Cuentos de siempre (58): post it.
- Sr Jimenez
- Mar 24
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En una noche de un viernes reciente, se festejaba el feliz viernes de wiski, mejor conocido como el “Happy Whisky Friday”. Bajo ese nombre tan sugestivo, se efectúa semanalmente, un excelente evento de integración, entre profesionales de la ex PDVSA.

El “HWF”, fue ideado por un querido participante ya fallecido, para promover el encuentro virtual de amigos, quienes, ingiriendo el licor de su preferencia, no solamente el whisky, debían publicar un selfie, incluyendo el envase del licor y una copa o vaso en la mano, dando la impresión de un brindis.
Con ese ritual tan especial, se da inicio, a una tertulia de temas generales y a la escucha de música, con los audios que cada quien aporta.
En esa noche pasada, Martínez, un participante, describió unos eventos ocurridos hacía ya, más de tres décadas y lo hizo con tantos detalles, que, impactaron a los demás participantes, considerándolo como algo excepcional, al describir las memorias de la memoria.
Martínez, nos comentó, que, a eso de las seis de la mañana del lunes, 27 de noviembre de 1989, un taxista enviado por la empresa, lo recogió a eso de las seis de la mañana, en frente del edificio Caroní en Santa Fe Norte, en Caracas. El vehículo que lucía impecable, era un Ford Sierra XR6i, sedan, color rojo y debajo del ovalado logo azul con la palabra Ford, recordaba que su placa terminaba en 69A. Avanzando en la lluviosa mañana, a eso de las siete y cuarto, mientras transitaba entre la congestión provocada por camiones en la salida del puerto de la Guaira, en el litoral central de Venezuela, tuvo un presentimiento con un grave incidente aéreo. En ese momento, le atribuyó el presentimiento, a la proximidad del principal aeropuerto de Venezuela, en la vecina Maiquetía.
Una hora más tarde, al llegar, a la recepción del hotel Macuto Sheraton, en Caraballeda, escuchó, que un avión en Colombia, había explotado en el aire y se había desplomado en las cercanías de Bogotá.

En el hotel, le entregaron un sobre de manila y un material bibliográfico, con instrucciones para la inscripción y el desarrollo del curso del Hoshin Planning, que arrancaría a las nueve de la mañana. Tenía el tiempo para tomar el desayuno y así lo hizo, quedando hasta la coronilla, con una arepa pelúa, algunos fritos y hasta un sándwich; todos unos productos, que estaban colocados en mesones a la entrada del salón. El Hoshin era una metodología de planificación, que permitía conectar los objetivos de la empresa con las tareas diarias.
La metodología Hoshin, facultaba la generación de ideas y cada quien, debía escribir las suyas, en post it, pegándolas en las paredes del salón, para reagrupar luego las afines.

Las paredes resultaron casi todas tapizadas y al ver ese espectáculo, Martínez escuchó una conversación entre Mata y Jimenez, quienes, comentaban, que al fin habían descubierto, el viejo truco de los papelitos amarillos, el cual seria, que, en ese cuadradito resplandeciente, se podían escribir cosas para recordarlas. En su pensamiento, con cierto grado de arrogancia, Martínez estaba seguro de que, a él, no le hacía falta.
La evocación de una cantidad ingente de recuerdos autobiográficos, es excepcional y podría ser diagnosticado como una condición especial o un síndrome, que es conocido como hipertimesia o hipermnesia. El síndrome, a quien, lo padece, no les da la posibilidad de olvidar. El recuerdo de cosas, que están fuera de la propia autobiografía, se da al asociar como un contexto de fondo de su drama personal.
La habilidad se limita a recordar datos autobiográficos, que pueden haber sucedido hace muchos años, con una precisión excelente. En el mundo, existen menos de un centenar de personas, quienes, han sido declarados como hipermnesicos.
¿Será que Martínez podría engrosar esa lista?
Antonio Jimenez.
Muy entretenido y enriquecedor este relato. Habrá que preguntarle al susodicho si él se considera hipermnesico y para respaldarlo o no, seguro nos dará ejemplos .
La página de facebook de Post-it, tiene más de 4 millones de seguidores, mostrando el fanatismo de oficinistas, amas de casa y de los olvidadizos del mundo. En el lado contrario, hay personas que no son muchas en el mundo, quienes, no tienen posibilidad para olvidar, recordando con detalles cualquier evento de su vida.