valores de Nueva York suspendió el título de Avianca, mientras que en Colombia el valor bursátil de la empresa llegó a estar en 17 millones de dólares, una quinta parte de lo que vale un Airbus A320.
Avianca es un ícono de la aviación por ser la segunda aerolínea más antigua del mundo y la segunda en operaciones en América Latina, sin perder de vista que también es la columna vertebral del país en conectividad. Antes de la pandemia, la aerolínea respondía por el 53,8 por ciento del mercado doméstico (16 millones de pasajeros) y 46,9 por ciento en destinos internacionales (7,4 millones de pasajeros).
La aerolínea llega a 75 destinos, 26 de ellos a países de América y Europa. El año pasado movilizó 30 millones de pasajeros con una flota de 142 aviones de corto, mediano y largo alcance.
Avianca es clave para el turismo en Colombia, sus aviones conectan a Bogotá con Barcelona, Londres, Múnich, Washington, Los Ángeles, Ciudad de Guatemala, Montevideo, Asunción, Río de Janeiro, La Paz, Santa Cruz de la Sierra, San José, Cuzco y San Salvador y las que unen a Medellín con Nueva York y a Cali con Guayaquil y con Madrid. Avianca es la aerolínea con mayor número de conexiones entre Europa y Colombia con 39 vuelos semanales.
Avianca solicitó acogerse voluntariamente a la ley de quiebras en Estados Unidos por problemas financieros derivados de la pandemia de coronavirus, que ha provocado una disminución mundial del 90% del tráfico de pasajeros. Avianca tiene 14.000 empleados y la cifra a nivel de América Latina llega a 21.000 trabajadores, contando empleados directos e indirectos.
Además, la compañía se mueve con más 3.000 proveedores. La crisis de la pandemia obligó a cancelar las operaciones de pasajeros de la compañía desde mediados de marzo, lo que ha reducido sus ingresos hasta en un 80% y ha ejercido una presión significativa sobre su liquidez. La firma espera proteger y preservar las operaciones y preservar los puestos de trabajo en Colombia y el continente. La aerolínea paga cerca de 800 millones de dólares en impuestos y tasas al año y tendría una oportunidad para reestructurar su balance, deudas y obligaciones.
La empresa está en conversaciones con el Gobierno de Colombia, así como con los gobiernos de sus otros mercados clave, con el fin de encontrar estructuras de financiación que proporcionen liquidez adicional en el marco del Capítulo 11 y que desempeñan un papel vital para garantizar que la empresa salga de su reorganización como una aerolínea altamente competitiva y exitosa en las Américas.
En este contexto, los Estados Unidos, aprobaron 50.000 millones de dólares en préstamos financieros para empresas de pasajeros y otros 8.000 millones de dólares para las cargueras.
Holanda y Francia autorizaron un paquete de ayudas por 11.000 millones de euros a Air France-KLM. Alemania, Italia, Noruega, Brasil, China, Dinamarca, Australia y Nueva Zelanda ya autorizaron ayudas similares a sus compañías.
Avianca para salir de la zona de turbulencia financiera necesita entre 1.000 y 2.000 millones de dólares.
El 11 de mayo, pocas horas después de acogerse a la Ley de Quiebras, ya Avianca recibía noticias positivas con la autorización de un juez de Estados Unidos para pagar deudas por 84 millones de dólares a trabajadores y proveedores. Se prevé que el próximo 11 de junio suceda lo mismo y la Justicia de Estados Unidos autorice el desembolso de otros 300 millones de dólares, la mitad de ellos para pagar impuestos.
También quedaron congelados los pagos por leasing o arrendamiento de los aviones, así como las acreencias financieras y bonos. En este año 2020, el pago de deudas de aviones alcanzaba 394 millones de dólares, mientras que el monto por leasing llegaba a 256 millones de dólares. Al dejar de pagar temporalmente esas obligaciones queda libre la caja que la empresa necesita para operar. De ahí la importancia de definir cuanto antes un esquema seguro y práctico que permita reactivar los vuelos.
Otro icono empresarial del pasado reciente en Colombia, la compañía Pacific E&P, acumuló una deuda financiera con bancos colombianos e internacionales a través de la emisión de bonos y de deuda bancaria por más de 5.300 millones de dólares, una deuda enmarcada en su estrategia de crecimiento y perfectamente viable en un escenario de precios por encima de 80 dólares por barril.
En la segunda mitad del 2015, la compañía Pacific E&P, comenzó a revisar y a considerar varias alternativas estratégicas, incluyendo posibles oportunidades de inversión y desinversión.
En la medida que los precios del petróleo continuaron desplomándose en enero y febrero de 2016, se decidió por una reestructuración total de la deuda corporativa para proteger sus activos. A finales de febrero, la Compañía inició un proceso de licitación formal con el propósito de despertar el interés de posibles inversionistas interesados en una adquisición sustancial de todo o parte de los activos de la Compañía, o una inversión para apoyar una recapitalización de la Compañía.
La Junta Directiva actuando por recomendación de su Comité Independiente, aprobó una transacción de reestructuración global con Catalyst Capital Group Inc. en nombre de los fondos de inversión, tenedores de bonos no garantizados de la Compañía y prestamistas de sus líneas de crédito.
El 27 de abril de 2016, la Compañía, anunció que obtuvieron una Orden Inicial de la Corte Superior de Justicia de Ontario (la “Corte de Ontario”) bajo la Ley de Arreglos de Acreedores de Compañías (“CCAA”). Esto autorizo a las entidades solicitantes iniciar la implementación de la Transacción de Reestructuración supervisada por la Corte. La Compañía radicó una solicitud bajo la Ley 1116 de 2006 para el reconocimiento en Colombia de la aplicación de protección radicada el 27 de abril de 2016, bajo el CCAA en la Corte de Ontario. Asimismo, el 9 de junio de 2016, la Corte de Bancarrotas de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York emitió una orden bajo el Capítulo 15 del Título 11 del Código de Estados Unidos concediendo reconocimiento a los procedimientos de la CCAA.
El 22 de junio de 2016, la Compañía cerró la Financiación por la suma de $500 millones, menos un descuento inicial y suscribió una nueva facilidad de crédito para cartas de crédito por $115,5 millones con ciertos prestamistas bajo las facilidades de crédito existentes de la Compañía.
La transacción de restructuración incluyó la designación de un funcionario jefe de restructuración y un vicepresidente financiero. El ajuste a un entorno más austero y a una nueva realidad, impacto en la reducción de la nómina del 52 por ciento. En junio del año 2017 la empresa decidió cambiar por completo su identidad corporativa y ahora es conocida como Frontera Energy Corporation. La visión de Frontera es consolidarse como una empresa enfocada en la exploración y producción de bajo costo.
Una quiebra o bancarrota es una situación jurídica en la que una persona (persona física), empresa o institución (personas jurídicas) no puede hacer frente a los pagos que debe realizar (pasivo exigible), porque estos son superiores a sus recursos económicos disponibles (activos). A la persona física o jurídica que se encuentra en estado de quiebra se le denomina fallido. Cuando el fallido o deudor se encuentra declarado judicialmente en estado de quiebra, se procede a un juicio de quiebras o procedimiento concursal, en el cual se examina si el deudor puede atender con su patrimonio a las obligaciones de pago pendientes.
La quiebra es una situación de insolvencia generalizada, lo que lo diferencia de la mera pagos. Es una situación de insolvencia permanente en el tiempo y es susceptible de ser apreciada objetivamente a través de hechos indiciados de quiebra y es de tal magnitud que se torna insalvable para el deudor.
El proceso de bancarrota en EE. UU. permite reestructurar sus pasivos sin que deba cambiar su equipo de gerencia; la transparencia del proceso permite ahorrar trámites en la corte, pues se puede negociar con acreedores y proveedores los términos de reestructuración. Los efectos adversos son que los vendedores exigen efectivo por adelantado, que los empleados busquen otras empresas o que las compañías rivales les quiten sus clientes.
El capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos en inglés Chapter 11, permite a las empresas en el país estadounidense con problemas financieros a reorganizarse bajo la protección de la ley. Aunque el capítulo 11 también es válido para personas particulares, suele utilizarse para empresas. El capítulo 7 regula la introducción de la quiebra por liquidación y el capítulo 13 se aplica para la mayoría de particulares.
Cuando una empresa no está en condiciones de asumir su deuda o de pagar a sus acreedores, la propia empresa o sus acreedores pueden presentar una solicitud de protección de bancarrota del capítulo 7 o capítulo 11 por medio de un tribunal federal. Bajo el capítulo 11, en la mayoría de los casos, el deudor mantiene el control sobre las operaciones bajo supervisión de la corte.
En otros países, en tanto, la quiebra puede tener un efecto más adverso para el fallido, dependiendo si en la legislación respectiva implica o no una cancelación de personalidad jurídica o incluso una sanción penal o civil diferente de algún delito de fraude.
En Colombia, la ley 550 de 1999 era la que establecía un procedimiento inicial por el cual las empresas se acogían a la misma para buscar soluciones a su situación, si no se llegaba a una salida viable o se buscaba un socio estratégico, la empresa iniciaba un proceso de liquidación en el cual se le daba prelación a los acreedores, siendo los accionistas los últimos en recibir alguna parte de la liquidación. En la actualidad, la ley 550 de 1999 fue derogada y el régimen actual de insolvencia está descrito por la ley 1116 de 2006. Ésta, sin embargo, no es una ley de quiebra; por el contrario, es una ley que otorga al deudor herramientas para su recuperación y la conservación de la empresa como unidad de explotación económica, de generación de empleo y célula de prosperidad para el Estado.
La citada norma dictamina los parámetros y las reglas de juego mediante las cuales una empresa puede entrar en régimen de insolvencia y procurar un acuerdo de pago con sus acreedores.
Cualquiera sea la figura empleada para ayudar en los procesos de quiebra y salvamento de las empresas, el fideicomisante, síndico, interventor, funcionario jefe, etc, son profesionales con un apropiado nivel de dominio de sus competencias técnicas-financieras que aplican en las acciones de optimización empresarial sin mediar en consecuencias negativas para sus empleados. El perfil de estos colaboradores podría ser el del Sr Avelino Blade.
El Sr. Avelino Blade (nombre ficticio) es un líder con una trayectoria de éxito en situaciones complejas y difíciles. Haciendo honor a su nombre, Avelino, se caracteriza por su honestidad y perfeccionismo en todo aquello que hace. Por eso, por más ambicioso que sea en cuanto a las metas a conseguir, está dispuesto a luchar el doble por alcanzarlas antes que dejarse llevar por ideas deshonestas, en donde estan la solidaridad o sensibilidad humana, para así recibir lo que se merece por todo lo que ha hecho.
La experiencia de Avelino incluye todas las fases de las finanzas corporativas, la estrategia de negocios y la gestión de operaciones. Tiene experiencia en la creación de estructuras de capital que mejoran el rendimiento de la empresa y ha ayudado a un grupo diverso de corporaciones a acelerar su crecimiento y a la transición exitosa de las entidades. El Sr. Blade se desempeñó como Chief Risk Officer de varias compañías con problemas financieros, luego de participar por años en una empresa líder del desarrollo de estrategias y de la mejora de operaciones para las industrias de energía, distribución y servicios profesionales, con especial atención a las empresas de base tecnológica. Ayudo a gestionar importantes cantidades de inversiones de colocación privada anualmente en la industria del petróleo y gas, los activos gestionados directamente superaron varios billones de dólares con excelentes rendimientos ajustados por riesgo.
El Sr. Blade forma parte de un distinguido equipo de asesores que han trabajado en los bancos de inversión más grandes del mundo y acumulan individualmente más de 25 años de experiencia sirviendo en una variedad de roles, incluyendo Chief Risk Officer, miembro del consejo directivo, asesor de reestructuración, ejecutivo corporativo y ejecutivo de fondos de cobertura.
El significado estricto del downsizing es el de reducción de la plantilla de personal. Es una estrategia que busca mejorar los sistemas de trabajo, rediseñar la organización y un ajuste de la plantilla de empleados que permita mantener la competitividad. Es una combinación de estrategias de rightsizing y rethinking, es decir, de conseguir el tamaño organizacional óptimo y repensar la organización.
El downsizing consiste en la reducción de personal y equipos para disminuir el tamaño de las compañías, aumentando así su productividad.
El downsizing estratégico o proactivo surge cuando la empresa se anticipa a los cambios que pueden darse en el entorno. Adelantarse al cambio del entorno hace que se obtengan resultados más rápidamente. Las ventajas del downsizing estratégico son la disminución de costos, puesto que se reduce el número de departamentos que integran la empresa, y la mayor flexibilidad de las organizaciones.
El downsizing reactivo que es el que se realiza en respuesta a la situación del mercado, es decir reestructuración que el mercado exige cuando se dan distintas situaciones.
Entre las “ventajas” del downsizing está el aumento de la productividad ya que se obtienen los mismos resultados con los recursos mínimos. La simplificación de la estructura de la organización hará que la comunicación interna sea más fluida, sobre todo entre empleados y jefes. La toma de decisiones se simplifica, debido a que la estructura es más plana y la desaparición de algunos departamentos permite tomar decisiones con más calma y de forma más simplificada. La temida y lenta burocracia es menor, permitiendo que nos ahorremos tiempo en algunos procesos.
Pero no todo iba a ser perfecto en despedir gente. El downsizing como cualquier otra técnica también tiene desventajas, como son problemas de reubicación, el desempleo debido a la reducción de personal de la plantilla, la menor lealtad del personal a la empresa y se crea irremediablemente temor entre los empleados ante futuras reestructuraciones.
A correr piojos que viene Avelino.
Recopilación de la Información y Restructuración por Antonio Jimenez.
Enlaces:
https://superrhheroes.sesametime.com/downsizing-reorganizacion-la-empresa/
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