Gladiola, a sus sesenta y tantos años, venia sintiendo un dolor intenso como el síntoma fundamental de la artrosis en su rodilla izquierda. A ese dolor se le añadía la rigidez para flexionar y extender la pierna, con un chasquido que le era mortificante y terrorífico, ya que siempre lo asociaba con una rotura devastadora.
Gladiola, tenía una meta con su integridad personal, a la que no le asignaba ningún riesgo de incumplimiento, muy a pesar de sus dolencias. Ella, cumpliría con el derecho del voto, asistiendo al centro de votación en la escuela Rafael Urdaneta, en Maracaibo, en donde estaba registrada, para depositar el voto de su elección.
En la víspera de las elecciones, Gladiola preparó 25 sándwiches, los cuales, según ella, tenían unas telitas de jamón y queso y el untado de una salsa tipo “sándwich spread de la marca Kraft”, pero sin los encurtidos, pimientos y cebollas picadas. Antes de salir a votar, Gladiola falló la cuenta, al tomar 3 de ellos, para la consabida prueba de calidad de un comité, constituido por ella, su esposo y su hijo.
Gladiola, salió el domingo 28 de julio, a eso de las 5 de la mañana, acompañada por su hijo y de una silla de ruedas. Esa fue la solución para maltratar lo menos posible a su rodilla, y programó que efectuaría su voto, bajo la modalidad de asistido, que, en su caso particular, lo haría con su propio hijo, no exponiéndose a las manipulaciones de personas que roban la voluntad para elegir.
Hasta las ocho de la mañana no se abrieron las puertas del centro, para que una multitud depositara sus votos. Los primeros en pasar fueron las personas con impedimentos como Gladiola y ella sufrió, creyendo que caería, mientras se abría paso entre la gente, que airadamente protestaba por lo que consideraban era una burda maniobra para retrasar el proceso. Al final, logró depositar su voto y regresar a su casa.
En ese camino de vuelta ya con su mente relajada, se acordó de la comida con la que había cooperado, para los testigos de mesa y del personal de logística del candidato Edmundo. Ella había preparado sendas bolsitas ziploc individuales, contentivas de un sándwich y de una pony malta.
En ese momento, se enteró de que el plan 600K, el de María Corina, al menos para ese centro de votación, lo estaba coordinando el partido del gobernador del estado Zulia, también de la oposición y cuyos votos se sumarian para el candidato Edmundo. Su hijo le había entregado la comida, a un representante de un partido político, conocido como “Un Nuevo Tiempo” y Gladiola no quedó satisfecha, ya que el producto de todo su esfuerzo, estaba impregnado de una solidaridad espiritual con María Corina.
Aunque Gladiola, no hizo presencia para cuidar el escrutinio de los votos, si estuvo muy pendiente de esa actividad. El cierre de las mesas se realizó a las seis de la tarde, luego de rechazar las aspiraciones de unos colectivos, una gente en motos, intimidando y ordenando el reinicio de la votación.
Una vez efectuado el escrutinio, se leyeron los resultados por mesa de votación, dejando constancia de esa lectura pública con los videos de mucha gente con sus celulares. En la mesa en donde votó Gladiola: 311 votos para Edmundo y 78 votos para Maduro y en la mesa en donde votó el hijo de Gladiola: 300 votos para Edmundo y 67 votos para Maduro.
Ese día 28 de julio del 2024, los resultados a favor de Edmundo fueron impactantes, en todos los centros de la geografía nacional, constituyendo lo que se conoce como un triunfo por demolición. Gladiola estaba satisfecha de que se había derrotado electoralmente al candidato de la reelección y del régimen que ha gobernado Venezuela en todo lo corrido del siglo XXI. Ahora faltaba cobrar el triunfo, lo cual no sería fácil, pero igualmente sería una barrera a vencer.
En la época de los romanos, la gladiola era la flor que simbolizaba la victoria y un arreglo de esas flores se les entregaba a los gladiadores victoriosos.
Antonio Jimenez.
Para los electores de Venezuela, la solidaridad con la opción de Edmundo González Urrutia, fue manifiesta y venció cualquier barrera.
Los procesos de movilización, participación, vigilancia y control de los testigos y logística para provisiones de los 600K, fue impecable.